Una pareja de mexicanos volvía a su apartamento de Queens, en una zona residencial, luego de hacer unas compras. No sospechaban que la policía los seguía para dar con su paradero. Los agentes antinarcóticos consiguieron una orden judicial y hallaron en la vivienda un cargamento que superó todas sus expectativas: 63 kilos de fentanilo puro, capaz de matar a 32 millones de personas, informó el diario The Washington Post.
Para la DEA, los recientes arrestos y operativos confirman las sospechas de un nuevo patrón del Cártel de Sinaloa: buscan establecer en Nueva York su principal centro de distribución en el noreste estadounidense. Allí, operan con una sofisticación casi corporativa, con perfil bajo y con equipos de ventas que pueden desaparecer en cuanto lo necesiten.