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Narco mexicano alimenta filas de "pollitos de colores" con niños cada vez más jóvenes

Reuters habló con 10 "pollitos" en activo, seis "expollitos", así como cuatro miembros de cárteles, quienes confirmaron que reclutan a jóvenes cada vez más pequeños, incluso niños.

Cuando tenía 12 años, Sol, junto con otros seis menores de edad, cometió su primer asesinato para un cartel mexicano. Unos meses antes había sido reclutada para engrosar las filas de los “pollitos de colores” y ascender rápidamente en una red criminal.

Adicta a la metanfetamina desde los nueve años, la ahora estudiante de 20 años contó que fue enrolada en la organización por un conocido mientras vendía rosas a las afueras de un bar. Comenzó como “halcona” (espía), pero pasó velozmente a secuestrar, torturar y matar por encargo.

Al cártel le gustaba su entusiasmo infantil por aprender nuevas habilidades, su lealtad incondicional y, quizás lo más importante, que su condición de menor de edad la protegía de un castigo severo si la policía la atrapaba, pero además aprovechó su vulnerabilidad como una niña marginada, pobre y abandonada.

“Obedecía al jefe ciegamente”, dijo Sol a Reuters en un centro de ayuda a jóvenes en riesgo en el centro de México, donde intenta rehacer su vida para luego irse a vivir junto con su madre. “Pensé que me querían”.

La joven se negó a revelar cuántas personas mató durante su tiempo en el cártel, pero narró que cuando tenía 16 años fue arrestada por secuestro agravado —su único cargo penal— y puesta en un centro de detención juvenil por tres años y medio.

Abogados consultados por Reuters dijeron que este es un delito con una pena de entre 50 y 100 años cuando es cometido por un adulto.

Reuters mantiene en reserva el nombre completo de Sol así como el del cartel para el que trabajó por varios años, incluso liderando una pequeña célula, y también su ubicación.

La agencia de noticias no pudo verificar de forma independiente los detalles narrados por ella, pero representantes del centro de apoyo donde habita respaldaron su relato.

Expertos en seguridad dijeron que los niños, como en su momento Sol, son víctimas de una estrategia deliberada de los grupos del crimen organizado mexicano para reclutar a menores en sus filas, aprovechándose de su necesidad de pertenecer a algo similar a una familia, de protección, amor y reconocimiento social.

Entre miembros de los cárteles se les conoce como “pollitos de colores”, en referencia a los pollitos coloridos que hasta hace pocos años eran vendidos en ferias y mercados populares del país. Eran baratos, brillantes y vivían poco por la toxicidad de los productos con que los pigmentaban. Desde hace un tiempo en muchos estados del país quedó prohibido colorear las aves.

Reuters habló con 10 “pollitos” en activo, seis “expollitos”, así como cuatro miembros de cárteles, quienes confirmaron que reclutan a jóvenes cada vez más pequeños, incluso niños. Los preparan principalmente para ser sicarios, “halcones”, o ir al frente, pues “si no sirven para matar, servirán para que los maten”, dijo uno de ellos.

Sus experiencias revelan la creciente brutalización de la sociedad mexicana y el fracaso de las autoridades del país para abordar no solo la creciente influencia territorial de los cárteles, sino también su amplio arraigo cultural y la facilidad para atraer generaciones cada vez más jóvenes.

La presidencia de México, la Secretaría de Gobernación y la institución encargada de programas en apoyo a niñas, niños y adolescentes, DIF, de México no respondieron a las solicitudes de comentarios de Reuters sobre lo dicho por expertos.

La agencia de noticias contactó a miembros activos de los cárteles a través de Facebook y TikTok. Muchos compartieron fotos de ellos mismos sosteniendo rifles; uno tenía una gorra con un pollo de dibujos animados disparando armas automáticas, en referencia a los “pollitos de colores”. Tenían entre 14 y 17 años.

La mayoría de ellos dijo haber sido reclutados por familiares o amigos, uniéndose principalmente por el deseo de pertenecer a algo. Muchos ya luchaban contra sus propias adicciones a las drogas como la metanfetamina, sobre todo a la letal y adictiva droga conocida como “cristal”.

