Maribel, una trabajadora sexual víctima de extorsión en Chiapas, afirmó: "Nosotros trabajamos porque tenemos hijos, tenemos necesidad de pagar renta, comida y todo lo que se venga, y no solo en Tapachula, sino en todo lugar".
La Red Mexicana de Trabajo Sexual reportó presunta extorsión contra trabajadoras sexuales en zonas como el parque "Miguel Hidalgo" en Tapachula, Chiapas; el parque "Morelos" en Guadalajara, Jalisco; o en Calzada Zaragoza en Iztapalapa en la Ciudad de México (CdMx).
El denominado cobro de piso lo realizan líderes de puestos ambulantes, extrabajadoras sexuales o policías, de acuerdo con audios de chats, denuncias ante la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México consultados por SinEmbargo y lo detectado por Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer "Elisa Martínez", una organización que lleva 37 años luchando por condiciones dignas para las trabajadoras sexuales.
Un área denunciada ante la Fiscalía de la Ciudad de México es el Motel del Sur en la Calzada Zaragoza en la Alcaldía Iztapalapa, donde presuntamente Thalía "N", conocida como "La Madrota", extorsiona a las trabajadoras sexuales exigiéndoles un pago inicial de mil pesos y luego de 500 pesos semanales por dejarlas trabajar en la zona.
Cuando Thalía no acude a la medianoche para cobrar "la colegiatura", como así lo llama, envía a un hombre que identifica como su esposo César o a otras trabajadoras sexuales como "Monse", "Nicole", "Aline", "Alexa", "Karla" o "Wilver".
"Dijo que como yo iba llegando al lugar para poder desempeñar mi trabajo sobre Calzada de Zaragoza tenía que pagarle la cantidad de 500 pesos a la semana, que si me iba atrasando me iría cobrando más hasta llegar a pagar la cantidad de 3 mil pesos (...) Este dinero se los daba yo cada semana los días martes, alrededor de las 23 horas, a más tardar las 24 horas, ya que esta Thalía pasaba justo a esa hora", dice la denunciante en la carpeta de investigación (CI-FIDDS/D/UI-UNIDAD dato protegido) de la Fiscalía de la CDMX.
Otra denunciante agregó sobre el grupo liderado por Thalía "N" que extorsiona a "las chicuelas", como así las llama: "Dejé de laborar por al menos un mes por temor a que esta u otras personas me llegaran a agredir físicamente. Es más, temo no solo por mi integridad física, sino por mi vida, pero ante la necesidad de trabajar es que regresé" (carpeta de investigación (CI-FIDDS/D/UI-UNIDAD dato protegido).
Sin embargo, en el caso de Jalisco, la Fiscalía estatal no quiso abrir carpetas de investigación por "falta de evidencias", aseguró Elvira Madrid, fundadora de la Brigada Callejera.
En el Centro Histórico de Guadalajara, Jalisco, en el parque "Morelos", han registrado extorsión contra trabajadoras sexuales. Elvira afirmó que "Isabela "N" y Lourdes "N" son las extrabajadoras sexuales que cobran el derecho de piso mediante intimidaciones en esa zona.
"Ahí está complicado, es la mafia. Desde principios de año quisimos a ir a levantar la denuncia porque a las compañeras las han golpeado, tableado, pero nadie quiso levantarla", aseguró Elvira sobre la Fiscalía de Jalisco.
"No entiendo por qué no hacen absolutamente nada si las compañeras están dando nombres, están dando evidencias (audios y videos) y ni así", afirmó Elvira vía telefónica, días después de que la Red Mexicana de Trabajo Sexual ofreció una rueda de prensa para visibilizar la violencia y extorsión contra trabajadoras sexuales, cuya mayoría son madres solteras que trabajan para sostener a sus hijos y/o padres.
Líderes ambulantes y policías
Las autoridades de la Ciudad de México, dijo la fundadora de Brigada Callejera Elvira Madrid, no indagan sobre la presunta extorsión a trabajadoras sexuales por parte de los líderes ambulantes porque les llevan gente a manifestaciones, eventos o implican votos.
