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Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, acorralada por proyectos mineros para el Tren Maya

José Luis Montero creció entre las montañas de la Reserva de la Biosfera de Los Tuxtlas, un área protegida en el estado de Veracruz, México. Por eso, sabe que el bosque de niebla en las partes altas y la selva tropical en las partes bajas se conectan entre sí por corredores naturales, donde la fauna transita para alimentarse, refugiarse y reproducirse.

Recuerda que, cuando era niño, ir al bosque era un viaje que imponía respeto, un camino casi místico. Pero ahora, parte de esos árboles que miraba en su infancia desaparecieron y han sido enterrados por retroexcavadoras que día y noche sacan piedra y arena de ese bosque. “Vemos armadillos, osos hormigueros, aves y fauna que no se veía antes en tierras bajas. Nos da gusto, pero también es una alerta, porque están huyendo, porque su casa ya no existe debido a la extracción de material”, dice José Luis.

La reserva de la que habla es un corredor biológico que pasa por el municipio de San Andrés Tuxtla, en el Golfo de México, donde se une la Laguna Encantada con el volcán San Martín. A pesar de que fue declarada reserva de la biosfera y área natural protegida desde 1998, en la actualidad se enfrenta a amenazas constantes como la deforestación, ya que el 80 % de su territorio es zona de amortiguamiento y solo el 20 % corresponde al área núcleo conservada.

Una muestra de ello es que, en 2014, ese corredor fue cortado a la mitad por un proyecto de minería de arena, roca y grava a cielo abierto. Desarrollarlo implicó talar árboles y abrir caminos en nueve hectáreas de terreno.

No ha sido el único caso. Actualmente, hay otros 12 proyectos extractivos que se encuentran en la zona de amortiguamiento de la reserva. Algunos extraen grava y arena; otros han surtido en los últimos años de balasto al Tren Maya, un proyecto prioritario para el gobierno de México. Esta roca de origen volcánico se usa debajo de los rieles del tren para dar soporte y estabilidad.

La principal zona de explotación de balasto —donde hay cuatro minas a cielo abierto— se encuentra en el cerro de Balzapote, al norte de San Andrés Tuxtla. Allí también están los últimos reductos de bosque alto perennifolio (conocido como bosque “siempreverde”, pues sus árboles no pierden las hojas en todo el año) de la región. Ese cerro es hábitat de al menos 60 especies de mamíferos de las 139 que hay registradas en la reserva. Además, se encuentran aves migratorias y más de 300 individuos de mono araña.

Las explotaciones se encuentran, a su vez, a solo tres kilómetros del volcán San Martín, que hace parte del núcleo I de conservación de la reserva. Allí quedan algunos de los últimos fragmentos de selva tropical y de bosque de niebla del país, es decir, es un área clave para captar agua de lluvia, regular el clima y almacenar carbono.

Por eso, en 2014, cuando la Administración Portuaria de Veracruz solicitó un permiso para explotar balasto, diez científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pidieron frenar la autorización y advirtieron del grave daño ambiental que podría generar el proyecto. En una opinión técnica insistieron con que Balzapote es parte de un corredor que permite la migración, el intercambio genético y el acceso a recursos vitales para numerosas especies, y que su pérdida representaría un grave desequilibrio ecológico.

Sin embargo, las advertencias fueron ignoradas. En 2020, el permiso obtenido por la administración portuaria fue transferido a una empresa que, en 2021, avanzó con la explotación de balasto para el desarrollo del Tren Maya, a pesar de no contar con los permisos por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat). Por esto fue sancionada con una multa de 85 000 dólares y la clausura temporal de las operaciones.

Un área natural protegida amenazada

Esta no ha sido la única amenaza a la conservación de la zona. En los límites de la Reserva Los Tuxtlas, que abarca más de 155 000 hectáreas, se han instalado otros 15 proyectos de extracción de grava, arena y balasto. De estos, solo la mitad cuenta con permisos vigentes, según información solicitada vía transparencia a la Semarnat.

Aunque el impacto ambiental es visible, las cifras de los daños provocados por la explotación varían según la fuente. La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) reportó haber recibido 18 denuncias por tala clandestina y por extracción de balasto y material pétreo sin permisos. Por su parte, la administración de la reserva ha registrado 33 notificaciones relacionadas con estas actividades.

