Entre 2012 y 2016 los contratos y pagos que la constructora Odebrecht obtuvo de parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) a través de la entrega de sobornos dejaron un daño al erario que supera los 4 mil 200 millones de pesos, de acuerdo con nuevas investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda.
Es un fraude que hasta la fecha – y a casi cinco años de la apertura de la primera indagatoria – no ha sido reparado ni por la constructora brasileña, ni por los funcionarios federales involucrados, algunos de los cuales siguen incluso en puestos públicos. Entre los exfuncionarios implicados destaca el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, quien desde hace más de un año negocia un acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR) para no ser procesado.