jueves, 21 de abril de 2022

Violencia hacia mujeres se ha duplicado en siete años; alcanza máximos históricos en pandemia

Durante 2021, se registraron en total 277 casos de muertes violentas en niñas y adolescentes, 111 como feminicidios y 166 como homicidios dolosos, solo 13 casos menos que los contabilizados en 2020.

Aunque en el primer trimestre de este año la violencia hacia las mujeres disminuyó respecto al mismo periodo del año anterior, entre 2020 y 2021, los años con medidas más restrictivas por la pandemia, llegó a máximos históricos que, además, representan un crecimiento del doble a lo largo de los últimos siete años. 

Mientras que en el primer trimestre de 2015 se había registrado un total de 470 mujeres asesinadas, incluyendo feminicidios y homicidios dolosos, en el 2020 y 2021 la cifra de ese mismo periodo fue de 987 y 963, respectivamente. En tanto, para el primer trimestre de este año, se registró una reducción del 10.4% en relación con el año anterior, de acuerdo con la última actualización de las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

A esto se suma que, según lo reportado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana este 20 de abril durante una mesa de trabajo con el Senado de la República, la violencia contra las mujeres creció durante la pandemia, en particular con un aumento del 15% de violencia familiar.

“La pandemia generada por el COVID-19 y el aislamiento social agudizó las tensiones familiares y el estrés económico, provocando efectos devastadores en la vida de mujeres, niñas y niños. Lo más duro: evidenció la violencia que se vive al interior de los hogares, y este no es un tema menor”, aseguró Tania Jimena Enriquez Mier, titular de las Unidades de Prevención de la Violencia y el Delito.

Esto se ha evidenciado en las llamadas al 911, que crecieron exponencialmente los últimos tres años. En 2019, se registraron alrededor de 197 mil, cifra a la que se sumaron 63 mil llamadas más para el año siguiente, cuando se alcanzaron las 260 mil, es decir, un incremento del 30%. Para 2021, se dio un nuevo incremento y llegaron a ser 300 mil.

En tanto, de 2020 a 2021 el número de carpetas anuales de investigación por feminicidio crecieron de 949 a 977, de las cuales el 12% corresponden a menores de 10 años.

“La pandemia nos mostró la realidad cotidiana de la violencia contra las mujeres y niñas, que se vive al interior de los hogares y en las familias, y la percepción de inseguridad de las mujeres”, subrayó Enriquez Mier.

Violencia hacia niñas y adolescentes

Hasta este miércoles, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas muestra que en lo que va de este año, 2 mil 425 personas han desaparecido; 808 (33.3%) son mujeres y 394 de ellas tienen menos de 19 años de edad. En estos primeros meses del año, además, las niñas y adolescentes desaparecidas entre 15 y 19 años suman 217, con lo que se trata del grupo mayoritario, por rango de edad, del total de personas desaparecidas.

Aunado a ello, durante 2021, se registraron en total 277 casos de muertes violentas en niñas y adolescentes, 111 como feminicidios y 166 como homicidios dolosos, solo 13 casos menos que los contabilizados en 2020.

Esas muertes de menores representan el 7.4% del total de asesinatos de mujeres, y se concentraron en seis estados: Estado de México, Guanajuato, Zacatecas, Jalisco, Michoacán y Chihuahua.

En tanto, en Nayarit, Durango y Campeche, el número de mujeres víctimas de violencia menores de 17 años asciende hasta el 20%. A esto se suma que en 9 de cada 10 casos, el victimario de niñas y adolescentes es la persona más cercana a la víctima, de acuerdo con lo informado por la Conavim.

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadanía reconoció que existe una gran preocupación por el incremento de delitos violentos contra menores de 18 años, en particular el de trata en la modalidad de explotación sexual. En 2021, 621 personas fueron víctimas de trata; de ellas, más de la mitad eran menores de edad y un 69% eran mujeres. 

“El delito de trata afecta en su mayoría a adolescentes y niñas, la explotación sexual sigue siendo una de las formas más alarmantes, al igual que la manera como los delincuentes enganchan a sus víctimas a través de plataformas digitales. El internet y las redes sociales son cada vez más el escenario de ciberdelitos que ponen en riesgo la integridad física y emocional de los menores, al igual que la pornografía infantil”, señaló Enriquez Mier.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.

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