Integrantes del movimiento Salvemos Tezontlalli acusaron que el convenio celebrado el 8 de noviembre pasado violenta las leyes en materias agraria, turística y ambiental, por lo que desde el 18 de diciembre mantienen un campamento para impedir que las 661 hectáreas de su ejido sean devastadas por el interés económico que ha generado el megaproyecto impulsado por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
El conflicto se inició hace dos meses cuando el presidente del ejido Juan Badillo Mejía, el tesorero José Cárdenas Cárdenas y el secretario José Trinidad Cárdenas, convocaron a una asamblea general donde propusieron cambiar el uso de suelo y vender dichas tierras sin respetar las normas del ejido.
Contrato amañado
Rodrigo Quevedo Badillo, un ejidatario, acusó que existen anomalías en el contrato entre el comisariado del ejido y la empresa, debido a que en la asamblea en la que votaron el cambio de uso de suelo del parque estatal sólo participaron 62 de 250 integrantes del ejido.
De esas, 210 tienen derecho a voto y ese día avalaron el acuerdo 58, cuando se requieren las dos terceras partes para redestinar el uso de las tierras. No se hicieron estudios de impacto ambiental, van a destruir los mantos acuíferos y según un decreto, el cerro debe ser usado con fines ecoturísticos.
Reveló que el contrato contempla la explotación de dos millones de metros cúbicos de tezontle y si se permite el atropello, la empresa pagará más de 30 millones de pesos; es decir, cada uno de los 250 ejidatarios recibirá 2 mil pesos al mes durante cinco años.
Ángel David Quevedo, integrante de la agrupación, dijo que la explotación de los materiales pétreos del cerro Tezontlale representará un negocio para Ermher Construcciones, pues ofreció 17 pesos a los ejidatarios por cada metro cúbico del mate- rial que puedan extraer del promontorio, el cual desaparecerá a pesar de ser un área natural protegida.
Para comparar el negocio que representa ese contrato, dijo que se consultó una empresa de materiales para la construcción, en la cual se ofrece a 339 pesos el metro cúbico de tezontle –alrededor de media tonelada o unos 25 costales del material–, ymientras los habitantes serán afectados por la destrucción del entorno ecológico.
El cerro de Tezontlale se encuentra en la comunidad San Mateo Chipiltepec, a 10 kilómetros del proyecto del NAICM, y forma parte del parque estatal, que consta en total de 3 mil 123 hectáreas y abarca los municipios de Chiautla, Tepetlaoxtoc y Acolman.
Aunque la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales mediante el oficio SGPA/Dgira/DG/09965 aclaró que el proyecto del NAICM no afectará la Sierra Patlachique, un reporte de la Coordinación General de Conservación Ecológica (CGCE) y la Secretaría del Medio Ambiente mexiquense indica que el parque recarga los mantos acuíferos hasta por 2 millones 4 mil 413 metros cúbicos anuales.
Alejandra Sedano Vázquez, indicó que ya preparan denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Procuraduría de Protección al Ambiente en el estado de México y ante las instancias de procuración agraria para que hagan públicos los dictámenes de impacto ambiental y cambios de uso de suelo.
Denuncian amenazas
Ángel David Quevedo dijo que la empresa minera compró de manera ilegal. Estamos recibiendo amenazas nos quieren intimidar porque el material será explotado para las obras de construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco.
Luis David Aguilar Velasco, profesor de la comunidad, recordó que el 18 de diciembre detectaron que trabajadores con maquinaria pesada dañaron 440 metros lineales al abrir un camino, hasta que el pueblo lo impidió, por lo que demandó al gobierno estatal garantizar el adecuado uso del suelo en el cerro y la sierra.
A raíz del conflicto, dijo que solicitaron audiencia ante la Procuraduría Agraria (PA) y la CGCE para la región de Texcoco el 14 de diciembre, pero no asistió Érick Hernández Pacheco, representante legal de la empresa, ni los delegados del comisariado ejidal y del consejo de vigilancia. La PA emitió un segundo citatorio para el próximo lunes 11 de enero, a las 10 horas.
Indicó que entre los pobladores hay temor de que la visitadora agraria, Emma Delgadillo Torres, otorgue asesoría a Ermher Construcciones enel estudio de las tierras para llevar a cabo la explotación del tezontle, además de que no han tenido respuesta en la Secretaría del Medio Ambiente estatal.
Asimismo, recordó que en 2008 el ejido de San Mateo Chipiltepec fue sancionado por las autoridades en materia ambiental, luego de detectar explotación de tezontle y en aquella ocasión (el 23 de octubre de ese año), fue obligado a firmar un convenio para resarcir el daño ambiental.
Agregó que en diciembre de 2015 solicitaron apoyo a Carlos Héctor Morales Espinoza, delegado regional de Conservación Ecológica, pero nunca acudió a atestiguar las violaciones al ordenamiento territorial y de impacto ambiental.
Por lo anterior, señaló, desde el 18 de diciembre los habitantes de San Mateo Chipiltepec decidieron establecer guardia a un costado de la antigua estación de ferrocarril, para cuidar y resguardar la integridad del cerro de Tezontlale. Hemos detectado drones que sobrevuelan la zona en conflicto, pero cada día se suman más al movimiento Salvemos Tezontlalli.
El parque estatal fue decretado por el gobierno del estado área natural protegida el 26 de mayo de 1977, a fin de que las comunidades cuenten con amplios espacios para la recreación y el esparcimiento, que permitan un contacto directo con la naturaleza y con zonas verdes que propicien condiciones adecuadas para la vida y la salud física y mental de sus pobladores.
Fuente: La Jornada
Autor: René Ramón
http://www.jornada.unam.mx/2016/01/10/estados/025n1est