viernes, 23 de octubre de 2020

Ojalá fuera sólo Cienfuegos y un General o policía, pero muchos más están metidos: Hipólito Mora

Como autodefensa en Michoacán, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, Hipólito Mora vio cómo autoridades de los tres niveles, como policías y militares, estaban coludidos con el crimen organizado. A siete años, expuso, la situación del estado está peor entre sangre y balazos del Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Viagras. A una semana del arresto en EU de Salvador Cienfuegos Zepeda, extitular de la Sedena, planteó que, por supuesto, hasta hoy más miembros del Ejército están del lado del crimen.

Desde su casa donde cultiva limones, el exautodefensa de La Ruana, Michoacán, Hipólito Mora, dijo que durante el movimiento de autodefensas generado en 2013 como una respuesta desesperada contra la violencia del Cártel de Los Caballeros Templarios vio cómo el Gobierno federal de Enrique Peña Nieto apoyaba al crimen organizado. Aunque celebra que hace una semana se detuviera al extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, por nexos con el Cártel del H-2, una escisión del grupo criminal de los Beltrán Leyva, aseguró que el narcogobierno sigue presente en su entidad y que grupos de militares y policías siguen siendo omisos ante el crimen porque son parte de él.
“El Gobierno de Enrique Peña Nieto ocultaba muchas cosas, pero tuve la oportunidad de darme cuenta. Qué bueno que ya detuvieron al General Cienfuegos, pero hay más militares y policías involucrados: el narcogobierno continúa en Michoacán. Así es, no hay quién alce la voz porque todo mundo tiene miedo y ya sabe lo que puede pasar. Día y noche hay un montón de delincuentes aquí en La Ruana y no hay una pinche autoridad que venga a poner orden. Tal vez están recibiendo dinero”, dijo vía telefónica y evocó aquel 16 de diciembre de 2014, cuando mataron a su hijo en un enfrentamiento con Luis Armando Torres, “El Americano”, exautodefensa vinculado a la Tercera Hermandad. “Acá nos atacaron el 16 de diciembre de 2014 y hubo muertos. Trataron de asesinarnos a todo mi grupo y a mí, y el Gobierno estaba de acuerdo porque les estorbábamos. El Gobierno de los tres niveles: municipal, estatal, federal”, dijo en una charla con SinEmbargo.
Mora compartió que elementos policiacos le llegaron a decir que querían hacer las cosas bien, pero “por órdenes de sus superiores se mantenían calladitos”, por lo que “se veía claro que no querían darnos la paz que ocupamos en el país, no nada más en Michoacán”.

Aquel martes de diciembre, evocó Mora, llegaron los soldados y les dijeron que se fueran del pueblo porque eran “culpables de lo que estaba pasando”. Sin embargo, “a quienes llegaron a atacarlos [del crimen organizado] ni cuidado les pusieron. Los soldados siempre apoyaron a los delincuentes que estaban infiltrados en las autodefensas y no encarcelaron a nadie de quienes nos atacaron”. Los encarcelaron a ellos a finales de diciembre de 2014 y fueron liberados hasta marzo de 2015.

En 2013, junto con otros autodefensas como el doctor José Manuel Mireles, decidieron tomar las armas para defender a sus familias y a ellos del terror de Los Caballeros Templarios, cuyo líder de entonces, Servando Gómez “La Tuta”, fue captado en 2015 tomando una cerveza con Rodrigo Vallejo, el hijo del exgobernador priista Fausto Vallejo. Un año previo, en 2014, el Gobierno federal envió a Alfredo Castillo como Comisionado para la Paz y Seguridad, para desarmarlos paulatinamente.

Ahora, con el enfrentamiento entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y “Los Viagras”, cártel de los hermanos Sierra Santa que se extendió tras el arresto de Mireles y luego de que Castillo los reconoció como autodefensas, la violencia en Michoacán está peor, por lo que “no es difícil” que en cualquier momento “aparezca otro loco como yo y convoque a tomar las armas”. Hipólito Mora aún no valora si le conviene unirse al nuevo levantamiento.
“Hoy está peor, son ellos dos los que se están enfrentando y tienen problemas cada rato. Los delincuentes pasan en muchos municipios como si fueran policías, como en el municipio de Buenavista. Aquí en La Ruana se pasea la gente armada día y noche como si nada. No tenemos policías ni Ejército que nos proteja porque está claro que o están coludidos, o son ineptos o no quieren hacer su trabajo”, dijo.

“Veo muy poco interés de las autoridades federales y estatales por darnos seguridad y conseguir la paz, para que ya no haya tantos muertos a causa del crimen organizado. No entiendo por qué no quieren hacer su trabajo. Ojalá lo hagan ahora y no sólo porque arrestaron a un General o porque ya vienen las elecciones; quieren quedar bien unos meses, la gente cae otra vez en sus mentiras, los apoya y seguimos igual siempre”.

Respecto al proceso electoral 2021, cuando Michoacán renovará Gubernatura, diputaciones y 112 ayuntamientos, Mora contó que lo han ido a buscar para que se postule a un cargo, incluso para ser sucesor del Gobernador Silvano Aureoles Conejo. Aunque dijo que disfruta cultivar limones y no le gusta la política porque se trata de “mentira, traición y ambición”, ante la situación violenta prolongada en su estado, no descarta atreverse a participar para “demostrarles a quienes han ocupado cargos públicos cómo y para qué se debe trabajar y regresarme a mi casa como estoy ahorita, no con millones y millones de pesos”. En 2015 fue candidato a Diputado por el Movimiento Ciudadano para Apatzingán.

IMPORTANCIA DEL PUERTO DE LÁZARO CÁRDENAS

José Manuel Mireles, quien se levantó en Tepalcatepec, afirmó el viernes que ahora entendía la consigna. Durante su movimiento de autodefensa, “luchábamos contra el mismo Estado”, tuiteó. Su abogado, Ignacio Mendoza Jiménez, coincidió en que cualquier habitante de Aquila o Lázaro Cárdenas, puerto de carga donde se trafican drogas, pudo haberlo dicho: “qué complicado atacar al crimen organizado que los estaba oprimiendo, si tenían simbiosis con el Estado”.

Sin embargo, agregó el abogado, lo más preocupantes es que ha ocurrido a nivel nacional al menos en los dos últimos sexenios de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
“La gente se rebeló contra un cártel que los tenía oprimidos y pensó que el Estado mexicano los estaba ayudando, cuando a final de cuentas el Estado estaba administrando esta situación. No es lo mismo ir a tomar Chiniquila que el Puerto de Lázaro Cárdenas, ¿verdad? Los intereses eran diferentes”, aseguró Mendoza Jiménez. “Por eso vimos decisiones tan absurdas y arbitrarias como venir a Michoacán, reconocer grupos armados, luego detener a unos y a otros empoderarlos. Cuando Mireles tocó Lázaro Cárdenas, [el Comisionado para la Paz y Seguridad Alfredo] Castillo lo detuvo [en junio de 2014 por posesión de armas] y permitió que ‘Los Viagras’ fueran creciendo. Y eso hablo de Michoacán…”.
En agosto de 2019 Guillermo Valencia, el exalcalde de Tepalcatepec, también aseguró que Castillo “empoderó” a este cártel liderado por los hermanos Sierra Santa al reconocerlos como autodefensas y luego Fuerza Rural. Actualmente, se disputan el territorio con el Cártel Jalisco nueva Generación (CJNG).

El abogado de Mireles también recordó el “Michoacanazo”, en mayo de 2009, cuando él era subprocurador local. En un operativo ordenado por el Presidente Felipe Calderón, para golpear al Gobernador perredista Ernesto Godoy en tiempos electorales, y dirigido por el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna –también preso en Estados Unidos por nexos con el cártel de Sinaloa y tráfico de drogas– se detuvo a alcaldes, mandos policiales, un emperesario y un juez, acusados de supuestos nexos con la Familia Michoacana. Pero la titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SEIDO), Marisela Morales, no presentó pruebas y fueron liberados.

Mendoza Jiménez afirmó que al Gobierno federal actual no se le ha comprobado que sea un narcoestado, pero el movimiento de autodefensas continúa en Tepalcatepec a siete años de su arranque y a nivel nacional, “sería ingenuo” pensar que es aislado el caso del nexo de Cienfuegos con el cártel H2.
“No solo es lo de un General con el H-2, que es lo que hasta el momento se le ha podido comprobar con pruebas sólidas. Quien está haciendo el trabajo es Estados Unidos y ellos son muy estrictos con las pruebas y sus investigaciones toman años. Ojalá solo fuera una persona, pero en los dos últimos sexenios, el de Calderón y Peña Nieto, el crimen organizado cogobernó con funcionarios locales y federales”, afirmó.
“El movimiento de autodefensas que vemos en Michoacán –que no ha concluido– fue una respuesta de la población en contra de quienes como grupo delincuencial los estaba sometiendo y ante la carencia de resultados por parte del Estado mexicano. En ese momento, se entendía que no se querían intervenir o había un desdén de la autoridad. Ahora, a través de los años y de saber cómo operaron los gobiernos de Calderón y de Peña Nieto, tiene sentido que las autoridades desde el más alto nivel de la jerarquía militar protegía al crimen organizado. Lo del General es muy preocupante no solo por la institución del Ejército, sino por venir a darnos cuenta que quienes estaban encargados de la seguridad y debieron haber protegido a la sociedad, no lo hacían”.


FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: DULCE OLVERA.

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