Expuesto hasta ahora por cinco conversaciones reveladoras sobre su manera de pensar y operar en asuntos públicos y privados, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, llegó debilitado, como su partido, a las elecciones del 5 de junio.
En medio de un éxodo de priistas al partido Morena, e inclusive a Movimiento Ciudadano, dos de las cuatro gubernaturas que el PRI conserva se enfilan a la cauda de derrotas que registra desde 2018, cuando aún gobernaba en 20 estados de la República.