Los dos hombres baleados estaban en La Norteña cuando unas personas llegaron y los agredieron. Se supo que en el sitio había más personas, quienes al momento de la agresión se dispersaron para evitar que les alcanzaran las balas.
Ayer por la mañana, cuando el personal del Ayuntamiento de Acapulco recogía en esa zona los montones de escombro y basura que desprendían malos olores por la materia orgánica descompuesta, se vio que un hombre, se desconoce si era personal oficial, retiraba los sellos de clausura que se entiende colocaron en el bar después del ataque. Esta persona le dijo a alguien que estaba dentro del bar avisara que los había quitado.
La información que circuló después de los hechos fue que los dos hombres baleados estaban en La Norteña cuando unas personas llegaron y los agredieron. Se supo que en el sitio había más personas, quienes al momento de la agresión se dispersaron para evitar que les alcanzaran las balas.
Hasta el lugar, de acuerdo con los reportes policiacos acudieron paramédicos de la Cruz Roja para auxiliar a los agredidos y, después, los trasladaron en un hospital, del que no ofrecieron detalles.
Después de los hechos, se supo que al lugar también llegó personal oficial para realizar las pesquisas, proceso en el que habrían colocado los sellos de clausura que ayer retiraron.
La Norteña es de los pocos bares o centros nocturnos que ofrecía servicio después del huracán en la zona turística del puerto. Este lugar en particular está en lo que es considerada la zona dorada. Algunos medios de comunicación citaron a este bar como uno de los establecimientos que reabrió y, según unas imágenes que difundieron en televisión, fue como antes, con música alta, luces y bebidas, pero se ve agregado de los montones de basura como un rasgo irrenunciable de desastre.
De los hechos violentos ocurridos como tal en el bar hubo muy poca difusión en medios locales.
A diferencia de otros lugares cercanos, en el establecimiento no se observaron grandes daños después de Otis y los saqueos.
Como parte de las acciones institucionales después del desastre, el gobierno federal envió al puerto a 10 mil elementos de la Guardia Nacional quienes, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, se quedarán porque habrán de construir 38 cuarteles.
Gran parte de la notoriedad de Acapulco durante los últimos años es porque está con la alerta reiterada de inseguridad, lo que sigue manifestándose aún en la contingencia por el paso del huracán, aun cuando existan intenciones de no mostrarlas.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MARGENA DE LA O.
No hay comentarios:
Publicar un comentario