miércoles, 5 de abril de 2023

Hace siete años, la expareja de Giovanna sustrajo a sus hijas; hoy, ella es acusada de haber abandonado a su familia

El mes pasado, Giovanna fue detenida en Tultitlán acusada de haber abandonado sus responsabilidades familiares, a pesar de que fue hace siete años que Carlos Alberto, su expareja, se llevó a sus tres hijas y abusó de ella sexualmente.

El pasado 30 de marzo, Giovanna fue detenida en una plaza comercial de Tultitlán, Estado de México, por personas que iban vestidas como funcionarios de la Secretaría de Bienestar, pero eran policías, quienes entre insultos y jaloneos la subieron a ella y a su hijo de tres años a un automóvil sin logotipos oficiales y la trasladaron al penal de Barrientos.

Quienes la detuvieron le informaron que está acusada de incumplimiento de obligaciones familiares, por presuntamente abandonar a tres de sus hijas a quienes desde hace más de siete años no ve. No lo ha hecho porque su expareja —padre de las niñas, a quien denunció en 2021 por violación— las sustrajo de su domicilio luego de que le pidió que se separaran.

Sin embargo, de acuerdo con las autoridades del Estado de México, su hija mayor —ahora de 21 años— fue quien decidió denunciarla por “abandonarla” junto con sus dos hermanas, quienes ahora tienen 15 y nueve años. Esto dio inicio a una causa penal por la que este martes 4 de abril Giovanna fue vinculada a proceso.

Animal Político buscó a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) para preguntar sobre la forma en la que se realizó la detención de Giovanna y sobre los cargos en su contra, pero hasta el cierre de edición no recibió respuesta.

“Pensé que me iban a desaparecer”

“Una noche antes de la detención, me marcó por teléfono mi mamá y me dijo que había recibido una llamada de una persona que según era de la Secretaría de Bienestar. Supuestamente había salido sorteada para que me ofrecieran un apoyo para madres solteras y dejaron los datos de una persona con apellido Torres, para que me comunicara y tuviera más información”, cuenta Giovanna en entrevista.

Debido a que se encuentra sin empleo, se comunicó al número que le proporcionaron, y ahí le dijeron que en una plaza comercial de Tultitlán recibiría el apoyo para gestionar la ayuda de 4 mil 800 pesos para madres solteras. La citaron el 30 de marzo por la tarde y ella aceptó la invitación.

“Entre mi necesidad, la verdad lo creí. Me dijeron que necesitaban sacar copia de mi credencial y tomarme una fotografía, así que me trasladé para la Plaza Centella, pero se me hizo raro que al llegar no había ningún anuncio del gobierno o alguna carpa donde se viera movimiento, por lo que comencé a sospechar que algo estaba raro y preferí ingresar al área de comida del lugar con mi hijo”, recuerda.

Unos minutos después, aparecieron dos personas —un hombre y una mujer— con chalecos color caqui y la leyenda “Bienestar”. Se aproximaron a Giovanna y a su hijo, pero en vez de ayudarla a tramitar su apoyo, la jalaron del brazo y comenzaron a insultarla, mientras la sacaban de la plaza para obligarla a entrar en un automóvil particular.

“Estos supuestos civiles me esposaron y empezaron a insultarme, a decirme ‘que le bajara de huevos’, que yo era una prepotente, que ahora sí me iba a dejar de chingaderas, que a ver si tenía tanto dinero para salir de esta, así como lo tuve para meter a mi expareja a la cárcel, e intentaron obligarme a firmar un documento cuyo contenido no me dejaron leer, pero no lo hice. Tenía mucho miedo por lo que pudieran hacerme o a mi hijo… pensé que me iban a desaparecer”, narra Giovanna.

Una vez en el penal de Barrientos, a 14 kilómetros de la plaza comercial donde fue detenida, supo al fin que la acusaban del delito de incumplimiento de obligaciones familiares, aunque previo a la detención jamás fue notificada al respecto.

Horas después, su madre llegó hasta el penal para recoger al niño y Giovanna pudo entrar en contacto con sus abogadas, quienes le explicaron que tendría que esperar a que programaran su audiencia inicial para saber si permanecería presa.

Después de mantenerla tras las rejas por 30 horas, el 1 de abril un juez de control determinó que Giovanna podría llevar su proceso en libertad, por lo que ella pudo reencontrarse con su madre y su hijo, pero aún con la incertidumbre sobre las consecuencias que tendrá la denuncia en su contra.

16 años de “calvario”

Para Giovanna, la acusación en su contra es resultado de que en mayo de 2021 detuvieron a su expareja, Carlos Alberto “N”, luego de que ella denunciara que la obligó en diversas ocasiones a tener relaciones sexuales para darle información sobre sus hijas, misma que le negaba después de abusar sexualmente de ella.

Aunque la violencia viene de tiempo atrás, ya que, durante los 16 años que estuvieron juntos, su expareja la violentó en diversas ocasiones de forma física y psicológica, lo que la llevó a decidir que no quería continuar la relación con él.

Carlos Alberto fue sentenciado el 11 de noviembre de 2022 a 11 años y tres meses de cárcel por el delito de violación, pero apeló la resolución y será apenas el próximo 10 de abril cuando se reanudará el proceso en su contra.

“Lo conocí en la preparatoria, cuando tenía 16 años, y desde ahí empezó mi calvario, porque aunque nos separamos nunca pude realmente alejarme de él, primero por las violaciones y los chantajes, y luego por los procesos legales. Es horrible que no puedo descansar de esta pesadilla, de este tipo que es un monstruo… no me queda más que esperar a que se haga justicia, aunque después de esto que está pasando en mi contra, no sé qué pensar”, lamenta.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ERÉNDIRA AQUINO.

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