Una de las razones de mi voto crítico por Andrés Manuel López Obrador en 2018 fue la de contribuir a cerrar el ciclo de la ilusión política de que se trataba de un proyecto de izquierda. No me equivoqué. La realidad se está ocupando de hacer caer esos velos; por desgracia, con enormes costos económicos y sociales para el país.
Mientras tanto, el presidente de la República cierra los ojos frente a la situación y prefiere utilizar su tiempo y espacio, que es también nuestro, en denostar a quienes discrepan de su gobierno. Sin embargo, es urgente y necesario abrir la discusión pública sobre la situación de la economía nacional y de la población trabajadora.