La organización civil ha detectado extorsión de líderes ambulantes en Circunvalación-Merced y afuera de la estación del Metro Pino Suárez.
"A parte muchos de ellos (líderes ambulantes) son de la delincuencia organizada", dijo Madrid.
La abogada de Brigada Callejera, Arlen Palestina Panal, ha registrado al menos 15 casos afuera de la estación del Metro Pino Suárez, donde las trabajadoras sexuales han intentado organizarse para que los líderes de ambulantes no les cobren piso, pero "han sido desplazadas y se les ha negado incluso caminar sobre la explanada, si no hay un pago obligatorio de 500 a mil 100 pesos semanales; se les amenaza o se les quitan sus pertenencias para quedarse con sus identificaciones oficiales".
La abogada expuso que en México no existe una Ley Federal que regule de manera uniforme el trabajo sexual, por lo que cada estado debe definir su marco legal para la protección de los derechos de las trabajadoras sexuales y la prevención de la trata de personas.
Ante esta laguna legal, las trabajadoras sexuales laboran sin seguridad social, sin un control sanitario ni el establecimiento de zonas específicas en las ciudades sin el requerimiento del cobro de piso.
"Tenemos del 2024 al 2025, 85 intentos de abrirles carpetas de investigación a mujeres (en la Fiscalía de la CDMX) que han estado organizándose en sus puntos históricos de trabajo sexual para frenar el cobro de piso por grupos delincuenciales que operan, asegurándoles en la vía publica, que son 'mandados por sus jefes' que dicen son ''Ministerios Públicos, Jefes de la Policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Policías de Investigación PDI'", afirmó la abogada en rueda de prensa.
Estos intentos de denuncia han derivado en represalias, de acuerdo con la abogada. Por ejemplo, trabajadoras sexuales que han grabado con sus celulares a los oficiales que "extorsionan a clientes" al salir del hotel "Pensilvania" o el hotel "Pigal" en la Alcaldía Cuauhtémoc son detenidas "en un acto de revancha" y buscan fincarles delitos como supuestamente robo a los clientes.
Extorsión a migrantes
Maribel López, trabajadora sexual en el centro de Tapachula, Chiapas, dijo en la conferencia de prensa que trabajadoras sexuales provenientes de Cuba o Haití han sido extorsionadas bajo amenaza de supuestamente ser deportadas.
"Anteriormente nos estaban cobrando piso, nosotros le comentamos al compañero Cristian (Gómez, de Brigada Callejera), quedaron que iban a ver una solución y gracias a Dios ya no nos cobraron piso, pero las compañeras que son extranjeras sí llegaron a pagar porque las tenían amenazadas con la migración, que las iban a deportar y eso no es justo", afirmó sobre lo ocurrido en una de las ciudades fronterizas con mayor percepción de inseguridad (Inegi, junio 2025).
"Nosotros estamos en el centro de la ciudad de Tapachula y los comerciantes están levantando firmas para quitarnos de ese pedazo que nos corresponde, dicen que nos vemos mal, que somos una mala reputación para el centro de Tapachula, cuando nosotros no le hacemos daño a nadie. Nosotros trabajamos porque tenemos hijos, tenemos necesidad de pagar renta, comida y todo lo que se venga, y no solo en Tapachula, sino en todo lugar", agregó Maribel.
Cristian Gómez, de la Brigada Callejera en Tapachula, expuso que mucha de la población migrante ha encontrado en el trabajo sexual una fuente de ingresos económicos en esa ciudad fronteriza.
La mayoría trabaja dentro del Parque central "Miguel Hidalgo", donde se observó que mujeres provenientes de Venezuela estaban bajo control de un padrote que quiso cobrarle piso al resto de trabajadoras sexuales "porque solo las venezolanas podían estar ahí en ciertos horarios".
La abogada Panel concluyó asegurando que saben que los grupos de ambulantes son números de votos para las fuerzas políticas, y es una fuerza que violenta y golpea según las necesidades del poder, pero seguirán denunciando.
AUTOR: DULCE OLVERA.
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