Sin embargo, solo en 10 casos se han iniciado expedientes administrativos y apenas en dos de ellos, en Balzapote, se han aplicado sanciones económicas, que ascienden a más de 3 millones de pesos mexicanos (150 000 dólares) por adelantar trabajos sin los permisos necesarios.

Entre otras afectaciones que la Profepa ha documentado, se encuentra una visita de inspección realizada en agosto de 2023 a San Andrés Tuxtla, donde se detectó la tala ilegal de 189 árboles. También, en junio del 2024, los impactos que causó un incendio en la selva alta perennifolia, en la zona de amortiguamiento de la Reserva los Tuxtlas, generado por una quema sin medidas de prevención.

El avance de la deforestación es evidente. Datos de Global Forest Watch indican que, entre 2002 y 2023, Los Tuxtlas perdió 794 hectáreas de bosque primario húmedo. Esta cifra representa el 15 % de toda la superficie forestal que se ha perdido en la región durante ese periodo. De igual forma, un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Ecología AC, entre 2006 y 2016, documentó una pérdida neta de 1776 hectáreas de cobertura forestal en 10 años en la reserva. Y 313 hectáreas eran de las zonas núcleo de conservación, principalmente en la sierra de Santa Marta y el volcán San Martín.

La minería es la principal amenaza

La Reserva de Biosfera de Los Tuxtlas es un área natural protegida en la llanura costera del Golfo de México, que, además de albergar los últimos remanentes de bosque tropical perennifolio o “siempreverde”, resguarda al bosque mesófilo de montaña —árboles que crecen en las montañas donde hay neblina y mucha humedad—. Por esa combinación de ecosistemas, el área cuenta con una rica biodiversidad de aves, mamíferos y reptiles, algunos en peligro de extinción.

Sin embargo, desde la creación de la reserva se han impulsado actividades como la minería bajo “permisos estrictos”, lo que contribuye a la degradación del área natural protegida.

Como se evidencia en los datos de transparencia entregados por las autoridades ambientales a Mongabay Latam, la mayoría de los proyectos de extracción no cuentan con las autorizaciones y estudios necesarios en materia de impacto ambiental.

Desde 2010 hasta 2023, la Secretaría de Medio Ambiente y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas han rechazado ocho proyectos de extracción minera en la zona de amortiguamiento. A pesar de ello, algunos proyectos siguen avanzando.

La zona ha sido codiciada desde los años 70 y 80, cuando las primeras empresas llegaron para explotar el banco de roca para la construcción de la terminal marítima Dos Bocas, en el estado de Tabasco, y, luego, para la ampliación del puerto de Veracruz.

María, que vive frente a la playa del Balzapote y pidió mantener su verdadero nombre bajo reserva por temor a represalias, reconoce que el territorio era diferente: “Aquí era bonito, hay fotos que muestran que había pura playa corrida, pero el paisaje cambió. Antes se escuchaban los monos en las mañanas y en las tardes, ahora solo se escuchan los ruidos de las máquinas”.

Patricia Escalante, una de las científicas que firmó el documento para alertar por los daños a la reserva, lamentó que haya oídos sordos por parte de las autoridades ambientales, como la Secretaría de Medio Ambiente y la Comisión de Áreas Naturales Protegidas. “Bajo el pretexto de que el Tren Maya es un proyecto de prioridad nacional, se han omitido los dictámenes de afectación”, aseguró.

Los habitantes de la zona también destacan otro proyecto minero que en 2013 hizo una solicitud ante la Semarnat, pero el permiso fue negado por la “baja calidad en los datos proporcionados”. Dos años después, en 2015, se volvió a ingresar la solicitud y, aunque la Semarnat entregó la autorización, estableció algunos condicionantes, como hacer áreas de conservación, reforestación y rescate de fauna.

Sin embargo, según defensores ambientales y habitantes de Los Tuxtlas, las acciones de reducción de impactos no han ocurrido. Lo cierto es que las imágenes satelitales evidencian cómo la excavación inició en 2014 y, desde entonces, ha avanzado a pasos agigantados. “Hemos visto cómo avanza la devastación, cómo han sido talados los árboles ancestrales. Nos preocupa, sobre todo, el tema del agua”, insiste José Luis.

