Las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos se movilizaron en el campo militar número 1 para exigir al gobierno federal que investigue al ejército y entreguen los 800 folios que han ocultado desde hace cinco años. No se ha encontrado la verdad porque los militares han negado la información crucial para dar con el paradero de los normalistas.
A 11 años una de las mayores sombras en el caso Ayotzinapa ha sido el muro vestido de verde olivo. Aunque impenetrable, hoy fueron derrumbadas las puertas del ejército, donde las paredes de las instalaciones fueron testigos de las torturas y sangrientas ejecuciones de campesinos, indígenas y luchadores sociales.
Las familias fueron las primeras en llegar, pero esperaron hasta las 12 del día cuando llegaron los autobuses de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México para iniciar el mitin. Algunos rápido se desplegaron para realizar pintas en la barda de las instalaciones castrenses.
Epifanio Álvarez, padre de Jorge Álvarez Nava, dijo que la escuela normal de Ayotzinapa fue infiltrada por la Sedena. El ejército ocultó información, por eso no hemos encontrado la verdad. Les hemos pedido miles de veces que tienen que entregar los 800 folios que faltan. Son culpables por eso no los quieren entregar. Ellos participaron en la desaparición de los muchachos”.
“Desde aquí les decimos a los militares que no tenemos miedo de alzar la voz porque es nuestro derecho exigir la verdad. ¿Dónde dejaron a nuestros hijos? Estamos más seguros que nunca que fueron ellos porque se llevaron a 17 muchachos a barandilla municipal de Iguala. No es posible que la lucha se prolongue tanto tiempo. Es una burla para los padres y madres continuar en este sol caliente, dejar lo que tenemos que hacer solamente porque ellos se sienten superiores. Es difícil, pero aquí vamos a seguir hasta que entreguen esos folios. En el campo número 1 fue usado el teléfono de Julio César Mondragón. A estas fechas no hay nada”, señaló Epifanio.
En estos días para las madres y padres es difícil. Don Epifanio recordó que hace tres días fue el cumpleaños de su hijo Jorge. Por eso “no vamos a dejar de pelear contra un gobierno que no quiere ceder. Hemos luchado de diferentes formas y como quiera no hemos avanzado, estamos patinando”.
Con la voz entrecortada, Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete González, comentó que, a un día de cumplirse 11 años de la desaparición de los 43 estudiantes se cuestiona “¿cómo hemos podido aguantar? Cómo es posible que sigamos de pie. Me pregunto cómo están mis compañeros, qué sienten en todas sus emociones como ser humano”.
Desde el principio el ejército ocultó que sabía que los normalistas estaban siendo agredidos la noche del 26 de septiembre del 2014. Con el tiempo la investigación del GIEI demostró que había un agente encubierto que se hacía pasar por normalista para informar a la Sedena en tiempo real los movimientos en la escuela normal y durante el traslado de los estudiantes a Iguala esa noche. Después de que el GIEI presentara su tercer informe en marzo del 2022, donde se evidenció la participación directa del ejército en la desaparición, empezaron los obstáculos en las investigaciones.
Frente al campo militar, Emiliano Navarrete señaló que hasta ahora la Sedena sigue negando su responsabilidad. “Que no nos quieran engañar, no es cierto que no hicieron nada. Hay mucha culpabilidad sobre esta institución. Si estamos aquí es porque esta institución tiene cuentas pendientes con el caso Ayotzinapa. Existe información que no ha sido entregada hasta hoy, y la seguiremos exigiendo en las calles y en las reuniones con la presidenta. No vamos a quitar el dedo hasta saber la verdad, dónde se llevaron a nuestros hijos. Ellos tienen todo el conocimiento, y no vamos a parar pase lo que pase”.
“No importa que perdamos la vida en demanda por verdad y justicia porque nosotros hemos vivido, pero a nuestros hijos les arrebataron sus sueños en una etapa donde cualquier joven es ajeno a la maldad que existe ante estas instituciones gubernamentales de todas las índoles. No vamos a dejar que una maldita institución quede en la impunidad; debe ser castigada por el crimen de lesa humanidad que ha cometido”.
“A 11 años podemos afirmar que el ejército mexicano no sólo es responsable de actos omisivos de la noche del 26 de septiembre, más bien, hoy podemos afirmar que desde antes de la agresión de los estudiantes el ejército ha estado monitoreando la escuela normal de Ayotzinapa. Hay información de que por lo menos desde el 2010 infiltraba a elementos activos en la normal”, condensó el abogado de las madres y padres de los 43, Isidoro Vicario.
Al final el mitin las madres y padres, así como los y las normalistas, subieron a los autobuses, mientras varios estudiantes de Ayotzinapa lanzaron petardos a las instalaciones militares. En unos segundos lanzaron un camión contra las puertas del poder militar. Es la inconformidad reflejada en las llamas que cubrieron la puerta número 1. Dejaron el mensaje de que no van aceptar la impunidad y que van a seguir luchando por la verdad.
AUTOR: /.
No hay comentarios: