viernes, 18 de noviembre de 2022

Lucharon por hallar a sus familiares y hacerles justicia. En su búsqueda las mataron

“El Presidente nos instruyó a presentar diferentes casos de madres buscadoras que a su vez fueron objeto de violencia feminicida”, dijo el Subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, quien comentó que, de cinco casos que presentó durante la conferencia presidencial de este jueves, de los cuales cuatro ocurrieron este año, en sólo dos hay detenidos por dichos crímenes. En este 2022, al menos cinco mujeres buscadoras han sido asesinadas en distintos hechos, pero sólo en dos casos hay avances para detener a los responsables.

En lo que va del año se han registrado al menos cinco asesinatos de mujeres que estaban unidas a colectivos en busca de algún familiar desaparecido, tres de ellas madres buscadoras. El último caso de este tipo tuvo lugar el pasado 6 de noviembre, en el municipio de Abasolo, Guanajuato, cuando María Carmela Vázquez, quien buscaba a su hijo desaparecido, fue asesinada.

Este jueves Ricardo Mejía, Subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), dio a conocer en conferencia de prensa algunos avances en las investigaciones sobre los asesinatos de madres buscadoras que han tenido lugar, particularmente, este año, información que, destacó, fue a petición del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“El Presidente nos instruyó a presentar diferentes casos de madres buscadoras que a su vez fueron objeto de violencia feminicida”, comentó el Subsecretario, quien en un primer momento mencionó el caso de “Ana Luisa Garduño Juárez, madre de Ana Karen Huicochea, quien fue asesinada al interior de un bar en Temixco, Morelos”.
Ana Luisa Garduño Juárez:

La madrugada del 28 de enero del año en curso, la activista Ana Luisa Garduño, quien desde hace 10 años buscaba al presunto feminicida de su hija Ana Karen Huicochea, fue asesinada a balazos en su propio negocio, el Bar Apolo XI, mismo que se encontraba a la vuelta del Palacio Municipal de Temixco, Morelos.

Según los primeros informes, el homicida llegó a las 23:40 horas al establecimiento, en donde le disparó a la representante de la Asociación de Víctimas y Ofendidos del Estado de Morelos, de 51 años de edad, con un arma de fuego durante una riña al interior del mismo. Tras el ataque, el responsable se dio a la fuga.

Hace unos años, Ana Luisa había decidido estudiar la licenciatura en Derecho, y en 2021 se tituló, con el objetivo de conseguir justicia para su hija, quien fue asesinada, presuntamente, por su novio en diciembre de 2012 en el mismo municipio. Este hecho la motivó a participar en diversos movimientos de víctimas en los que denunciaba que el presunto responsable del feminicidio de su hija, Karen, se había dado a la fuga por supuestas omisiones de las autoridades.

El caso de Ana Karen no ha sido resuelto a pesar de contar con la plena identificación del presunto homicida, quien continúa prófugo, y pese a que Ana Luisa realizó diversas acciones para lograr su detención. Incluso, en julio de 2021, denunció que, nueve años después del feminicidio de su hija, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos no había encontrado culpables.

Tras el asesinato de la señora Garduño Juárez, la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) afirmó que auxiliaría con todos los recursos a su alcance a la Fiscalía de Morelos para hallar a los responsables, por su parte ésta dependencia indicó que agotaría todas las líneas de investigación para esclarecer los lamentables hechos. Mientras que Cuauhtémoc Blanco, Gobernador de Morelos, lamentó el hecho que consideró como “cobarde asesinato”, y destacó que admiraban su fortaleza y corazón.
“Ana Luisa se convirtió en activista a partir del feminicidio de su hija Ana Karen, en 2012, quien presuntamente fue asesinada por su novio, desde esa fecha se sigue buscando al presunto feminicida y hay carpeta de investigación abierta por este caso, sin embargo, hasta ahora no hay detenidos”, detalló Mejía sobre el caso.
El Subsecretario también se refirió al caso de Blanca Esmeralda Gallardo, madre buscadora, quien fue asesinada el pasado 4 de octubre en Puebla, mientras intentaba encontrar a su hija Betzabé Alvarado, desaparecida desde el 13 de enero del 2021. “En el caso de Blanca Esmeralda Gallardo, que ya habíamos expuesto pero que volvemos a recapitular, ella fue privada de la vida en octubre del presente año”, recordó el funcionario.
“Ya se logró detener a dos sujetos cómo presuntos responsables, Cristopher ‘N’ e Ismael ‘N’, y ya están vinculados a proceso penal por el delito de feminicidio, en el caso de su hija Betzabé Alvarado”, detalló Mejía, y adelantó que en el caso de Betzabé, quien continúa desaparecida, hay avances, pues ya se detuvo a un sospechoso.
“Ella [Betzabé] continúa como desaparecida aunque ya existe una persona detenida por el delito de desaparición cometida por particulares en agravio de Betzabé”, comentó sin ahondar en detalles sobre el presunto responsable y cómo se llevó a cabo dicha aprehensión.

