Durante una visita protocolaria que hicieron diputados integrantes de la Comisión de Vigilancia a la Auditoría Superior de la Federación, el auditor David Colmenares admitió que vivía en su oficina ‘remodelada’ y les mostró el “austero sofá cama” en el que “descansa”, informó uno de los legisladores al resto de sus compañeros en reunión de la Junta Directiva realizada el pasado 22 de octubre.
La oficina fue remodelada en 2019 para instalar regadera, calentador, clóset, vestidor y una puerta de altísima seguridad, entre otras intervenciones con acabados de lujo y cuyo costo ascendió a 2.6 millones de pesos de recursos públicos, pese a que el edificio apenas tenía dos años de uso.