La prohibición de solicitantes de asilo en la frontera de Estados Unidos con México por razones de salud pública fue impuesta por un Presidente que quería restringir la migración por completo, pero será retirada pronto por un Presidente que enfrenta crecientes presiones de su propio partido para abrir las puertas a los migrantes.
Exfuncionarios del Gobierno de Donald Trump están llamando al Gobernador de Texas, Greg Abbott, a declarar una “invasión” en la frontera con México, y darle poderes a la Guardia Nacional y a la policía estatal para impedir el paso a migrantes, una autoridad que en Estados Unidos corresponde al Gobierno federal.
El Gobernador republicano se dispone a anunciar en las próximas horas “medidas sin precedentes” para detener a los migrantes, luego que el Gobierno federal anunció que abandonará una ley que le permitía rechazar pedidos de asilo por razones de COVID-19.