¿Balasto sin permisos para el Tren Maya?

La extracción de material pétreo inició hace cinco décadas para la construcción de escolleras y carreteras, pero aumentó hacia 2021 debido principalmente a la demanda de balasto que generó el proyecto del Tren Maya.

Ese es el caso de una empresa que en 2023 solicitó un permiso para extraer balasto de un predio dentro de la zona de amortiguamiento, pues buscaba venderlo para el desarrollo del Tren Maya. El proyecto planteaba extraer más de 200 000 toneladas de material durante cinco años. Aunque el permiso fue negado por la Semarnat, por “contravenir el equilibrio ecológico”, el proyecto siguió avanzando, como se puede observar en imágenes de Google Earth.

Las imágenes satelitales de la zona también evidencian más de 15 áreas de extracción en los límites de la reserva. Según Paola Balderas, integrante del Colegio de Biólogos de México y asesora ambiental en la región, tres de esas zonas vendieron balasto al Tren Maya en 2021. Otras minas abrieron, pero no pudieron vender porque no cumplieron con la calidad que se requería. Sin embargo, insiste, su extracción sí dejó impactos en el territorio, como la alteración de los suelos, la modificación del paisaje y la deforestación.

Balderas también advierte que es “preocupante” que solo una mínima parte de estas 15 extracciones —alrededor de cinco— tengan un permiso vigente. En sus palabras, esto quiere decir que en la mayoría de explotaciones se extrae el material sin conocer los impactos ambientales.


“El estudio de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) es para identificar los impactos al suelo, por lo que debe hacerse un análisis del terreno y del entorno, así como hacer la propuesta de mitigación y establecer las medidas de compensación. Sin ello, estamos a la deriva”, insiste.

Como afirmó el entonces director de la Procuraduría del Medio Ambiente de Veracruz, Sergio Rodríguez, en una rueda de prensa en 2022, la entidad realizó inspecciones y sancionó a los proyectos que no contaban con el permiso para extraer material de Los Tuxtlas. Incluso, indicó que se hicieron convenios de compensación ambiental.

Sin embargo, en la actualidad, la dependencia se ha negado a dar los detalles de los procedimientos iniciados contra las empresas involucradas, manifestando que se trata de información confidencial.

El programa de manejo de la reserva advierte que, en época de lluvias, las áreas de extracción ocasionan gran cantidad de arena y piedra que es arrastrada hacia las poblaciones, a la laguna de Catemaco y hacia el mar. Además, menciona que los camiones cargados con material pétreo causan la compactación del suelo y que el aprovechamiento se ha realizado sin ningún tipo de medidas preventivas y correctivas de los impactos. También menciona que muchas de estas actividades se han realizado al amparo de permisos vencidos o sin permisos.

Deforestación por tabaco y ganadería

La Reserva de Biosfera de Los Tuxtlas también enfrenta una fuerte presión debido al crecimiento poblacional dentro de sus límites. Con más de 31 000 habitantes en su territorio, las actividades humanas han reducido drásticamente la superficie forestal: actualmente sólo el 38 % conserva su cobertura boscosa original, mientras que el 62 % del territorio se dedica a actividades agropecuarias, según el programa de manejo de la reserva.

Además de la extracción de material pétreo, los principales motores de la deforestación en el área protegida son la ganadería extensiva y los cultivos de tabaco. Todas estas actividades ocupan más de 4000 hectáreas dentro de la reserva.

José Luis Montero ha sido testigo de esta transformación y señala que el cultivo de tabaco es altamente agresivo con el entorno, debido al uso intensivo de agroquímicos como fungicidas, fertilizantes y plaguicidas. Según dice, los tabacaleros usaron la necesidad económica de los ejidatarios —habitantes que tienen derecho a usar y trabajar una parte de tierra que pertenece a una comunidad— para extenderse comprando tierras.

