jueves, 23 de febrero de 2023

Dos hallazgos en el Edomex generan dudas sobre el número real de fosas clandestinas

En el Estado de México se han registrado el hallazgo de dos nuevos sitios de fosas clandestinas en lo que va del 2023, un fenómeno fuertemente relacionado con el número de personas desaparecidas en la entidad, que ocupa el tercer lugar en personas que no han sido localizadas a nivel nacional.

Una bodega en un salón de fiestas en Tenango del Valle y un predio en los límites del municipio de Lerma y Ocoyoacac, son los más recientes escenarios de hallazgos de fosas clandestinas –presuntamente relacionadas con cárteles de narcotráfico– en el Estado de México, lo que da cara a uno de los pendientes con el que cierra este año la gubernatura: las desapariciones en la entidad.

El mapa de fosas clandestinas del portal A Dónde Van los Desaparecidos identificó que entre 2006 y 2016 fueron descubiertos mil 978 entierros ilegales en 24 estados del país, de los cuales cuatro sitios en el Estado de México tenían siete fosas, en las que se encontraron 10 cuerpos. Ahora, en menos de un mes fueron encontradas fosas en dos sitios con aproximadamente 24 cuerpos, presuntamente relacionado con una cédula cercana al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Víctor Sánchez, especialista en seguridad pública e investigador en la Universidad Autónoma de Coahuila, resaltó que el fenómeno de la criminalidad y desapariciones en el Estado de México ha sido un “desgaste crónico“, de tal manera que es probable que en los años próximos sean identificadas más fosas clandestinas en la entidad.
“En una entidad con una población tan grande como es el Estado de México, no sería extraño que al paso de los años sigamos encontrando más fosas“, apuntó el académico. “Además, la entidad tiene una particularidad de que por ser altamente poblado, tiene muchas zonas que son independientes unas de otras en materia económica. Lo que tenemos es una multiplicidad de organizaciones criminales, es decir que tenemos muchas organizaciones criminales coexistiendo en el Estado de México”.
Entre los grupos que operan en la entidad, identificó el analista, se encuentran el Cártel Jalisco Nueva Generación –que opera en diversos municipios desde el 2012, aseguró–, la Familia Michoacana, Guerreros Unidos, e incluso cédulas de organizaciones originarias de la Ciudad de México como la Unión Tepito y el Cártel de Tláhuac.

El Atlas de Seguridad y la Defensa de México 2020 muestra la presencia de cédulas del Cártel del Pacífico-Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, así como escisiones del Cártel del Golfo, Cártel de los Beltrán-Leyva, y Caballeros Templarios-Familia Michoacana, y grupos locales relevantes en el Estado de México para el 2019.

Con respecto al grupo de Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, Sánchez indicó que el CJNG se ha expandido a nuevos municipios en los últimos años, particularmente en la región de Toluca y zonas limítrofes con los estados de Michoacán y Guerrero.
“Hay dos procesos que tenemos que tener en claro. El primero es la multiplicación de organizaciones criminales en el Estado de México. Es decir, cada vez tenemos más y más pequeñas cédulas más allá de los grandes cárteles, como es el caso de Cártel Jalisco Nueva Generación; estos cárteles coexisten con muchas organizaciones de menor tamaño y entonces al haber más organizaciones disputando un mismo territorio, hay más competencia y más incentivos para generar violencia frente a la ciudadanía, que se pueden materializar, entre otras cosas, como desapariciones”, señaló el investigador.
La evolución y expansión de grupos delincuenciales han generado un proceso de “desgaste crónico” en el Estado de México, expuso el especialista en crimen organizado, pues aunque en la primera oleada de violencia que se registró entre 2006 y 2007 esta entidad no figuraba como una de las más peligrosas, posteriormente se detectaron procesos de infiltración de las redes criminales, las cuales empezaron a operar de manera masificada y posteriormente fueron fragmentándose y otros cárteles incursionaron en el terreno.

Por otro lado, Sánchez también recalcó la dilación que existe entre el hallazgo de fosas clandestinas y las desapariciones de personas, puesto que es probable que los sitios de descanso lleven varios años de haberse creado, pues su descubrimiento no es inmediato ni rápido.
“Lo que estamos viendo en la actualidad seguramente son fosas que ya llevaban algunos años ahí. Los forenses podrán determinar y datar de mejor manera y con más precisión desde cuándo fueron colocados estos cuerpos ahí, pero presumiblemente podríamos pensar que pueden tener un par de años, o puede ser que muchísimo más tiempo. Es muy raro que las fosas clandestinas sean halladas a los pocos meses, o a la semana, de que se dieron los hechos”, profundizó.
En este sentido, el académico estimó probable que en territorio mexiquense se lleguen a encontrar más sitios de inhumaciones clandestinas en el futuro.
“Durante muchos años no había reportes de fosas clandestinas en Jalisco o en Veracruz, y estas dos entidades terminaron siendo casos paradigmáticos con fosas en donde hallaron varias decenas de cuerpos, cuando era un problema que a lo mejor estaba más presente en estados como Chihuahua o como el propio Coahuila, y que se ha ido haciendo más frecuente en algunas entidades. Presumiblemente, el Estado de México podría ser una de ellas”.
¿CUÁNTAS FOSAS HAY REALMENTE?