“Te unes con tu sentencia de muerte firmada”, dijo un adolescente de 14 años que ha trabajado para un cártel durante ocho meses y quien pidió el anonimato para protegerse. “Pero vale la pena”, agregó. Ahora, aseguró, no pasa hambre y tiene un sentido de familia.

Políticas fallidas

Aunque 15 expertos en seguridad y miembros de los cárteles afirman que el reclutamiento infantil es cada vez más común, la falta de datos concretos dificulta el seguimiento del problema.

La Oficina de Asuntos Laborales Internacionales del Gobierno estadounidense estima que unos 30,000 niños se han unido a grupos criminales en México. Grupos de defensa afirman que el número de niños vulnerables propensos a ser reclutados llega a 200,000.

No está claro cómo han cambiado las cifras con el tiempo, no obstante expertos afirman que los niños reclutados son cada vez más jóvenes.

Un informe gubernamental sobre el reclutamiento de niños por parte de cárteles, publicado el año pasado, reveló que menores de tan solo seis años se han unido al crimen organizado y también destacó el creciente uso de la tecnología, como los videojuegos y las redes sociales, para atraerlos.

El informe indicó que el 70% de los adolescentes reclutados por los cárteles crecieron rodeados de altos niveles de violencia extrema.

En 2021, autoridades mexicanas interceptaron a tres niños de entre 11 y 14 años en el estado de Oaxaca, quienes, según dijeron, estaban a punto de unirse a un cártel.

Desde entonces, la Guardia Nacional de México ha emitido directrices sobre el uso seguro de videojuegos, mientras que una propuesta legislativa se encuentra actualmente en la Cámara de Diputados para criminalizar la glorificación cultural del crimen en la música, la televisión y los videojuegos.

“Vemos que cada vez más (grupos criminales) cooptan desde edades más tempranas (…) ha crecido -este fenómeno- junto con las tecnologías”, dijo a Reuters Dulce Leal, directora de Incidencia y Política Pública de la organización Reinserta, dedicada a ayudar a menores que han sido víctima de grupos delictivos, al referirse a los videojuegos con sistemas de mensajería de chat integrados, aunque no dio más detalles.

En el mismo centro de rehabilitación del centro de México, Isabel, ahora de 19 años, recibe tratamiento por trauma extremo y depresión tras haber sido detenida varias veces y liberada por varios delitos menores luego de su paso por los “pollitos“.

Ella contó que su tío la reclutó cuando tenía 14 años. Él, siendo 20 años mayor que ella, se convirtió en su pareja sentimental y la ayudó a asesinar a un exprofesor que la violó cuando apenas tenía 11 años.

A los 16 años su tío la embarazó pero ella tuvo un aborto espontáneo, cree que debido a su alto consumo de drogas que la llevó casi a la muerte.

Reuters no pudo corroborar toda la versión de Isabel, pero su arresto como miembro anónimo de un cártel infantil se publicó en los medios de comunicación de la época.

Niños desechables

Si bien los niños más pequeños pueden ser útiles solo para tareas más sencillas, como entregar mensajes o trabajar como “halcones” (espías), su lealtad y maleabilidad rápidamente los convierten en un deseado activo.

También son baratos y fáciles de reemplazar. Para cuando cumplen ocho años, generalmente pueden “maniobrar” un arma y matar, dijo un miembro de un cártel.

Existen algunos paralelismos con los niños soldados que luchan en lugares como Sudán y Siria, pero los cárteles mexicanos difieren en su naturaleza lucrativa y posiblemente en la influencia cultural que ejercen.

También han surgido casos de asesinos de niños en otros lugares, como Suecia.

“Son niños desechables que pueden ser utilizados (…) pero que al final lo que esperan es la muerte”, dijo Gabriela Ruiz, especialista en temas de juventud de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En 2021, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos instó a México a combatir el reclutamiento forzado de menores tras los informes de niños en el estado sureño Guerrero que se unieron a una fuerza de defensa comunitaria para combatir a los grupos criminales en la zona.

A pesar del enfoque gubernamental, bajo el expresidente Andrés Manuel López Obrador y ahora bajo la dirección de Claudia Sheinbaum, en combatir las raíces sociales de la violencia de los cárteles —incluyendo programas destinados a mantener a los niños alejados de las drogas y la delincuencia—, parece que se han logrado pocos avances mensurables, según los 15 expertos que hablaron con Reuters.