“Los tabacaleros rentaban tierras a 30 000 o 25 000 pesos (entre 1300 y 1600 dólares) por una hectárea, eso era como sacarse la lotería para el campesino. Pero el costo es alto, están usando productos tóxicos en la parte alta que llegan a nuestros ríos y matan toda la biodiversidad”, afirma.

Karina Boege Paré, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, y quien trabaja en la región con un modelo de ganadería sostenible, advierte que aunque la reserva fue decretada hace más de 25 años como área natural protegida, en la práctica enfrenta devastación ambiental, ausencia institucional y un modelo extractivo que pone en riesgo su biodiversidad.

Boege relata un caso alarmante sobre cómo la desconexión entre lo que ocurre en la montaña y en las ciudades vecinas genera impactos reales. “San Andrés Tuxtla depende del agua que viene del volcán de San Martín y de los ejidos que están allá arriba. Y no hay ese aprecio, ese reconocimiento”, dice.

“El año pasado San Andrés se quedó una semana sin agua porque desmontaron para sembrar tabaco, y eso tapó las tuberías que surtían el agua del pueblo. Falta una responsabilidad territorial. Si se llegara a secar la Laguna Escondida por las graveras, ¿de quién sería la culpa? No hay herramientas legales para que quien cause estos daños ecológicos pague las consecuencias”, insiste.

Falta de presupuesto e inseguridad

A la problemática ambiental se le suma el abandono institucional por la falta de presupuesto y de vigilancia. Desde 2015, la reserva carece de un inspector de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). El último encargado, Miguel Ángel Puga Hernández, desapareció ese año y su camioneta fue hallada calcinada en un municipio cercano. Desde entonces no se sabe de su paradero.

La Profepa no ha enviado a un nuevo inspector a pesar de que el presupuesto para vigilancia de las 155 000 hectáreas de la reserva oscila en los 2 000 000 de pesos anuales (unos 108 000 dólares). Aunque Mongabay Latam consultó a la Profepa sobre las condiciones de seguridad en la zona y sus labores de vigilancia, al cierre de esta edición no se recibió respuesta.

Activistas y ambientalistas locales reconocen el deterioro de la zona, pero aseguran que temen hacer denuncias públicas por miedo a represalias por parte de empresas y autoridades municipales. La falta de vigilancia oficial, señalan, ha incrementado la vulnerabilidad de quienes intentan defender el territorio.

Patricia Escalante, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM, lleva diez años trabajando en la zona y advierte que es urgente un programa integral de inspección y vigilancia con mayor personal y recursos. “La reserva está muy abandonada. Cada vez se está deteriorando más, es como tierra sin ley. No se respetan las restricciones que marca el plan de manejo y nadie vigila”, dice.

La esperanza que se mantiene

A pesar de todas las amenazas que enfrenta la Reserva de Biosfera Los Tuxtlas, la investigadora Escalante ha logrado reintroducir 250 guacamayas rojas, una especie que tenía 60 años sin registros en el lugar. Por eso piensa que no todo está perdido: “Sí se puede recuperar la reserva. Ya sabemos que se deforestó… ahora hay que restaurar. Y no lo podemos hacer solos”.

Frente a la falta de recursos y desatención por parte del Gobierno, comunidades, mujeres ganaderas y organizaciones civiles han asumido, desde los años 90, la defensa activa de la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas.

Susana Rocha, que forma parte de la Asociación Senderos y Encuentros para un Desarrollo Autónomo Sustentable (Sendas), destaca una decena de proyectos comunitarios para proteger manantiales que abastecen de agua a San Andrés Tuxtla. “Se han reforestado manantiales y se han adoptado prácticas sostenibles como la milpa [un sistema de cultivo tradicional], intercalada con árboles frutales y curvas de nivel”, explica.

Uno de los mayores esfuerzos se ha centrado en la Laguna de Sontecomapan, donde “se han restaurado más de 40 hectáreas de manglar desde 2014”, confirma Rocha. En esta zona estratégica, entre San Martín y Santa Marta, se han abierto canales para recuperar la hidrología y se promueve la educación ambiental con murales colectivos, talleres y recorridos con escuelas.

También existe la red de Ganadería Sostenible, creada en 2019, que ha logrado integrar a más de 30 ranchos en prácticas regenerativas.

