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» » » » Tribunal de CDMX ratifica 69 años de prisión para Dulce Belem por un delito que no cometió

Dulce Belem Sánchez fue sentenciada bajo tortura y con pruebas ilícitas. La Suprema Corte ordenó revisar su sentencia, pero el Poder Judicial de la Ciudad de México la confirmó, reduciendo únicamente un año la pena de la condena original.

La Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México dejó pasar la oportunidad de devolver la libertad a Dulce Belem Sánchez Castañeda, quien está recluida en Santa Martha Acatitla desde hace más de 13 años por un delito que no cometió.

Dulce fue detenida el 30 de enero de 2012 por la comisión de dos delitos en Ciudad de México, uno en octubre del año previo y otro ese mismo día, a pesar de que cuando ocurrió el primero estaba en Guadalajara y durante el segundo, en su base policial. Luego de ser torturada, perder un embarazo gemelar en consecuencia y ser sentenciada con pruebas ilícitas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al Tribunal revisar su caso.

Sin embargo, los magistrados Martha Patricia Tarinda Azuara, Flor de María Paz Muñozcano y Alejandro Sentíes Carriles determinaron que Dulce debe cumplir una condena de 69 años –solo uno de diferencia respecto a su sentencia original, que era de 70– utilizando declaraciones en las que no se le identificó, y sin considerar que fue víctima de tortura y que no estaba en el lugar de los hechos. 

Pese a que el 21 de mayo de 2025 la Suprema Corte –que atrajo el caso en 2023– había determinado amparar y proteger a la quejosa, y requirió al Tribunal revisar el caso desechando las pruebas ilícitas y considerando las vulneraciones a sus derechos humanos, la Sexta Sala Penal se limitó a ratificar la sentencia de Dulce sin un análisis diverso de las pruebas.


Además, el máximo tribunal –según se advierte en la propia sentencia de la sala local, de la que Animal Político tiene copia– había establecido la obligación de investigar la denuncia de tortura con perspectiva de género, dado que Dulce tenía un embarazo gemelar al momento de su detención y lo perdió producto de los golpes que recibió.

“Analizar el cúmulo de violaciones aducidas por la quejosa en el proceso penal que se le siguió, con perspectiva de género, entre ellas que una juzgadora local dictó una orden de arraigo solicitada por un Ministerio Público también del fuero común; así como la realización de diversas diligencias de reconocimiento en la Cámara de Gesell y por fotografía sin la presencia de su persona abogada defensora”, había pedido la Corte.

Aunque en el documento la sala del Tribunal Superior capitalino enlista seis pruebas a ser excluidas para la valoración de la sentencia –reconocimientos fotográficos y diligencias de confrontación en la Cámara de Gesell–, consideró el resto aptas y suficientes para determinar la supuesta coautoría material de Dulce en los delitos de robo y secuestro exprés, con base en la declaración inicial de las víctimas e inspecciones en el lugar de los hechos, las cuales no apuntan directamente a los perpetradores.

En contraparte, no le otorgaron ninguna validez a las afirmaciones de Dulce, respaldadas por documentos de instituciones oficiales que sostienen que en los días de comisión de los delitos ella estaba realizando labores de seguridad en otra entidad de la República y en su base: “Documentales a las que no se otorga valor probatorio alguno, en virtud de que no resultan aptas, suficientes ni idóneas para sustentar de modo fehaciente las manifestaciones de la acusada”, dice la sala, pues según los magistrados no se corroboran de modo indubitable con alguna otra prueba.

“Se impone a la sentenciada Dulce Belem Sánchez Castañeda una pena total de 69 años 4 meses 14 días de prisión y multa de cinco mil novecientos treinta y seis días, equivalentes a la cantidad de 362,541 pesos, pena privativa de la libertad que deberá compurgar en el Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla”, reafirman los magistrados ignorando las transgresiones cometidas contra ella. 

Defensa de Dulce Belém Sanchez asegura que el caso “todavía no se acaba”

La defensa de Dulce reclama que en las primeras declaraciones, que fueron validadas por la Sala, ni siquiera se le señala como responsable, mientras que las de los policías que hicieron la detención no están relacionadas con los delitos, y a los documentos oficiales de la policía federal no se les otorgó ninguna validez. Además, llegan a sostener que ella no presentó pruebas suficientes –recibos, itinerarios, pagos y boletos– para demostrar que estuvo en otro lugar.

“La quejosa no tiene que demostrar su inocencia, la apelante tampoco, y la acusada tampoco; más bien tienes que valorar si con las pruebas que tienes, por parte de la acusación y de la fiscalía, son suficientes para condenar; si no, es presunción de culpabilidad eso”, cuestiona su abogada Jessica. 

Sin embargo, un aspecto hasta cierto punto positivo es que el tipo de sentencia posibilita presentar un nuevo amparo, aunque esto significará por lo menos un año más de prisión para Dulce en caso de que se resuelva de manera afirmativa. El camino legal todavía no se acaba, remarca, porque aún hay varios recursos jurídicos que pueden agotarse.

La defensa, por lo tanto, manifestará en los próximos días que hubo defecto en el cumplimiento de la sentencia de amparo, porque la Sexta Sala Penal solo repitió la misma condena y prácticamente no valoró nada, además de que no analizó el caso con perspectiva de género, y a la luz de la violencia sexual y tortura que sufrió Dulce durante su detención.

Una vez que se promueva ese incidente, dependiendo de la respuesta, podría seguir un recurso de inconformidad; si en una siguiente instancia, vuelve a confirmarse la sentencia, ese recurso podría llegar a la Corte, aunque la resolución se alargaría aún más. Por otro lado, queda todavía la posibilidad de presentar otro amparo, y finalmente, de escalar a un indulto o amnistía basadas en el Protocolo de Estambul, mediante el que se ha definido que Dulce efectivamente sufrió tortura.    

Durante los 13 años 9 meses que ha estado en prisión, Dulce ha perdido a su mamá y a su papá, y dio a luz a un niño que hoy tiene 6 años, vivió con ella hasta los 3 y ahora está a cargo de su esposo, Daniel. Ha desempeñado diversas labores en Santa Martha y es una interna de confianza. A pesar de sus pérdidas, dice que no se derrumba porque quiere salir a criar a su hijo. 

La sentencia de la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, sin embargo, ha sido un golpe duro para ella. “Estoy muy mal, muy mal, estas paredes me están comiendo; me confirmaron mi sentencia”, alcanzó a comentar desde la prisión.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.

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