Leonardo Reyes, de 23 años, murió el 13 de diciembre de 2018 por disparos de agentes pertenecientes al Grupo Táctico Operativo de la Policía Estatal de Guanajuato. Desde los 13 años vivía en Dallas, Texas, Estados Unidos, pero llegó a su comunidad en San Miguel de Allende para visitar a su familia. Aquella noche salió a buscar señal de teléfono, pero nunca regresó. Fue tiroteado por los policías, que argumentaron que alguien les había atacado y que ellos solo repelieron la agresión.
La Fiscalía General del Estado (FGE) y la jueza Mónica Edith Olmos Ortega, del Juzgado de Oralidad Penal de San Miguel de Allende, apoyan esta versión: no quieren investigar la muerte de Reyes. Solo la Procuraduría de Derechos Humanos de Guanajuato reconoció que hubo vulneraciones a los derechos de la víctima, aunque elude hablar de ejecución extrajudicial. Los familiares del joven han apelado la decisión judicial y piden justicia.