En la primera mitad del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador el Ejército Mexicano se enfrentó en más de 640 ocasiones con civiles armados en el país. El saldo oficial de estos choques fue de 515 presuntos agresores abatidos, por apenas 89 lesionados y 381 detenidos. Del lado de los militares 21 perdieron la vida.
Al igual que sucedía en los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, los soldados siguen matando a más personas de las que lesionan o detienen. Pero la letalidad de las fuerzas armadas ha aumentado: hoy es mayor la brecha entre civiles muertos respecto a los detenidos, entre civiles muertos respecto a los heridos, así como entre civiles y militares abatidos.