El lunes pasado, el Houston Chronicle reveló el contenido aterrador de un correo electrónico enviado por un agente del Departamento de Seguridad Pública de Texas, en el cual narró una serie de situaciones graves que derivaron del operativo militar.
El funcionario contó que agentes de la Guardia Nacional de Texas empujaron a una niña de 4 años hacia el Río Grande, donde se desmayó por el calor intenso; también denunció que una joven de 19 años, embarazada, se quedó atrapada en los alambres de púas que el gobierno texano instaló en las orillas del río, y tuvo un aborto extremadamente doloroso; y narró el caso de un adolescente que se fracturó la pierna en su intento de rodear el alambre.
Además de denunciar por enésima la operación Lone Star, que ha provocado muertes y heridas, y viola las normas internacionales, HRW exigió al gobierno federal que retire todos los recursos destinados a apoyar las medidas de Abott, quien ha emprendido una escalada en la radicalidad de su política antimigrante.
Este mes de julio, Abott mandó instalar unas boyas con alambre de púas en medio del río, para construir un “muro flotante” que hace la travesía aún más peligrosa para los migrantes. El gobierno mexicano envió una nota diplomática a Estados Unidos, en la cual pidió el retiro de los flotantes, alegando que viola el Tratado de Aguas de 1944.
Según HRW, además de inhumana y cara –cuesta 4 mil 400 millones de dólares--, la operación Lone Star ni siquiera ha reducido la migración irregular; en su lugar, señaló, “reforzó los cárteles criminales que se aprovechan del miedo que tienen los migrantes y los solicitantes de asilo a ser interceptados, heridos y devueltos”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
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