Rocha insiste en que es urgente una política territorial integral: “Aquí vivimos todos y somos los beneficiarios de la salud de estos ecosistemas o los perjudicados por su deterioro. Hace falta que las instituciones cumplan con su parte y que se fortalezcan las iniciativas que ya están en marcha”.

José Luis Montero también piensa que hay que actuar desde lo local. Dice que cuando vio el impacto del corredor biológico le dieron ganas de llorar, pero también de hacer algo por la tierra que ha pasado por varias generaciones de su familia.

Así ha impulsado prácticas de ganadería sustentable y de conservación de suelos en los alrededores de La Laguna Encantada. “Sembramos árboles nativos y dejamos parcelas para regeneración natural. Ya llevamos más de siete años de prácticas sustentables en el rancho”, relata. Hoy, parte de su predio luce como un bosque regenerado, un ejemplo de que la restauración ecológica es posible.

La bióloga Patricia Escalante señala que los cultivos de sombra como el cacao, la vainilla, la pimienta y la canela también ofrecen alternativas viables para las comunidades, al tiempo que conservan el hábitat para aves y otras especies. “No es lo mismo que la selva, pero es lo más cercano, y se recuperan muchas especies”, reflexiona.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: FLAVIA MORALES.

El campo de golf no es de Salinas Pliego y no lo quiso comprar, dice el Presidente

El mandatario explicó que, luego de que Salinas se negara a comprar el terreno por 420 millones de pesos, el Gobierno procedió a declararlo como Área Natural Protegida, por que el arribo de los elementos de la Guardia Nacional fue para proteger el bien que ahora es público.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador extendió las razones por las que la Guardia Nacional (GN) llegó ayer al campo de golf Tangolunda en Huatulco, Oaxaca, hecho que generó molestia al empresario Ricardo Salinas Pliego, quien era concesionario de dicho terreno.

Durante la conferencia de prensa matutina de este viernes, el mandatario federal informó que el terreno correspondiente al campo de golf, el cual conecta con una playa, es propiedad de la Nación y que el magnate únicamente tenía una concesión, la cual venció.

Guardia Nacional toma club de golf Tangolunda, concesionado a Salinas Pliego

El área es operada por el empresario Ricardo Salinas Pliego mediante una concesión que vencía en 2027, pero el gobierno federal la declaró parque nacional mediante un decreto del 26 de febrero.

Elementos de la Guardia Nacional se desplegaron en las inmediaciones del club de golf que se ubica en el parque Tangolunda, en Huatulco, Oaxaca.

El área es operada por el empresario Ricardo Salinas Pliego mediante una concesión que vencía en 2027, pero el gobierno federal la declaró parque nacional mediante un decreto del 26 de febrero.

El Gobierno de AMLO es el que más ha declarado Áreas Naturales Protegidas; ya suma 43

La Semarnat publicó el lunes en el Diario Oficial de la Federación (DOF) 20 ANP nuevas. Siete de ellas fueron clasificadas como Santuario; cuatro, como Parque Nacional; cuatro, como Protección de Flora y Fauna; tres, como Área de Protección de Recursos Naturales; y dos, como Reserva de la Biósfera.

María Luisa Albores González, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó la mañana de este martes que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya se convirtió en el que más ha declarado Áreas Naturales Protegidas (ANP), ya que ayer se anunciaron 20, con lo que se llegó a 43 decretadas durante esta administración y a un total de 225 en México.

La reserva de Calakmul se amplía, no se destruye: AMLO sobre construcción de hoteles

El presidente aseguró que estos hoteles no serán un precedente para que lleguen otras empresas a querer construir más instalaciones turísticas que puedan generar daños a la biósfera.

“No se está destruyendo absolutamente nada; al contrario, la reserva de Calakmul se amplía”, respondió el presidente Andrés Manuel López Obrador al reportaje de Proceso, que en la edición de diciembre apunta a cambios en mapas que hicieron autoridades en materia ambiental para adecuar la viabilidad de la construcción de hoteles en ese patrimonio.

Dijo que Calakmul será después de la Amazonia, la reserva más grande de América, pero con las nuevas construcciones, “no pasa nada, y va a venir a explicarlo María Luisa Albores”, y agregó: “Vi los encabezados de Carmen Aristegui, de cómo se están destruyendo las reservas con los hoteles que está construyendo la Secretaría de la Defensa”.

