martes, 29 de noviembre de 2022

La agresiones a mujeres periodistas han aumentado más de 200% en el gobierno de AMLO

El documento sostiene que los señalamientos de López Obrador a movimientos feministas tienen efectos negativos que fomentan la discriminación hacia las mujeres, ya que siembra incertidumbre, desconfianza, inseguridad colectiva y miedo en la sociedad.

En los primeros tres años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador hubo al menos 767 agresiones en contra de mujeres periodistas, 209% más que el primer trienio de Enrique Peña Nieto, que registró 248 actos violentos.

Así lo alerta el informe “Palabras Impunes: Estigmatización y Violencia contra mujeres periodistas en México 2019-2022”, dado a conocer por la organización Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), el cual destaca que en este mismo periodo, cinco mujeres periodistas han sido asesinadas: Norma Sarabia Garduza, María Elena Ferral Hernández, Lourdes Maldonado López, Sheila Johana García Olivera y Yessenia Aurora Mollinedo Falconi.

Tras un incremento de más de 500 agresiones en tres años, el informe cuestiona omisiones e indiferencia por parte del Estado “ante incidentes como actos de hostigamiento o intimidación pueden llevar a que estas agresiones escalen hasta convertirlas en víctimas de feminicidio”.


Si bien en 2021, CIMAC señala una disminución en los casos documentados, explicó que se analizaron los contextos y los patrones que marcan las relaciones sociales que determinan las causas de las agresiones, así como las dificultades en materia de atención y protección que enfrentan las periodistas tras sufrir un ataque.

“El decremento señalado no es resultado de las mejoras en la defensa de las periodistas, sino de factores como la revictimización por parte de las autoridades, que provocan que los casos no sean denunciados. Los repuntes discontinuos que se observan se deben, entre otras causas, a políticas implementadas por el Estado, como la progresiva militarización del país, el incremento de grupos criminales en las comunidades, la violencia sociopolítica que ha roto el tejido social y las prácticas sistemáticas de violaciones a los derechos humanos, así como a la inacción de las autoridades estatales y municipales, a las limitaciones y a la falta de capacitación de las estructuras policiales, al debilitamiento del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, y a las estrategias de silenciamiento adoptadas por el gobierno federal, como el uso del discurso para estigmatizar la labor de los y las periodistas, que se reproduce en los ámbitos estatal, municipal y social”, detalla el documento.

Además, el informe menciona que aunque los ataques a la prensa han estado presentes en las administraciones anteriores a la de López Obrador, señalaron “el uso de un podio como las conferencias matutinas para difundir día a día un discurso que estigmatiza a periodistas sin ningún tipo de filtro, abre la puerta a una permisividad que, cuando se extiende y permea a otros grupos, puede trascender los insultos y amenazas y llegar a agresiones letales”.

El documento sostiene que documentar los atentados contra las periodistas se vuelve una “estrategia de supervivencia” ante la necesidad de visibilizar y nombrar las violencias de forma inmediata para prevenir una futura agresión o para reducir el riesgo de que ocurra.

 

Además, explica que algunas circunstancias y factores explican la cantidad de ataques que se presentan en cada mes del año, por ejemplo, destaca que los repuntes en marzo, septiembre y noviembre responden a coyunturas de movilización social.

“Su cobertura deriva en agresiones a las periodistas debido a la represión de elementos policiales en contra de activistas y colectivas que exigen garantizar los derechos humanos de las mujeres mediante la despenalización del aborto, mejoras en las condiciones laborales, el acceso a la salud y la erradicación de la violencia”, expone.

También considera un repunte en junio y julio por los contextos electorales, en los que hay un ambiente de confrontación por la disputa de cargos administrativos.

Desde el inicio de la administración de López Obrador, hasta julio de 2022, CIMAC dijo haber documentado agresiones en 30 de los 32 estados del país (con excepción de Zacatecas y Campeche), mientras que las entidades con un mayor número de agresiones fueron la Ciudad de México, con 199 casos; Puebla, con 72; Coahuila, con 54; Guerrero, con 42, y el Estado de México con 40, seguidas de Veracruz, Oaxaca, Quintana Roo y Morelos.


La estigmatización de AMLO contra feministas

El informe de CIMAC atribuye el aumento de riesgos a mujeres periodistas también al “discurso estigmatizante de López Obrador contra las protestas feministas”, al considerar que las periodistas se ven vulneradas al estar rodeadas de diversos actores influenciados por el discurso presidencial, que genera prejuicios hacia la prensa, y un ambiente hostil provocado por los partidos políticos.

El informe señala también a los funcionarios públicos como los principales agresores de las periodistas, con 320 ataques contra comunicadoras perpetrados por funcionarios federales, estatales y municipales, lo que representa el 41.72% de los casos.

“El preocupante incremento de los feminicidios en México ha sido desestimado por López Obrador al afirmar que los casos no han aumentado, sino que en su gobierno, a diferencia de lo que sucedía en sexenios anteriores, el delito está tipificado. Esto significa invisibilizar que, año con año, han crecido las denuncias de violencia intrafamiliar, ya que en 2019 se registraron 210,188 casos, en 2021 hubo 253,736, y hasta julio de 2022 había 158,924 casos;48 es negar que en 2019 se cometieron 53,43049 delitos contra la libertad y la seguridad sexual, y que al finalizar julio de 2022 se contabilizaron 48,77050 casos;51 es ignorar que hasta abril de este año había más de 24,600 mujeres desaparecidas”, expone el informe sobre la constante respuesta del presidente a cuestionamientos sobre la violencia feminicida.

El documento sostiene que los señalamientos de López Obrador a movimientos feministas tienen efectos negativos que fomentan la discriminación hacia las mujeres, ya que siembra incertidumbre, desconfianza, inseguridad colectiva y miedo en la sociedad.

“El presidente y sus declaraciones son el reflejo de una sociedad machista y patriarcal a la que le indigna más la pinta de un monumento histórico que la desaparición de una mujer o el asesinato de una niña”, expone.

El informe cuestiona que el presidente utilice las conferencias mañaneras para “imponer su discurso y excluir el de otros grupos, lo mismo periodistas que organizaciones civiles, mujeres y la comunidad LGBTI”, además de insistir en que las agresiones a periodistas son consecuencia de la crisis de violencia heredada por otros presidentes, como Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.

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