Cuando fue Secretario de Relaciones Exteriores, de diciembre de 2012 a agosto de 2015, a José Antonio Meade Kuribreña le interesó tener limpios los sitios de trabajo. Eso revela el gasto bajo su gestión en esa dependencia en la que estuvo a cargo desde el primer minuto del peñanietismo hasta que presentó su renuncia para convertirse en Secretario de Desarrollo Social.
En un flujo para diferentes empresas outsourcing entre las cuales aparecen nombres de personas, la Cancillería gastó 168 millones 692 mil 789 pesos, una cantidad similar a los ingresos de las cinco candidaturas hasta abril en la presente contienda electoral y que habría alcanzado para tres programas de atención a migrantes mexicanos después de que Donald Trump ganara la Presidencia de Estados Unidos y amenazara con expatriarlos.





















