La propuesta de la DEA provocó que algunos funcionarios del Pentágono y otras agencias señalaran que no existía una autorización legislativa aplicable para el uso de la fuerza militar contra los cárteles de la droga, dijeron fuentes familiarizadas con el asunto a The Washington Post.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos, la DEA, propuso a la Casa Blanca y el Pentágono “una serie de ataques militares en México a principios de este año”, en las primeras semanas del regreso de Donald Trump a la Presidencia de ese país, revela este viernes The Washington Post que cita a personas familiarizadas con el asunto.
Funcionarios de la DEA sugirieron tanto asesinatos selectivos de líderes de cárteles en México como ataques a la infraestructura del país, según esas mismas fuentes que hablaron bajo condición de anonimato para compartir detalles de deliberaciones internas altamente sensibles y privadas.
El planteamiento se hizo cuando la administración de Trump designó a numerosos cárteles y bandas criminales latinoamericanas como organizaciones terroristas extranjeras y generó rechazo en la Casa Blanca y el Pentágono, según reportan Dan Lamothe y Ellen Nakashima para el Washington Post.
En México, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó en febrero pasado una reforma que ya fue aprobada en el Congreso la cual establece que el pueblo de México no aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier acto desde el extranjero que sea lesiva de la soberanía nacional, incluidos golpes de Estado e Injerencias en las elecciones. La medida se suma a los controles impuestos por el expresidente Andrés Manuel López Obrador a los agentes extranjeros que operan en el país, particularmente a la DEA, con la que tuvo diferendos públicos.
Ahora, señala The Washington Post, se sabe que durante los primeros días de la segunda administración de Trump esta agencia propuso llevar a cabo ataques contra laboratorios y narcotráficos en suelo mexicano, un planteamiento que no es ajeno a Trump, quien en su primer paso por la Casa Blanca hizo el mismo planteamiento que fue rechazado, como sucedió con la DEA, por los militares de Washington.
Este último episodio ocurrió en 2020 cuando Donald Trump le preguntó al Secretario de Defensa, Mark Esper, si los militares podían “lanzar misiles a México para destruir los laboratorios de drogas”. El episodio lo relata la periodista Maggie Haberman en The New York Times: ”Cuando Esper planteó varias objeciones, Trump dijo que ‘simplemente podríamos disparar unos misiles Patriot y eliminar los laboratorios, con discreción’ y agregó que ‘nadie sabrá que fuimos nosotros’. Trump mencionó que tan sólo iba a decir que Estados Unidos no había realizado el ataque, narra Esper, quien escribió que habría pensado que era una broma si no hubiera estado frente al Presidente”.
En esta ocasión The Washington Post menciona cómo la resistencia a la propuesta de la DEA, que no se había reportado previamente, ilustra las divisiones que han surgido a medida que la administración Trump ha adoptado una postura agresiva para combatir lo que, según afirma, es un importante adversario que envenena a ciudadanos estadounidenses.
“Y aunque las propuestas de la DEA para México no se han implementado, los ataques de este mes contra presuntos barcos con droga provenientes de Venezuela demuestran la determinación de la administración de usar fuerza letal a pesar de las preocupaciones legales internas”, señala el Post.
Derek S. Maltz, quien fue administrador interino de la DEA al momento de esta propuesta de atacar a los cárteles en suelo mexicano, declaró a The Washington Post que está "totalmente a favor" de atacar los laboratorios de producción de drogas y a los líderes del narcotráfico en México.
Maltz fue nombrado por Trump en enero y dirigió la agencia hasta mayo. Fue sustituido por Terrance C. Cole, que asumió el cargo a finales de julio, un agente que está ligado a dos incidentes letales en el extranjero: una operación fallida de un escuadrón de la policía colombiana, aprobado por Estados Unidos, que dejó 10 agentes locales muertos, y la brutal represalia de Los Zetas en Allende, Coahuila, a partir de una filtración de la DEA.
“Los cárteles han asesinado a más estadounidenses que cualquier organización terrorista en la historia de Estados Unidos, por lo que deben rendir cuentas”, declaró Maltz al Post. Y aunque agradeció al Gobierno de Claudia Sheinbaum, por “realizar arrestos e incautaciones sustanciales y desmantelar los cárteles” aseguró que “se debe hacer mucho más para detenerlos”.
“Mi postura siempre fue hacerlo en colaboración y cooperación con México”, dijo Maltz, “pero al final, Estados Unidos tiene que defender a los estadounidenses primero”, añadió.
Aunque Trump ha manifestado repetidamente su deseo y disposición de atacar a los cárteles mexicanos en su territorio, hasta el momento se ha abstenido de hacerlo.
El Post sostiene que la sugerencia de la DEA de atacar a los cárteles en suelo mexicano “parecía tener como objetivo asegurar que la agencia tuviera un lugar en la mesa mientras la Casa Blanca actuaba con rapidez para reestructurar la política exterior estadounidense en el hemisferio occidental, según personas familiarizadas con el asunto”.
“La propuesta de la DEA provocó que algunos funcionarios del Pentágono y otras agencias señalaran que no existía una autorización legislativa aplicable para el uso de la fuerza militar contra los cárteles de la droga, según fuentes familiarizadas con el asunto. Algunos de ellos también señalaron que ciudadanos estadounidenses podrían ser asesinados en el proceso, según las fuentes”, ahonda el reporte.
El Washington Post indica que no está claro si las objeciones planteadas anteriormente sobre posibles ataques estadounidenses en México impulsaron a la administración a adoptar un enfoque diferente o si los funcionarios de la administración todavía están considerando atacar a los cárteles mexicanos.
Lo cierto es que Trump sugirió esta semana que su administración se preparaba para tomar medidas militares contra los cárteles que también trafican drogas ilícitas por tierra. No identificó grupos específicos ni posibles ubicaciones, limitándose a decir: ‘Los detendremos de la misma manera que detuvimos los barcos’, recuerda el Post.
AUTOR: REDACCIÓN.
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