CIUDAD DE MÉXICO: “Valoro mucho a mi madre porque, aunque creció en la pobreza, se enseñó a tener fe en Dios. Mi padre cursó hasta primer año. Me platicaba que le decían: ‘¿A ver, qué dice aquí?’, pero él no alcanzaba a leer porque no veía… Hasta los 12 años pudo comprarse unos lentes.”
Así lo contó Roberto Sandoval Castañeda en abril de 2011 durante una videoentrevista sobre su infancia y adolescencia, difundida durante la campaña que lo llevó a la gubernatura de Nayarit.





