Blanca Esmeralda Gallardo:

La mañana del martes 4 de octubre, Blanca Esmeralda Gallardo, quien buscaba a su hija Betzabé Alvarado, desaparecida desde el 13 de enero del 2021, fue asesinada al recibir ocho impactos de bala cuando se encontraba por la zona habitacional de Villa Frontera, en Puebla, Puebla.

De acuerdo con las primeras versiones, Esmeralda se encontraba esperando el autobús en compañía de otra amiga en la lateral de la autopista México-Puebla cuando al menos dos hombres a bordo de motocicletas, que estaba a la espera de la llegada de la mujer, le dispararon directamente.

Betzabé, de 22 años de edad, desapareció el 13 de enero del 2021, junto con su amiga Fabiola Narváez Rojas, de 24 años de edad, también la zona habitacional de Villa Frontera, cuando se dirigían a la Central de Abasto a realizar un depósito bancario. Tras este hecho, corrió el rumor entre vecinos de Villa Frontera que el crimen organizado podría estar detrás de la desaparición de ambas mujeres, pero pese al riesgo que la situación podría representar, las autoridades ministeriales no se pronunciaron públicamente por esta investigación.
Fue hasta que Esmeralda acudió con Voz de los Desaparecidos, la organización que ha apoyado a familias poblanas a reunirse y presionar a las autoridades por verdad y justicia, que el caso se retomó por medios de comunicación. Sin embargo, no se lograba una reacción por parte de la Fiscalía de Puebla.

El cuerpo de Esmeralda fue localizado y alrededor de él varios casquillos percutidos de arma de fuego, en el sitio donde la madre buscadora a diario acudía a tomar el autobús rumbo a su trabajo. Todo apunta a que la señora estaba muy cerca de encontrar a su hija o ya tenía conocimiento de quiénes la desaparecieron, según información del medio Ambas Manos.

Por este homicidio, el pasado 25 de octubre, la Fiscalía General del estado (FGE) de Puebla dio a conocer que llevó a cabo la detención de dos presuntos responsables del homicidio de Esmeralda. Los sujetos fueron identificados como Cristopher “N”, alias “El Cris”, e Ismael “N”, alias “El Pá” o “El Oreo”, a quienes también fueron vinculados a proceso tras la orden de un Juez.

La FGE informó en un comunicado que tras el análisis de las grabaciones de 82 cámaras de video vigilancia privadas y de una veintena de entrevistas e inspecciones se logró determinar que la activista fue interceptada en medio de la vía por los dos detenidos, que se trasladaban en una motocicleta, y uno de ellos accionó su arma en varias oportunidades contra la mujer.

Los dos implicados, que habían sido detenidos el 7 y 14 de octubre por el presunto delito de narcomenudeo, fueron imputados por el homicidio de Gallardo durante una audiencia judicial en la que se les dictó la prisión preventiva, precisó la Fiscalía poblana.

 

Otros dos casos que mencionó el Subsecretario Mejía fueron “uno en la Cruz de Elota, en Sinaloa, en donde fue asesinada Rosario Lilián Rodríguez Barraza, y en el caso de Abasolo, Guanajuato, de María del Carmen Vázquez, también madre buscadora, víctima de feminicidio, las investigaciones continúan en ambos casos y le daremos el seguimiento e informaremos respectivamente”, por lo que desconoce si ha habido detenidos por estos dos crímenes.
Rosario Lilián Rodríguez Barraza:

El 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas por Desaparición Forzada, alrededor de las 21:10 horas, Rosario Lilián Rodríguez Barraza fue subida por la fuerza a una camioneta cuando salía de una misa dedicada a su hijo Fernando, un joven de 20 años desaparecido el 16 de octubre de 2019, en Sinaloa.

Los primeros reportes señalan que la madre buscadora se dirigía a su casa cuando a la altura del Cine México, de La Cruz de Elota, un pueblo al sur de Sinaloa, llegó una camioneta Suburban blanca con personas armadas y se la llevaron contra su voluntad por lo que esa misma noche, uno de los hijos de la mujer reportó la desaparición apenas se enteró.

El hijo de Rosario Lilián habría intentado llamar al 911, pero fue en vano, ya que lo tuvieron en la línea y no enviaron una sola patrulla. Al colgar llamó a una activista buscadora de Mazatlán para pedirle ayuda, pero ya era demasiado tarde, pues cuatro horas después su madre apareció sin vida sobre la avenida Manuel pilar Abraham, altura del puente vado de la colonia Víctor Manuel Quintero.

