La presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la resistencia de comunidades y organizaciones indígenas así como las batallas legales han retrasado las obras del Corredor Interoceánico, uno de los megaproyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En diciembre de 2018 arrancó oficialmente del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec; pero en 2021 un informe oficial reconoció, por primera vez, la presencia de la delincuencia organizada en territorio de Oaxaca y particularmente en esa región, donde el CJNG incurre en “amenazas, levantamientos de personal, robo de materiales y obligar a contratistas a adquirir material con sobrecostos”.
Aunado a ello, integrantes de la Red de Resistencia Civil –formada por organizaciones como la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Corriente del Pueblo Sol Rojo y la Coordinadora de Pueblos del Istmo en Resistencia– han realizado por lo menos 43 bloqueos a vías férreas de julio de 2019 a diciembre de 2021 y han expulsado a trabajadores que realizan obras en la modernización del ferrocarril transístmico.