No existen programas gubernamentales específicos para rescatar de forma permanente a estos niños reclutados, añadieron, al referirse a campañas publicitarias que ha emprendido el gobierno con este fin.

Un problema es la falta de una legislación penal clara que sancione el reclutamiento de menores por parte del crimen organizado. Otro es el problema más amplio del trabajo infantil en México.

En 2022, según los datos oficiales más recientes disponibles, 3.7 millones de niños de entre 5 y 17 años ya trabajaban, aproximadamente el 13% de ese grupo de edad en México. Por ley, los niños en México pueden trabajar a partir de los 15 años si cumplen ciertos criterios, incluyendo la autorización firmada de sus padres.

Huyendo de la muerte

Daniel tenía 16 años cuando se unió a un cártel en un estado de la costa del Pacífico mexicano en 2021. El grupo se presentó en una fiesta a la que asistía y obligó a los jóvenes a unirse a punta de pistola.

Durante los tres años siguientes, Daniel trabajó para el cártel, se inició como “halcón” hasta convertirse en un sicario, e incluso llegó a cobrar dinero por protección. Muchos de sus amigos murieron en el camino, algunos a manos de rivales, otros a manos del propio grupo criminal; asesinados para dar ejemplo, porque se negaron a seguir órdenes o porque estaban maniobrando para ascender en la jerarquía.

En noviembre pasado huyó al norte de México para solicitar una cita de asilo en Estados Unidos, a través de la aplicación gubernamental CBP One, pero el programa fue desmantelado cuando Donald Trump asumió el cargo. Daniel lamenta haberse alejado de su pareja y su hijo de tres años.

Ahora se esconde cerca de la frontera. Teme por su vida y aún más de que su antiguo cártel vaya tras su pareja y su hijo por lo que planea ahorrar lo suficiente para pagarle a un traficante de personas que lo lleve a Estados Unidos.

“No tengo otra opción, tengo miedo de morir”, declaró a Reuters en el albergue para migrantes donde se alojaba.

Para Sol, su objetivo es empezar de nuevo. Estudia derecho y quiere construir una carrera y una vida estable lejos de la muerte y la violencia que causó y sufrió de niña.

Espera especializarse en derecho juvenil y ser mentora de niños más pequeños que se ven tentados por una vida delictiva.

“Nunca pensé que llegaría a los 20 años, siempre pensé que moriría antes”, dijo, conteniendo las lágrimas.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Menores reclutados por el crimen organizado deben ser atendidos como víctimas

Una de las consecuencias más nefastas que trajo la llamada “Guerra contra el Narcotráfico”, desatada durante el sexenio del presidente Felipe Calderón (2006-2012), fue el incremento de casos de niños, niñas y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada. Hoy en día, por desgracia, este fenómeno social sigue afectando a buena parte del país.

Si bien se desconoce cuáles son las dimensiones reales de este problema (el número de estos niños, niñas y adolescentes oscila entre 35,000 y 460,000, de acuerdo con el estudio que se cite), sí se tiene muy claro que se presenta con más frecuencia en aquellos estados donde la inseguridad, la extrema violencia y las actividades de los grupos delincuenciales son cotidianas.

Niños de secundaria y preparatoria, el ejército del narco en el Triángulo Rojo de Puebla

Padres de familia y maestros viven amenazados por tratar de alejar a los niños de estas actividades.

Los niños y adolescentes de por lo menos cinco municipios del Triángulo Rojo de Puebla cambiaron los cuadernos, los lápices y las mochilas, por armas, dinero o las drogas, se han convertido en el ejército de los grupos de la delincuencia organizada en esta región del estado, pues resulta más económico sostenerlo y son más leales, les han vendido su alma, cuerpo, así como sangre.

Armar a niños y adolescentes en Guerrero pone en “alto riesgo” su vida, dice CNDH

La Comisión dijo que se debe evitar que las niñas, niños y adolescentes se involucren en grupos de autodefensa en el estado.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pidió a autoridades federales y de Guerrero proteger a los menores de edad que aparecen en un video uniformados, con el rostro cubierto y portando armas.

Los niños y adolescentes de entre 6 y 19 años fueron presentados por como integrantes de la policía comunitaria organizada por la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF).

