Los 15 gobernadores que dejarán sus cargos en los próximos meses no han esclarecido el destino o la utilización legal de casi 60 mil millones de pesos provenientes de fondos federales que fueron transferidos a sus estados, y que de acuerdo con auditorias oficiales podrían haber sido desviados o malversados de los objetivos para los que estaban etiquetados.
Todos los mandatarios salientes tienen observaciones por malos manejos de las partidas federales, aunque el gobernador de Michoacán Silvano Aureoles lidera, y por mucho, las irregularidades detectadas con más de 16 mil millones. En cambio, el gobernador de Querétaro Francisco Domínguez es el que presenta la menor cantidad de irregularidades con 179 millones.