Las oficinas de la Sociedad Financiera Popular CAME cerraron sin previo aviso, los ahorradores no pueden acceder a su dinero y temen estar frente a un posible fraude. Hasta ahora 224 inversionistas interpusieron una denuncia; acusan falta de respuestas por parte de autoridades.
Bernardino Ávila, de 80 años, teme perder todos sus ahorros, no puede acceder a los 2 millones 300 mil pesos que invirtió en la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) Consejo de Asistencia al Microemprendedor (CAME). Desde el 1 de abril la aplicación que usaba para las operaciones dejó de estar disponible, sin previo aviso las oficinas cerraron y ahora está en la incertidumbre sobre qué va a pasar con sus recursos, igual que 1.3 millones de clientes.
En 2023, el jubilado del ISSSTE vio un anuncio que llamó su atención, se trataba de una oferta para invertir su dinero con rendimientos que iban desde el 13 al 16 %. Al investigar un poco sobre la financiera −cuyo director general es Pablo Varela y su representante legal es Jorge Kleinberg−, vio que estaba regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), registrada en el Buró de Entidades Financieras de la Condusef y que tenía más de 30 años en el mercado, lo que le dio confianza para invertir.
Le daban el rendimiento prometido, todo marchaba bien y a partir de diciembre del año pasado comenzaron a hacerle ofertas más atractivas: si invitaba a más gente a unirse a la financiera aumentaría su interés, lo obtendría por adelantado, le darían crédito revolvente o podría ganarse regalos como un iPhone. Su esposa, también jubilada de la misma edad que él, decidió invertir 100 mil pesos. Ahora, ninguno de los dos puede acceder a su dinero.
Leticia Ávila, hija de Bernardino, dice que su papá está muy deprimido por la situación y que incluso le ha comentado que quiere quitarse la vida. “Es algo muy fuerte lo que están pasando, hay muchos adultos mayores afectados, gente que invirtió todo su patrimonio, su esfuerzo. Se preguntan cómo van a volver a empezar, qué van a hacer”.
En las oficinas de CAME ya nadie contesta y en su página de internet publicó que coopera con la CNBV −organismo supervisor del sistema financiero − sobre su situación para proponer una solución a través del Fondo de Protección para pagar a sus ahorradores.
Los inversionistas temen que se declare en quiebra o que todo se trate de un fraude, como ocurrió con el caso Ficrea.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: TANIA CASASOLA.
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