De acuerdo con testimonios de personas cercanas a la víctima, antes de su homicidio, Rosario Lilián sufrió una serie de amenazas y ataques contra ella y su familia por buscar a su hijo. Incluso, una integrante de un colectivo de búsqueda en Mazatlán, al que la madre buscadora pertenecía, y quien pidió anonimato por temor a represalias, recordó:
“La última vez que salió a búsqueda se le acercó una patrulla de la Policía Municipal con un civil que no era policía para preguntarle ‘Bueno, señora, ¿usted qué tanto busca?’, ella le dijo que sólo pedía que le dieran a su hijo”, relató.
“Eso fue lo último, pero antes ya le habían rociado gasolina a su casa para incendiarla, intentaron desaparecer a su otro hijo, en una ocasión le quitaron una camioneta y se la regresaron al siguiente día. Siempre recibió amenazas”, detalló la mujer.

María Carmela Vázquez:

María Carmela Vázquez, de 46 años de edad e integrante del colectivo Personas Desaparecidas Pénjamo, fue asesinada la noche del pasado 6 de noviembre, frente a su domicilio ubicado en el municipio de Abasolo, Guanajuato.

De acuerdo con medios locales, alrededor de las 20:35 horas vecinos de la calle Leandro Valle reportaron que dos sujetos abordo de una motocicleta atacaron a la mujer, quien quedó tendida en el piso con varios impactos de bala, por lo que los servicios de emergencia arribaron al lugar para atender a la víctima, pero sólo confirmaron que ya no contaba con signos vitales.

Vázquez buscaba a su hijo Osmar Zúñiga Vázquez, quien desapareció el 14 de junio de 2022, por lo que se unió a un colectivo para seguir con esta labor pero fue asesinada antes de saber en dónde estaba su hijo.

OTROS CASOS

Un ataque más que cobró la vida de una buscadora en este 2022 fue el de Brenda Jazmín Beltrán, quien formaba parte del colectivo Guerreras Buscadoras de Cajeme, con el propósito de localizar a su hermano desaparecido desde 2018. La mujer fue asesinada el domingo 17 de julio en Sonora.

El cuerpo de la Brenda, de 37 años de edad, fue localizado con huellas de violencia en la habitación de un motel en la comunidad de Providencia, por lo que la investigación en torno al caso se inició con protocolo de feminicidio, sin embargo, autoridades estatales descartaron que estuviera relacionado con sus acciones de búsqueda.

De acuerdo con la autopsia realizada, la causa de muerte fue por asfixia. “La principal línea de investigación se finca en el entorno personal”, detalló la Fiscalía de Sonora a través de un comunicado que publicó en su página oficial de Twitter.
Días después, el 25 de julio, elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), la Coordinación Nacional Antisecuestros (CONASE) y de la Secretaría de Marina (Semar) llevaron a cabo la detención del presunto feminicida, identificado como Sóstenes “N”, mientras vendía alimento para ganado en la carretera de salida hacia Álamos, en Sonora.

Brenda Jazmín llevaba tres años y ocho meses en la búsqueda de su hermano Luis Heraldo Beltrán, quien fue privado de su libertad por un grupo armado en diciembre de 2018 en la comunidad de Bácum, Sonora.

Por último, Subsecretario recordó el caso de “Gladys Aranza Ramos, esposa del desaparecido Bryan Omar, quien desapareció a fines de 2020”, comentó durante la habitual conferencia matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Ella se unió al colectivo Madres y Guerreras Unidas de Sonora, por el feminicidio fueron detenidos ya tres individuos, entre ellos el autor material, y otros dos sujetos copartícipes, se libró orden de aprehensión pero son parte de una organización delictiva y en un enfrentamiento fueron a su vez asesinados, ya hay proceso penal , hay detenciones y ese es el estatus del caso de Gladys Aranza, que ya está detenido el autor material y vinculado a proceso”, abundó.
El 16 de julio de 2021, Gladys Aranza fue asesinada en Ejido Ortíz, en el valle de Guaymas, después de participar en una jornada de búsqueda donde se encontraron “varios crematorios clandestinos, algunos todavía con brasas y humo al momento del hallazgo”, denunciaron colectivos. La mujer, desde hace siete meses, buscaba a su esposo Brayan Omar Celaya, desaparecido en la misma localidad.

La Fiscalía General de Justicia del estado (FGE) de Sonora informó que la mujer de entonces 28 años de edad fue agredida “con proyectiles de arma de fuego por personas que arribaron a su domicilio” aproximadamente a las 23:30 horas, por lo que la dependencia anunció que investigaría el caso con protocolo de feminicidio.

Desde el 6 de diciembre de 2020, Aranza buscaba a su esposo Brayan Omar Celaya, quien tenía 26 años de edad al momento de su desaparición. Horas antes de ser asesinada, la joven madre publicó en su cuenta de Facebook la ficha de búsqueda con el rostro de su esposo para pedir apoyo en su localización.

“Solo quiero poder tener una poca de paz, ya son 7 meses 8 días sin saber de él y ya no creo poder continuar más, ayúdame, Dios mío”, escribió.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: NORA NANCY GASPAR RESENDIZ.

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