Niño nahua cambia el sueño de ser médico para defender a su pueblo

Emiliano se incorpora a la CRAC-PF como otros cuatro menores presentados hoy como parte de la policía comunitaria, mientras otros 14, algunos de seis años, entrenan para unirse al cumplir 12.

Emiliano quería ser médico. Soñaba con vestir un uniforme blanco y curar los males de sus parientes. Pero esa idea ya quedó atrás.

“Tenía que saber cómo defenderme”, dice despacio y quedito bajo un pañuelo gris que cubre parcialmente su rostro, mientras recarga ambas manos en la culata de una escopeta 410, color caoba.

A los 13 años cree que no tiene oportunidad de llegar a estudiar medicina, una aspiración legítima de todo ser humano.

Los cárteles reclutan jóvenes estadounidenses para traficar personas, drogas y hasta armas

Entre 2017 y 2018, más de 300 menores fueron detenidos por tráfico de personas o de drogas, según CBP. Las sustancias prohibidas se les han encontrado en sus vehículos, pegadas a sus cuerpos y hasta tragadas o escondidas en cavidades corporales, lo que, según el Fiscal del condado de Santa Cruz, George Silva, puede ser extremadamente peligroso.

Alicia es una madre de Arizona. Un día encontró cinco rifles de asalto y un chaleco antibalas entre las que consideraba pertenencias de su hijo menor de edad. “Pensé que me iba a morir, entré en pánico “, contó a la emisora KNXV TV. Cree que el adolescente, de 15 años, fue reclutado por un cártel de la droga para custodiar sus armas. Tuvo que denunciarlo ante las autoridades.

Oficiales de este estado colindante con México aseguran que las pandillas procedentes del otro lado de la frontera ya no dan abasto y reclutan de forma común y a menudo con el engaño a menores como el hijo de Alicia, quien no quiere revelar su identidad por temor a represalias.

Redim denuncia que menores de Guanajuato pasaron de víctimas a ser reclutados por cárteles

El director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez García, advirtió que a la par de los casos de homicidio, las desapariciones se han incrementado en Guanajuato. Indicó que aunque se tiene conocimiento de ocho casos, estos parecen un patrón de reclutamiento. El problema, es que es un tema que no se quiere reconocer.

La disputa entre grupos delincuenciales, la violencia homicida y el crimen común, no son ajenos para los menores de edad. El deterioro social ha hecho partícipes a adolescentes y niños, pero también los ha convertido en víctimas que reflejan el recrudecimiento de la inseguridad.

Cártel del Golfo recluta a menores como sicarios: ‘The Mirror’

MÉXICO, D.F: Una nota publicada el pasado 7 de agosto por el periódico británico The Mirror asegura que el Cártel del Golfo recluta como sicarios a menores de edad.


El diario incluyó varias imágenes que califica de “impactantes”, de los supuestos integrantes de la organización criminal que posan con armas largas, rifles, pistolas, cuchillos y hasta chalecos antibalas y equipo táctico.

Los menores, algunos de los cuales según The Mirror tienen “cara de niño” y con unos 12 años de edad, aparecen con una sonrisa, desafiantes, sosteniendo sus armas, que son “de la mitad del tamaño de su cuerpo”.

“Los chicos pertenecen al Cártel del Golfo, uno de los más antiguos de México. Las fotos se filtraron a un blog de México el martes acompañadas con el mensaje: ‘Somos sicarios y no nos da miedo mostrar nuestra cara, para que vean que puro Cártel del Golfo”’, dice la nota firmada por Anna Dubuis.

Según The Mirror, las autoridades dijeron que esto se ha convertido en una nueva estrategia entre organizaciones criminales para intimidar a grupos rivales.

De acuerdo a la página In Sight Crime (www.insightcrime.org), el Cártel del Golfo ha estado perdiendo terreno frente a sus antagonistas.

El pasado 4 de agosto el Blog del Narco publicó que en un correo electrónico recibió más de 100 imágenes de sicarios que presuntamente pertenecen al Cártel del Golfo.

El pasado lunes 10 el portal especializado en noticias de narcotráfico, afirmó que recibió un nuevo correo con otras 66 fotografías de presuntos integrantes del Cártel del Golfo.


En él se incluía un mensaje dirigido a Joaquín El Chapo Guzmán: “Puro sicarios del Cartel del Golfo, dando la cara para que vea Chapo Guzmán que no le tenemos miedo”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.