En una segunda revisión, luego de que una primera sentencia derivada de su amparo se declaró deficiente, un tribunal colegiado de la CDMX ratificó por segunda vez su sentencia de casi 70 años, sin revisar a fondo las pruebas.
Al comienzo de esta semana, Dulce, presa injustamente en el reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla, recibió de nueva cuenta una ratificación de su sentencia de casi 70 años, pese a que apenas el 11 de septiembre se había determinado que la primera revisión de su amparo se resolvió mediante una sentencia deficiente.
Pese a la petición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y a la acción legal de su defensa para demostrar que la revisión no fue de fondo, un juzgado volvió a dejarla sin posibilidad de reevaluar su privación de la libertad. Además, no se ha tomado en cuenta ni la perspectiva de género ni la tortura que vivió durante su detención.
Dulce Belem Sánchez Castañeda fue detenida el 30 de enero de 2012 por la presunta comisión de dos secuestros exprés en la Ciudad de México, uno de los cuales ocurrió cuando ella estaba asignada a la seguridad de los Juegos Panamericanos en Guadalajara, Jalisco. En el trayecto, tras su detención, vivió varias formas de tortura que describió aquí, y que condujeron a la pérdida de un embarazo gemelar.
Luego de estar privada de la libertad varios años sin una defensa adecuada, su caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ordenó a la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México analizarlo de fondo excluyendo las pruebas ilícitas que se generaron durante un arraigo ilegal para emitir una nueva resolución.
A mediados de agosto, esa sala ratificó la sentencia de Dulce a 69 años de prisión –la original era de 70—. Sin embargo, el 11 de septiembre el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito determinó que la sentencia de amparo no podía considerarse cumplida pues tenía claras deficiencias y había vuelto a considerar pruebas derivadas de evidencias ya declaradas nulas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Pese a que el Tribunal determinó desde entonces de manera explícita que la Sala no se había apegado a lo ordenado por el máximo tribunal y que “no depuró debidamente el acervo probatorio y continuó otorgando valor a declaraciones que se encuentran contaminadas” por sus nexos con pruebas invalidadas, en una nueva revisión la Sala volvió a ratificar, por segunda vez, la sentencia de Dulce, decisión que le fue comunicada el pasado lunes 6 por la noche.
“Estas paredes cada vez me van comiendo”: Dulce
“El hecho de que me volvieran a ratificar la sentencia por segunda vez me derrumba. Me siento mal porque no puedo estar con mi hijo, cada vez siento lejos a mi hijo, mi esposo, mi bebé me necesita. Siento mucha impotencia y frustración porque no pueden ver mi libertad, porque no le pueden dar valor probatorio a la documentación que entregué, y no obstante ello, no obedecen una orden dictada de la Suprema Corte de Justicia, donde dice que me ampara y me protege”, reclama Dulce desde Santa Martha Acatitla.
Dulce y su esposo Daniel, quien pide ayuda mediante esta recaudación en GoFundMe, tienen un hijo de seis años, que nació cuando ella ya estaba privada de la libertad y vivió sus primeros años en la prisión de Santa Martha. Ahora está a cargo de su papá, quien solo cuenta con el apoyo de la abuela paterna.
“En estos momentos me siento triste. Siento que estas paredes cada vez me van comiendo, me van absorbiendo. Hago un llamado a la presidenta, a la Suprema Corte, a las máximas autoridades, para que puedan ver por qué me están nuevamente sentenciando, por qué están nuevamente ratificando una sentencia sin darle valor probatorio a toda la documentación”, insiste.
En la nueva sentencia, de la que Animal Político tiene copia, la redacción es prácticamente la misma que la anterior, excepto porque se removieron las declaraciones de dos policías que hacían referencia a acciones ocurridas durante los reconocimientos fotográficos que en su momento fueron considerados ilegales.
Además, desde la sentencia anterior se había informado que la Unidad Especializada en el Delito de Tortura de la fiscalía capitalina ha integrado una carpeta de investigación por las agresiones que vivió Dulce. Pese a que la nueva sentencia describe que se excluyeron las confrontaciones en la Cámara de Gesell, los reconocimientos fotográficos y el informe de la policía de investigación, no se hace ninguna valoración adicional, incluso aunque se consignan antecedentes sobre tortura y trato a mujeres embarazadas.
La sentencia fue resuelta por unanimidad de votos y firmada por las magistradas Martha Patricia Taringa Azuara y Anaid Elena Valero Manzano, así como por el magistrado Alejandro Sentíes Carriles, pese a las reiteradas peticiones de Dulce y su defensa, a quien se le han pedido más elementos de prueba para demostrar que realmente estaba asignada a los Juegos Panamericanos, ignorando los informes policiacos que lo corroboran, al igual que el principio de presunción de inocencia.
“Quisiera que me volteen a ver, que vieran que soy inocente, que no solo lo hablo yo, sino que también lo hablan mis pruebas… y nuevamente confirman sentencia. Hago el llamado a la presidenta y a la máxima autoridad, a la Suprema Corte, porque no le están obedeciendo las órdenes que dictó”, reclama Dulce.
De la misma manera, dice, le pide al Tribunal Colegiado que atienda la situación y cuestione el proceder de los magistrados de la Sala, pues su defensa y ella presentarán otra vez una nueva inconformidad por la deficiencia de esta segunda sentencia. Dulce hace un llamado a la justicia, para que vean que se está volviendo una actuación repetitiva que viola su derecho a la libertad.
“Todo está apostado a que tengan conciencia sobre mí, sobre mi caso, a que no me sigan haciendo más daño”, pide.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.
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