El grupo Los Aquellos, originario de San Pablo del Monte, municipio donde operan redes de trata con fines de explotación sexual, incluye en sus canciones referencias que normalizan este delito.
El sexteto Los Aquellos, formado en San Pablo del Monte —uno de los municipios donde se ha documentado la operación de redes de trata de personas con fines de explotación sexual—, incluye en sus canciones referencias que normalizan este patrón delictivo, que ha llevado a que Tlaxcala sea identificada como “Cuna de la explotación sexual en México” o “capital mundial del tráfico sexual”.
Nicandro España, líder y cantante de la agrupación, retoma en sus canciones el lenguaje y los modos de operación atribuidos a los llamados “Padrotes de Tlaxcala”, quienes —según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos— suelen atraer a personas en situación de vulnerabilidad mediante falsas promesas de afecto, para después explotarlas sexualmente y obtener ingresos derivados de la prostitución, mientras las víctimas permanecen bajo control y en condiciones de temor.
En sus presentaciones y videos, Los Aquellos, formados en 2012, coinciden en lo chabacano de su vestimenta y coreografía, mientras le cantan al amor y desamor. Algunas de sus grabaciones, Nicandro España las dedica a Tenancingo a donde acuden seguido a presentar su show.
La explotación sexual ejercida en municipios del sur de Tlaxcala, como San Miguel Tenancingo, ha permitido a quienes la encabezan adquirir autos último modelo o construir ostentosas viviendas que contrastan con las generalmente humildes construcciones en esa zona del estado. La transformación de Tenancingo ha merecido decenas de notas periodísticas en todo el mundo e incluso trabajos documentales tanto bibliográficos como audiovisuales que reflejan la normalización de esta actividad, transmitida en algunos casos de forma intergeneracional.
Canciones de Los Aquellos asociadas a la trata de personas en Tlaxcala
Los Aquellos reproducen en sus canciones el estilo de vida asociado con la figura del proxeneta, de manera similar a como algunos intérpretes de narcocorridos abordan en sus letras las actividades de personas vinculadas al tráfico de estupefacientes. Se trata de un signo más de la normalización del fenómeno que, pese a recientes detenciones —como las ocho de proxenetas entre 2023 y 2024 en municipios como San Pablo del Monte y Tenancingo y 14 sentencias condenatorias por trata de personas—, sigue recibiendo una respuesta limitada por parte de la administración estatal encabezada por la gobernadora Lorena Cuéllar y las corporaciones policiales locales, aun cuando la ONU lo ha calificado como una forma de “esclavitud sexual moderna”.
En la canción “Por ser lo que soy”, España acepta en la introducción que “esta es una parte de la historia de mi vida y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia”, antes de rematar con el “¡escúchala Tenancingo!”.
En la tonada, el cantante se queja de que la gente lo critica y habla a sus espaldas diciendo “que soy un infeliz que me aprovecho de tu amor y me burlo de ti, que mi coche y nuestra casa las tengo por ti”, refiriéndose a que la aparente prosperidad de la pareja se sostiene gracias al trabajo de la mujer. Luego, pide a sus críticos que callen y dice: “Hago lo que hago porque en mi pueblo lo aprendí”. Después le pide a la víctima “no sueñes que cambie, es la vida que elegí”.
En el estribillo de esta canción, España reclama su derecho a enamorarse y a tener hijos: “Una madre que me bendiga, aunque lo que hago rompa tus sueños de mujer”. Finalmente, en un mensaje intermedio dedicado “a Dios” sugiere que es proxeneta al aceptar que “esta vida que llevo no es la más buena y, a pesar de que muchas mujeres han sufrido por mi culpa, te pido perdón pues he sido desgraciado, despiadado y ruin”.
En la interpretación “Vengo Bien” cuyo video se grabó en San Pablo del Monte, Tlaxcala, España presume que “la estoy moviendo”, verbo utilizado por los padrotes de Tlaxcala para anunciar que tiene a una o más mujeres bajo explotación sexual.
Pero es en la canción “Su papi llegó” donde Los Aquellos describen con mayor claridad el patrón de actuación asociado al proxenetismo: un hombre que presume vestimenta llamativa, un automóvil nuevo y dinero en efectivo, recursos que, según la letra, provienen del envío de remesas por parte de su pareja desde Estados Unidos, lo que refuerza la narrativa de una relación basada en la explotación económica de la mujer.
Tlaxcala y la explotación de personas
Desde hace al menos 40 años, los explotadores de Tlaxcala han trasladado a sus víctimas a estados de la Unión Americana como Georgia, Illinois, pero, sobre todo, Nueva York, donde han elegido al barrio de Queens como su centro de operaciones.
También decenas de ellos han sido detenidos y procesados en la Unión Americana, sobre todo en la Corte Federal del Distrito Este neoyorquino donde muchos han sido sentenciados a penas de hasta 50 años de prisión, aunque a otros sólo hayan recibido 10 años, y a estas alturas ya obtuvieron su libertad. También en México, tras la aprobación en 2012 de la Ley General contra la Trata de Personas, las detenciones han crecido, quizás no al ritmo que reclama la magnitud del problema, pero al menos ahora sí se procesa y sentencia la actividad. En ese punto y pese a la problemática que enfrenta, Tlaxcala es de los estados más atrasados en la persecución de estos criminales.
Las detenciones y encarcelamientos de proxenetas no parecen ser una preocupación para Los Aquellos, que tienden a mitificar esta actividad criminal a través de su música.
Recientemente, Tlaxcala volvió a ocupar un lugar en la agenda nacional luego de que autoridades del municipio de Contla de Juan Cuamatzi organizaran un evento que incluyó la presencia de bailarinas y hasta “privados” similares a los de los table dance. A lo largo del estado además proliferan los giros negros sin importar que toda la región cuente con alerta de género, la cual no impide la operación de redes de proxenetismo.
Hasta la fecha, en Tlaxcala no están prohibidos los narcocorridos o la interpretación o difusión de canciones que hagan apología del delito, a diferencia de algunos estados que han comenzado a prohibirlos como Michoacán o Nayarit. A nivel federal, el Código Penal contempla en su artículo 208 la prohibición de la apología del delito.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: JUAN ALBERTO VÁZQUEZ.
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