jueves, 11 de mayo de 2023

Tamaulipas: AMLO y Villarreal minimizan la crisis de violencia

La reciente semana de bloqueos, balaceras entre narcos y enfrentamientos de éstos con las fuerzas gubernamentales vació las calles de las principales ciudades tamaulipecas, paralizó la economía y puso en riesgo permanente a la población. Sin embargo, y pese a los llamados de auxilio de las cámaras empresariales, el presidente de la República prefirió acusar al exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca de magnificar los hechos para atacar políticamente al gobernador morenista Américo Villarreal.

Entre balaceras, bloqueos y asesinatos que obligan al cierre de escuelas y suspensión del transporte público y actividades comerciales, los empresarios de Tamaulipas claman por ayuda, pero las autoridades locales y federales consideran que el estado “se encuentra pacificado”.

Como respuesta a la crisis más reciente, que inició a finales de abril y se prolongó durante casi una semana, funcionarios estatales argumentaron que en mucho se trató de un “ambiente de psicosis”, particularmente entre Matamoros, Reynosa y San Fernando por los intercambios de fuego entre células del Cártel del Golfo (CDG), y de éstas contra fuerzas estatales y federales.

Se acusó de inducir esa psicosis al exgobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, autoexiliado en Estados Unidos, a fin de desestabilizar el estado.

No obstante, el martes 2 Matamoros se vio paralizada por 16 bloqueos del CDG, que tuvieron confrontaciones para, supuestamente, tomar la plaza de San Fernando, con la resistencia del grupo local, de la misma organización, auxiliado por el de Reynosa.

De acuerdo con fuentes de seguridad consultadas, se trata de una pugna interna del cártel, entre los grupos Metros, Escorpiones, Panteras y Ciclones.

Julio Almanza Armas, vicepresidente de Federación de Cámaras de Comercio de Tamaulipas (Fecanaco), afirma que los tiroteos y bloqueos en ciudades como Reynosa y Matamoros han dejado pérdidas millonarias a esa actividad económica, y añade que la situación no se resolverá hasta que el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Américo Villarreal Anaya dejen de ignorar la dimensión de la inseguridad en la frontera.

Radicado en Matamoros, Almanza señala: “Mientras el gobierno no acepte lo que estamos viviendo, difícilmente se va a arreglar este problema. Se viven bloqueos, zozobra, psicosis, balaceras. En Matamoros se suspende el transporte. Aquí estamos en emergencia. La ciudad se paraliza. Hoy es Matamoros, mañana Reynosa, y luego Río Bravo”.

Pese a que asume que la situación está bajo control, el gobierno federal anunció el envío de más de 710 efectivos, que se suman a los más de mil que ya había desplegado al inicio del año para reforzar la seguridad del estado, que carece de policías preventivos municipales y tiene un déficit de dos mil 500 agentes estatales.

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2427 de la edición impresa de Proceso

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: LUCIANO CAMPOS GARZA.

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