Habitantes de Xochimilco logran que predio donde construirían cuartel quede intacto

Las autoridades de la CdMx dieron marcha atrás con el decreto con el que, en diciembre pasado, habían cedido tierras de un predio en el sur de la capital para la construcción de un segundo cuartel de la Guardia Nacional en la zona, presionadas por la demanda de amparo de pobladores, que había congelado las obras hasta nuevo aviso.

Las comunidades y pueblos originarios de Xochimilco, la Alcaldía ubicada en el sur de la Ciudad de México, lograron esta semana una importante victoria en la defensa de su territorio y, sobre todo, de zonas protegidas, ya que no se construirá  un nuevo cuartel de la Guardia Nacional, algo que los involucrados calificaron como “un triunfo” y una reinvindicación de sus derechos y el cuidado del medio ambiente.

Y es que el 15 de agosto en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México se publicó un decreto por el que se abroga la desincorporación de una fracción de terreno del vivero “Nezahualcóyotl”, el cual iba a destinarse para la construcción de un cuartel de Guardia Nacional.

Los impactos del Tren Maya amenazan la salud de la laguna de Bacalar

La población de Bacalar se ha dividido: algunos alertan sobre los daños ecológicos y los impactos urbanos de la obra; otros dicen que la comunidad debe dar la bienvenida al “desarrollo”.

Cuando a principios de julio se enteraron de que el Ejército estaba rellenando el Estero de Chac para construir el tramo 6 del Tren Maya, los habitantes de Bacalar se acordaron de lo que pasó hace unos 25 años, cuando el gobierno de Quintana Roo tapó la desembocadura para construir una carretera y el nivel de la laguna subió por arriba de los muelles.

Habitantes logran salvar (por el momento) el Bosque de Cobos de proyecto inmobiliario

En Aguascalientes, con una actual sequía extrema, una empresa inmobiliaria pretende construir un fraccionamiento muy cerca del Bosque de Cobos, el pulmón de la capital hidrocálida y recarga de acuífero. De momento, la obra está suspendida por un amparo solicitado por la ciudadanía y guardabosques.

Por falta de estudios ambientales previos, habitantes de Aguascalientes obtuvieron una suspensión definitiva contra la instalación del fraccionamiento “Villa Portia” cerca de Bosque de Cobos, una Área Natural Protegida que es fuente de agua, regulación térmica y sede de vestigios arqueológicos, muestra el documento sobre el juicio de amparo 602/2023-VI.

Denuncian destrucción del bosque y barrancas de San Pedro Cuajimalpa

Integrantes de Cuauhximalpan denunciaron la tala del bosque de San Pedro Cuajimalpa y San Pablo Chimalpa para rellenar con escombro las orillas de donde se cruza el río Chamixto y Oyametitla, así como la apertura de un drenaje que desemboca en el río.

Agregaron que también se comenzó a abrir un camino entre el monte, para el que se ha talado y removido el suelo en zona forestal para la entrada de maquinaria desde Santiaguito en dirección a la zona de minas.

Más de 16 mil hectáreas del Fonatur serán Áreas Naturales Protegidas, anuncia May

Durante la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador, el funcionario destacó que “con ello se contribuirá a garantizar al pueblo su derecho a un medio ambiente sano y a proteger especies en peligro de extinción”.

Javier May Rodríguez, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), informó la mañana de este jueves que 16 mil 414 de sus hectáreas, ubicadas en seis estados del país, serán declaradas como Áreas Naturales Protegidas (ANP).

Defensores realizan jornada de limpieza en el bosque El Nixticuil

El Comité en Defensa del Bosque Nixticuil realizó el fin de semana una jornada de limpieza en una cañada del bosque amenazada por los incendios, los desechos industriales y el gobierno de Zapopan, Jalisco.

La jornada de limpieza se realizó en uno de los límites del área protegida en la que el gobierno de Zapopan excluyó más de 3.5 hectáreas de ser protegidas, explicaron los defensores.

Urbanización y despojo cultural, principales amenazas contra el humedal de Xochimilco

La construcción del puente vehicular de Cuemanco, la presión urbanística, la permisividad en las obras para levantar un set de filmación en la zona ejidal y la construcción actual de instalaciones de la Guardia Nacional junto a la zona chinampera de San Luis Tlaxialtemalco son algunos de los problemas que enfrenta la población para proteger el humedal de Xochimilco, denunció la campaña #YoProtejoElHumedal.

En un comunicado, difundido por la Coordinación de Pueblos, Barrios Originarios y Colonias de Xochimilco, la campaña señaló que además de la problemática traída con la urbanización y las distintas obras en la zona, se encuentra también que el suministro de agua tratada para los canales de Xochimilco y el Parque Ecológico «es diametralmente desigual con la zona chinampera de vocación agrícola», así como que la sobreextracción de agua forma grietas y hundimientos en diferentes partes de la región.

Minera Peña Colorada construiría depósito de residuos; 439 hectáreas de bosque en Colima en riesgo

El objetivo es conformar una zona Dry-Stack para el depósito de residuos mineros con la menor humedad posible, con una inversión estimada de 200 millones de dólares.

La minera trasnacional Peña Colorada solicitó autorización en materia ambiental para desarrollar su proyecto denominado “Ampliación centro industrial Paticajo”, que consiste en la construcción y operación de un depósito de residuos o jales secos, en conjunto con obras asociadas, que afectarían una superficie de 439.57 hectáreas de bosque de encino y selva baja caducifolia.

Aunque la empresa reconoce que “el proyecto generará una serie de impactos ambientales de naturaleza negativa, de los cuales, los de mayor relevancia son: la pérdida de cobertura vegetal, pérdida del hábitat y modificación del patrón hidrológico”, asegura que ningún impacto ambiental comprometerá la continuidad de los procesos naturales.

Solicitan apoyo urgente contra incendios en territorio Wirikuta

El colectivo Tierra Vida lanzó una petición de apoyo urgente para sofocar el incendio que arrasa con el área natural “Sitio Sagrado Natural de Wirikuta y la Ruta Histórica Cultural del Pueblo Wixárica”, en San Luis Potosí, pues hasta ahora los comuneros, bomberos y brigadistas «no han recibido el apoyo necesario del gobierno del estado para mitigar el fuego».

Los activistas indicaron que hasta el momento el fuego ha arrasado con 517 hectáreas de área natural en el Astillero, Villa de Guadalupe, Ojo de Agua y La Sierra de Catorce, lo que provocado el desalojo de las familias.

Denuncian defensores tercer incendio provocado en el Bosque El Nixticuil

El Comité en Defensa del Bosque El Nixticuil denunció este miércoles el tercer incendio en la semana provocado en el área natural de Jalisco, específicamente alrededor del terreno donde empresas pretenden construir el fraccionamiento Verde Serena.

Los defensores acudieron a sofocar el fuego y notificaron que una persona fue detenida por provocar el incendio y trasladada a la Fiscalía de Jalisco por delitos ambientales.

Recortarán el cerro de Chiconautla para dar funcionalidad al nuevo aeropuerto

Quitarían 26 metros de altura de ese emblemático lugar: Hernández Soriano.

Ecatepec, Méx: El proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM) prevé rebanar al menos 26 metros de altura al cerro de Chiconautla, ubicado en los límites de los municipios de Ecatepec, Tecámac y Acolman, pues según el Grupo Aeroportuario interferiría con el despegue de los aviones en la pista número 3. La obra implica una devastación ambiental, consideró el diputado federal Rafael Hernández Soriano, presidente de la comisión de seguimiento del proyecto.

Velasco no es un muy verde que digamos: chiapanecos reclaman la destrucción de los humedales

León Enrique Ávila, profesor en Desarrollo Sustentable en la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH), afirmó que Marco Antonio Cancino González, Presidente Municipal de San Cristóbal de Las Casas, y el propio Gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello, ambos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), tienen intereses apartados de la protección del medio ambiente y cercanos a lo económico. “Nos parece muy grave lo que está pasando en los humedales. La tarea de las autoridades es defender y proteger estos espacios porque eso dota de agua a la ciudad e implica una perspectiva de futuro sustentable, pero en la práctica avala los procesos de destrucción de los humedales. La evidencia está en que hay un Gobernador y un Presidente Municipal que vienen del Partido Verde Ecologista y les vale la ecología y el medio ambiente”, denunció.

Habitantes de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, denuncian el saqueo de los Humedales de Montaña María Eugenia. Los vecinos del municipio se oponen a la construcción de locales comerciales sobre una fracción de las 115 hectáreas que componen el ecosistema de donde proviene el 70 por ciento del agua potable de la ciudad a través del sistema de bombeo del Sistema de Agua Potable y alcantarillado Municipal (SAPAM).


De acuerdo con la propia Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semah), Humedales de Montaña María Eugenia fue decretada en 2008 Zona Sujeta a Conservación Ecológica. La dependencia local plantea que el ecosistema juega un papel “fundamental” para controlar las inundaciones, además de que fungen también como “importantes reservorios” de agua subterránea que los habitantes aprovechan a través de pozos profundos y superficiales.

La pérdida de bosques y selvas en México subió 36% en 2016 por agro, minería y turismo, denuncia ONG

Chiapas y la Península de Yucatán –que comprende los estados de Quintana Roo, Yucatán y Campeche– han sido las regiones más deforestadas del país, a causa de la agricultura que incluye cultivos transgénicos, actividades mineras y también por la construcción de infraestructura turística. Campeche es el estado más deforestado de toda la Península de Yucatán, con 54 mil 761 hectáreas de selva tropical perdida, o sea 22 por ciento del total deforestado a nivel nacional. Ese territorio, junto con el de Quintana Roo, Yucatán y Chiapas suman 150 mil hectáreas deforestadas, que es casi el total de lo que mide la Ciudad de México.

La República Mexicana perdió 253 mil hectáreas de bosques en 2016, es decir 36 por ciento más que el año pasado, alertó Reforestamos, asociación civil aliada con Global Forest Watch (GFW).

22.56% de bosques y selvas, concesionado a actividades mineras: ONG

Los estados con mayor afectación son: Baja California, Coahuila, Baja California Sur, Jalisco y Chihuahua.

El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) alertó que de las  64.5 millones de hectáreas de bosques y selvas que hay en México, el 22.56% se encuentra concesionado o asignado para el desarrollo de actividades mineras.

Además, “las concesiones mineras otorgadas a empresas tanto nacionales como internacionales se empalman con al menos 42% de los núcleos agrarios forestales que hay en nuestro país”. 

Inmobiliarias se comerán también la Barranca de Tarango, pulmón de la CdMx, alertan ciudadanos

Cuando se construyó la Supervía Poniente, para evitar una especulación inmobiliaria, la Barranca de Tarango –el único pulmón que le queda al poniente de la Ciudad de México– fue decretada como Área de Valor Ambiental en 2009. Sin embargo, en junio de este año el Gobierno de Miguel Ángel Mancera denominó a la zona en la Gaceta Oficial como un Sistema de Actuación por Cooperación (SAC) argumentando que tiene un altísimo potencial para el desarrollo inmobiliario. En el marco del derrumbe de edificios habitacionales nuevos en la capital del país tras los sismos, miles de colonos de la Delegación Álvaro Obregón y Martha Delgado Peralta, la ex Secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México, exigen la derogación de este acuerdo porque su infraestructura de transporte e hidráulica está en riesgo.

La Barranca de Tarango, la única que queda sin urbanizar al poniente de la Ciudad de México, está bajo el acecho de las desarrolladoras inmobiliarias luego de que en junio el Gobierno de la Ciudad de México determinó que la zona sea un Sistema de Actuación por Cooperación (SAC) a pesar de que en 2009 fue decretada como un Área de Valor Ambiental (AVA), advirtió Martha Delgado Peralta, integrante de la Fundación Pensar y la ex Secretaria de Medio Ambiente de la capital (2006-2012).

Esta barranca de 270 hectáreas se ubica en la Delegación Álvaro Obregón, al sur de la ciudad, y tiene una importancia estratégica para la recarga del acuífero capitalino, además de recibir la migración de flora y fauna expulsada por el boom inmobiliario.