lunes, 3 de junio de 2013

“Un problema llamado twitter”: las luchas oficiales contra la libertad de expresión

FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0

“Esa cosa que llaman redes sociales no es más que una fuente de problemas para la sociedad actual”. Las declaraciones del primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, han sido replicadas y criticadas durante las últimas horas precisamente en las mismas redes que critica en su discurso.

Además de una clara intención de censura por parte del gobernante turco, sus afirmaciones exponen un “problema” latente para muchos otros gobiernos del mundo: el uso pleno de la libertad de expresión al alcance de (casi) cualquier ciudadano.

Los casos de represión y censura en internet son numerosos. La organización Freedom House realiza un estudio anual sobre la libertad en internet en 47 naciones. El estudio en 2012 consideró que sólo 14 de esos países eran realmente libres en su acceso a internet y en los contenidos y la información que podían intercambiar los usuarios.

Las críticas de los ciudadanos hacia gobiernos y personajes públicos han desatado no sólo la ira de los mismos sino que ha propiciado distintas propuestas y leyes que limiten la libertad de los cibernautas.

En México, sobresale el caso de la ley local de Nuevo León que tipifica como delito la difamación mediante redes sociales.

A nivel mundial, los reportes de censura en internet son cada vez mayores. Tan solo en las últimas semanas destacan casos como el de Irán que, a escasas semanas de las elecciones presidenciales, ha intervenido la web para impedir el acceso a sitios que considera potencialmente peligrosos y alentar el acceso en general a la red. También está Jordania, donde el gobierno impidió el acceso a 200 sitios web, lo que generó la indignación

Los gobiernos famosos por sus actos de represión, como China, no son los únicos que llevan un monitoreo rígido y constante sobre sus internautas. Países aparentemente democráticos y libres como Estados Unidos y México forman parte de una lista que paga los servicios de un espía de usuarios de internet.

FinFisher: el delator de la primavera egipcia

Tras la caída de Hosni Mubarak, se volvió de conocimiento público un contrato entre el gobierno de Egipto y la compañía Gamma International por €287,000. Dicha empresa se dedica a la comercialización de FinFisher, el software espía que lee correos electrónicos e intercepta llamadas y videos de los usuarios de internet, posibilitando el reconocimiento de los mismos. La misma página autonombra al software como “Intrusión gubernamental a las tecnologías de la información”. Las víctimas egipcias de FinFisher fueron arrestadas y, en peores casos, asesinadas o desaparecidas.

Según un mapa realizado por Citizenlab, México es parte de los países que usan esta tecnología de espionaje.
Según el mismo estudio, las redes de Telmex (Uninet) y Iusacell (Iusacell PCS) son parte de la lista de servidores espiados por FinFisher.

A medida que la popularidad y el acceso al internet aumentan, es más obvio el poder que se le dio a la voz de la ciudadanía con estos medios. Por supuesto, también se vuelve evidente la incomodidad que ocasionan, después de décadas de censura y manipulación mediática por parte de los Estados y las empresas.

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