miércoles, 25 de mayo de 2022

“Cobro de piso”, la nueva pandemia en la CDMX

La capital del país no está exenta de la presencia y acción de las bandas del crimen organizado. Son varios los cárteles que operan en la Ciudad de México, y cada vez que las autoridades desarticulan un grupo criminal, de éste surgen varios más en una atomización difícil de perseguir. Tras los confinamientos impuestos por la pandemia y al regresar a la normalidad las actividades diarias, los delincuentes vuelven a atemorizar a la población con, entre otras cosas, el cobro de piso para locales comerciales, tanto en Polanco como en la Zona Rosa o el Centro y con la extorsión a los transportes públicos en la periferia.

Sobrevivir al confinamiento y al cierre de actividades comerciales durante dos años, a causa de la pandemia, fue el menor de los males para Rodrigo –nombre con el que pidió ser identificado para exponer su caso–; con sus pocos ahorros pagó la renta de su establecimiento, cuentas pendientes y hasta el sueldo de los empleados de confianza del bar que tiene en las inmediaciones de Polanco.

Pero ahora que las actividades económicas están comenzando a reactivarse hay otra pandemia que afecta a los comerciantes de la Ciudad de México: la extorsión aplicada por la delincuencia organizada.

“Aquí no hay de otra: o trabajas con ellos o de plano te van desplazando. En Polanco hay que pagarle a La Unión de Tepito 10% de lo que vendes diario o te queman el lugar. En la Zona Rosa no te piden cuota, pero te dicen que los dejes vender; si aceptas, entonces el lugar es de ellos porque luego de un rato se creen dueños de todo”, explica el empresario que posee dos locales en Polanco, una zona exclusiva de la capital, y quien advierte que denunciar es inútil, porque los delincuentes se enteran de todo.

La situación de miedo e inseguridad que viven los empresarios del ramo restaurantero contrasta con las cifras alegres que dan a conocer las autoridades capitalinas. Para Ismael Rivera Cruces, presidente honorario de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos, el único descanso real que ha tenido el gremio fue durante la pandemia, cuando los delincuentes no los molestaron; pero ahora, una vez que las actividades regresaron a la normalidad, vuelven a padecer el problema.

“Hemos hablado con ellos –las autoridades– del tema de derecho de piso, de las extorsiones; hemos hablado de diferentes formas, en Morelos, la Ciudad de México, el Estado de México, para hacer un programa que pueda erradicar este mal. Pero las autoridades hacen caso omiso. No quieren enfrentar el tema. Nada más nos dicen 'denuncien’, pero al denunciar nos han dejado en la indefensión absolutamente a todos.

“Las autoridades están rebasadas. Nosotros no podemos saber si están coludidas, porque para saberlo necesitamos pruebas y elementos; no los tenemos. El 80% del país tiene temas de derecho de piso. Entonces estamos trabajando para tres personas: para el SAT y los impuestos, para el arrendatario que es el dueño del local y para los derechos de piso. Si tú denuncias, te mata la delincuencia organizada. Y es lo que la autoridad pretende: ellos saben que no se va a denunciar el hecho porque quedamos en estado de indefensión. Y ellos dicen ‘si quieres que actúe, denuncia’: nos echan el peso a los empresarios; un empresario que denuncia tiene casi casi una bala en la cabeza”, dice el restaurantero en entrevista.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2377 de la revista Proceso

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: DAVID FUENTES.

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