El número real de fosas es desconocido. La Fiscalía estatal respondió en solicitudes de información al sitio especializado A Dónde Van los Desaparecidos que entre 2006 y 2016 se habían localizado siete fosas. Pero en un oficio fechado del 23 de mayo de 2019 dirigido a la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de Delitos en Materia de Desaparición Forzada de Personas y la Desaparición Cometida por Particulares de la Fiscalía del Estado de México indicó que solamente tenía registro del hallazgo de un sitio entre 2006 y 2018, el cual fue localizado el 18 de septiembre de 2018 y donde se identificaron los restos de al menos tres individuos.


La misma Comisión reportó en el Registro Nacional de Fosas para el periodo del 1 de diciembre de 2018 al 2 de noviembre de 2022 un total de 20 fosas en 18 sitios: dos en 2019, seis en 2020, ocho en 2021 y cuatro más en 2022; en estos sitios se recuperaron en total 32 cuerpos. De acuerdo con su página web, la CNB obtiene la información al peticionarla a la Fiscalía General de la República (FGR) y a las Fiscalías generales estatales junto con un instructivo de llenado para poder homologar los datos.

En solicitudes de información disponibles en la Plataforma Nacional de Transparencia, la Fiscalía mexiquense detalló que las fosas que reportó la CNB fueron ubicadas en las localidades de: Temoaya, Toluca, Tecámac, Ixtlahuaca, Apaxco, Acambay, La Paz, Almoloya de Juárez, San José, San Cristóbal Huichochochitlán y Tenango del Valle.

En otro documento por parte de la FGR en atención a la solicitud de información con folio 330024622003437 reportó haber participado en cinco inhumaciones clandestinas en territorio mexiquense de 2011 a 2021: una en Ecatepec en 2011 y otra en 2021, Tlalmanalco y Valle de Bravo en 2013, y Tlalnepantla en 2018, donde se recuperaron un total de 18 cuerpos.

Un cruce de datos elaborado para este reportaje con base en la información disponible por parte de las tres instituciones indica que se han registrado –incluyendo las fosas más recientes encontradas a mitad de enero y en febrero de 2023– al menos 36 sitios con inhumaciones clandestinas en el Estado de México, donde se han recuperado alrededor de 88 cuerpos.


La Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida Por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas establece en su Artículo 133 que: “la Federación y las Entidades Federativas, deberán contar (…) con el Registro Nacional de Fosas, el cual deberá contar con la información respecto de las fosas comunes que existen en los cementerios y panteones de todos los municipios del país, así como de las fosas clandestinas que la Fiscalía, así como las Fiscalías y Procuradurías Locales localicen”.
Al cuestionar a la Fiscalía del Estado de México sobre el número de fosas en la entidad para este reportaje, la institución aseguró a SinEmbargo que no contaban con este tipo de registro, sino únicamente un registro de los presuntos delitos cometidos en relación con el hallazgo de fosas clandestinas, como homicidios. La información actualizada también se solicitó a la Comisión Nacional de Búsqueda, pero al momento de esta publicación no recibió respuesta.
EDOMEX, TERCER LUGAR EN DESAPARICIONES

El Estado de México es, después de Jalisco y Tamaulipas, la tercera entidad con mayor número de personas que permanecen como desaparecidas o no localizadas, con un total de 12 mil 301 casos de desaparición.
Es la entidad con mayor número de mujeres y niñas desaparecidas, e incluso es una de las únicas dos entidades que tienen alerta de género con modalidad por desaparición, ya que suman cinco mil 402 casos y las principales reportadas sin localizar tienen entre 10 y 24 años de edad. También lidera el número de personas menores de 18 años desaparecidas y no localizadas, con un total de cuatro mil 139 niñas, niños y adolescentes perdidos.
Durante el sexenio del Gobernador Alfredo del Mazo Maza –próximo a terminar con las elecciones de este año– se registraron 12 mil 785 desapariciones para 2018 a febrero de 2023, de las cuales tres mil 639 permanecen sin ser localizadas. Desde el 2006, los años con mayor número de desapariciones han sido 2021, 2022 y 2017.

Los municipios con mayor número de casos reportados son Atlautla, ubicado en el límite del Estado de México con Morelos y Puebla, y donde se registraron una de cada cinco desapariciones de toda la entidad. Además de Atlautla, Ecatepec de Morelos, Toluca, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán fueron las localidades con mayor número de personas que permanecen sin ser localizadas.

En Atlautla, particularmente, el investigador Víctor Sánchez reportó que en el seguimiento que ha dado a la presencia de grupos criminales se puede identificar una fuerte operación de la Familia Michoacana y Guerreros Unidos, así como escisiones de organizaciones como Los Zeta y grupos locales que se dedican a la ordeña de combustible, conocido coloquialmente como “huachicol”.
“También hay organizaciones de corte más pequeño que se derivaron de fracciones de Los Zeta, por ejemplo, Sangre Nueva Zeta es una organización predominante en el corredor de ordeña de combustible que va desde Veracruz, pasa por Puebla y también pasa por el Estado de México, de tal manera que también hay presencia de grupos que se dedican a el robo de combustible”, detalló.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: TAMARA MARES RIVERA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario