jueves, 1 de febrero de 2024

Taxco: la violencia paraliza el transporte y el turismo por 11 días

La violencia criminal ha carcomido toda actividad económica en Taxco y ha sumido a la ciudad en un caos sin transporte público, mientras que el alcalde se paseaba por Europa.

Las calles empedradas de Taxco están casi vacías, la ciudad colonial de Guerrero que está acostumbrada a recibir miles de turistas nacionales y extranjeros ahora parece abandonada.

Los negocios de venta de plata están abiertos, los restaurantes y demás locales, pero los vendedores están en sus puertas esperando compradores que no llegan. No hay turismo, se cumplieron once días de que los transportistas locales decidieron parar debido a ataques armados y amenazas, y la población ha preferido no salir de sus casas.

La violencia criminal ha carcomido toda actividad económica en Taxco. En los últimos dos años las organizaciones criminales de La Familia Michoacana y Los Tlacos han sembrado el temor entre los pobladores, porque se han apoderado mediante el cobro de cuotas de la distribución y comercialización de la carne, de los materiales de construcción, de la tortilla, la harina y sus derivados, del agua embotellada, de la cerveza y el refresco, de la plata, del turismo y del transporte.

En el Zócalo de Taxco lo que abunda son los comerciantes ambulantes con artesanías y los guías turísticos desesperados por atrapar a un cliente, también hay grupos de agentes de la Guardia Nacional que atraviesan a pie la explanada frente a la icónica parroquia de Santa Prisca y San Sebastián. A pesar de ello, la violencia y el miedo se respira en Taxco, porque nadie quiere hablar abiertamente de lo que ocurre.

La escasez del transporte

En la avenida Los Plateros no hay ningún vehículo de servicio público que lleve a las personas que llegan a la central de autobuses Estrella de Oro, la única empresa que tiene viajes de Chilpancingo, la capital de Guerrero, a Taxco. Los pasajeros deben caminar hasta su destino o esperar que familiares acudan por ellos.

La crisis del transporte comenzó el sábado 20 de enero, luego de que hombres armados interceptaron y atacaron a balazos a un conductor de una urvan en la avenida Juárez, atrás del ex Convento, cerca del Centro.

El chofer falleció cuando paramédicos de Protección Civil lo trasladaban hacia el hospital.

El asesinato detonó el temor entre los conductores de los taxis y Urvan del transporte público, aunque la razón principal de los choferes es que era la única forma de rebelarse contra las organizaciones criminales que los obligaban a ser sus informantes.

Los choferes de combis y taxis se hartaron porque debían colaborar para los grupos de La Familia Michoacana y Los Tlacos, e informarles de la entrada o salida de la ciudad de sus rivales, la llegada del Ejército o de personas sospechosas.

La suspensión total del transporte público se concretó la mañana del lunes 22 de enero, ninguna unidad de las más de 30 rutas locales circuló en la ciudad. Provocó que las clases de todos los niveles educativos se suspendieran y que en los comercios faltaran clientes, ante el temor, los habitantes prefirieron encerrarse en sus viviendas.

Debido a la crisis, el ayuntamiento habilitó cerca de 10 vehículos -camionetas y una ambulancia- de la Policía Municipal, de Protección Civil y del DIF Municipal para dar “aventones” a la población en algunas colonias.

La ambulancia en la que falleció el conductor del transporte público ahora recorre del Centro de la ciudad a las colonias hacia el sur, rumbo a la salida a Iguala.

Otras dos camionetas de Protección Civil y del DIF se estacionan en la Plazuela de San Juan, cerca del Centro de la ciudad. Ahí hay soldados del Ejército y agentes de la Guardia Nacional dan seguridad mientras que los habitantes abordan la batea de los vehículos y se dirigen a las colonias Pedro Martín, Gigante y Casahuate.

Once días sin transporte público local y la ciudad que vive de la actividad turística es la que sufre las consecuencias. El fin de semana, el tianguis de la plata lució vacío porque ningún comprador llegó. Tampoco se instaló el tianguis campesino, donde pobladores de las comunidades de Taxco acuden a vender sus productos a la ciudad.

El crimen controla todo

En Taxco, las organizaciones del crimen organizado están en pugna porque buscan controlar cada sector de la economía. Sin embargo, casi nadie quiere denunciar, los pobladores perciben que están vigilados.

El miedo no es para menos, quienes se han resistido han sido blancos de ataques armados o privaciones de la libertad.

Uno de los ejemplos son 12 trabajadores del relleno sanitario de Taxco que fueron secuestrados por uno de los grupos delictivos, solo cuatro pudieron retornar del cautiverio, pero de ocho no se sabe nada. Tampoco sus familiares han protestado para que las autoridades los sigan buscando por temor.

De acuerdo con un empresario hotelero, quien pidió el anonimato, en Taxco se tiene la infraestructura de 22 hoteles y dos casas de huéspedes con categoría turística, pero los últimos días estuvieron casi vacíos. 

En la ciudad colonial guerrerense cuando no son vacaciones, los días fuertes de llegada de turistas son de viernes a domingo. Sin embargo, con la escasez del transporte los visitantes se esfumaron el fin de semana pasado, de registrar ocupaciones regulares del 80 por ciento bajó a un 15 por ciento durante el sábado 28 de enero y 29 por ciento el domingo.

El problema es que el turismo se ha visto disminuido no sólo por el reciente paro del transporte público, reconoce el empresario, sino que al menos desde hace dos años las organizaciones criminales en pugna han estrangulado la economía local, los han puesto al límite.

Lo primero que aumentó fue el precio de la tortilla porque las cuotas también lo hicieron, quienes no hicieron caso vivieron ataques armados. Le siguieron las ferreterías y los negocios de materiales de construcción, los negocios de agua embotellada, y como ocurre en Tierra Caliente desde hace años, el refresco y la cerveza sólo puede ser distribuido por un particular en las tiendas de la ciudad. También se ha acaparado la distribución de la carne de res, de puerco, de pollo, el huevo y la harina. El costo para comer un pan en Taxco depende de la delincuencia.

Para los hoteleros se ha vivido un ambiente tenso, porque el sector turístico también está empezando a ser controlado por la criminalidad. Cada artesano platero paga una cuota todos los fines de semana. Aunado a ello, hay guías turísticos que pertenecen a los grupos delictivos, y se cobra derecho de piso en lugares emblemáticos como El Cristo, Las pozas Azules de Atzala, y la iglesia de Santa Prisca y San Sebastián.

Las versiones oficiales

Para el gobierno del estado que encabeza la morenista, Evelyn Salgado Pineda, lo que ocurre en Taxco se debe a una pugna entre grupos delincuenciales. Según la Fiscalía General del Estado (FGE), el jefe de La Familia Michoacana en Taxco es Roberto Carlos Zagal Jacobo, alias El Pelón, hijo de Ranulfo Zagal Maldonado, alias El Rany, quien incluso fue jefe de escoltas del ex presidente municipal panista, Ramiro Jaimes Gómez, en el periodo 2006-2009.

El grupo rival de la Familia Michoacana son Los Tlacos, que en esa zona Norte de Guerrero se ha aliado con otros grupos y se denominaron como Federación Guerrerense para pelear territorio, sobre todo por la expansión de la primera en otras regiones del estado.

El alcalde de Taxco, Mario Figueroa Mundo, ha sido señalado como responsable de las diferentes crisis por ser permisivo ante la violencia que ha azotado el municipio. 

La indolencia del edil es tan clara que a pesar de que había iniciado el parón de los transportistas el 22 de enero viajó con la comitiva mexicana a la Feria Internacional del Turismo en Madrid, España. Ante las críticas, Figueroa Mundo regresó tres días después de Europa.

Mediante un video difundido en su página de Facebook, Mario Figueroa calificó que la escasez del transporte en Taxco provocada por el crimen organizado era un “bachecito” que seguiría pasando en su municipio.

Salgado Pineda tampoco ha puesto toda su atención al problema de Taxco, luego de que en Acapulco y Zihuatanejo ocurren fenómenos similares con el transporte. 

El gobierno estatal anunció que tras varias reuniones con transportistas este lunes se reanudaría el transporte público en Taxco. Sin embargo, continúa sin transporte que comunique la cabecera municipal con sus comunidades, y el turismo en la ciudad platera está lejos de volver a la normalidad.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: EMILIANO TIZAPA LUCENA.

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