viernes, 23 de octubre de 2020

En San Luis Río Colorado, Sonora, se ha desatado una lucha a muerte por el control del corredor de la droga

Luego de algunos meses de tregua, en parte debido a la cuarentena por el coronavirus, la delincuencia organizada se ha reactivado y los que antes eran aliados y socios ahora son acérrimos enemigos.

La violencia que ha venido escalando en las semanas recientes tanto en San Luis Río Colorado, Sonora, como en la zona del Valle de Mexicali, Baja California, es, a decir de las autoridades federales, fuentes policiacas y expertos en el tema consultados, parte de la disputa por el control de la venta y tráfico de droga entre grupos de la delincuencia organizada que antes eran aliados con el Cartel del Pacifico (o Sinaloa) y que operan en estas dos ciudades fronterizas del noroeste de México.

Los asesinatos más recientes en esta zona forman parte de este historial de violentos reacomodos. Apenas el miércoles pasado por la noche fue asesinado el exagente de la Policía Municipal, Orlando Méndez, en San Luis Río Colorado, Sonora.

Además, el sábado 17 de octubre, fueron asesinados, en la carretera Mexicali-San Luis Río Colorado, Everardo Cota y Fernando Márquez Tamayo, hermano mayor del expolicía Marco Polo de los mismos apellidos, asesinado el 1 de mayo pasado junto con su hijo de 3 años en un fraccionamiento privado de Mexicali.

La propia alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar Ávila, en reciente entrevista con el semanario Zeta de Tijuana reconoció la presencia del Cártel de Sinaloa, que históricamente ha controlado la capital de Baja California, y la incursión de grupos de Sonora, quienes delinquen y se esconden en ambos valles, serían los generadores de violencia, tratando de expandir su territorio.

“Efectivamente, en el Oriente hay una situación de delincuencia organizada, narcomenudeo y pandillerismo. Aquí la estrategia son operativos con Sedena, Guardia Nacional y Policía Municipal, en el Valle de Mexicali tienen que ver con delincuencia organizada porque están pegados con San Luis (Río Colorado), son dos cárteles, uno de Sonora y Sinaloa, básicamente son estas dos bandas y se está atendiendo esta situación”, manifestó Marina del Pilar en la entrevista con Zeta.

Una lucha intestina
La disputa por la plaza de San Luis Río Colorado inició desde que una célula criminal identificada como los “Salazar” o “Salas”, originarios de Navojoa, Sonora, vinculada al Cártel de Sinaloa, se expandió hacía San Luis Río Colorado hace tres años. Como no lograron ponerse de acuerdo con los presuntos traficantes locales encabezados por dos hermanos de apellido Lara, conocidos como “Los Cuates”, comenzaron los ajustes de cuentas, de uno y otro bando.

Los Salazar, vinculados al narcotraficante Adán Salazar, presuntamente primero mataron a uno de los Cuates Lara y el 2 de mayo de 2019, mientras era velado en la funeraria sobre la calle 17 de San Luis Río Colorado pretendieron acabar con el hermano sobreviviente, aunque fueron repelidos a balazos.

En ese incidente, donde la Policía detuvo a cuatro pistoleros, dos por bando, fallecieron entre el fuego cruzado los hermanos Gerardo y Araceli Villaseñor, residentes del Golfo de Santa Clara, quienes habían llegado a expresar sus condolencias y se convirtieron en “víctimas colaterales”.

Ante la muerte de uno de los cuates Lara, su hermano en presunta alianza con el expolicía Marco Polo Márquez Tamayo y José Eduardo Pérez Jiménez alias “El Charal”, buscaron venganza, generando más asesinatos en la zona. Entre las víctimas se encontraban policías municipales de ambas ciudades.

Fue el 15 de diciembre de 2019, tras recibir el reporte de la presencia de personas armadas, que policías municipales de San Luis Río Colorado abatieron a “El Charal”, quien era buscado por autoridades de Sonora y Baja California.

Al momento de su muerte las autoridades le atribuían a “El Charal” y su grupo de sicarios al menos 21 homicidios violentos, entre ellos el del policía Ignacio Villagómez, en abril de 2019 luego de una infracción de tránsito en Ciudad Morelos, Mexicali; además el de los oficiales David Ramírez Sierra y los de Raúl Ramos y Ricardo Castro, acribillados el 4 de diciembre mientras estaban en un restaurante de comida china al final de la calzada Monterrey en San Luis Río Colorado; luego se sabría que se trató de una confusión por la unidad que tripulaban y que en realidad el objetivo era otro mando policiaco.

Los sonorenses, por su parte, continuaron -con la supuesta venía de los hijos de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”- la cacería de sus enemigos, entre estos el expolicía Marco Polo Márquez Tamayo quien el primer día de mayo de este año, fue asesinado en un fraccionamiento privado en Mexicali, ataque en el que también perdió la vida su hijo de solo 3 años.

“El Tamayo”, como todos le llamaban, había salido huyendo de San Luis Río Colorado para refugiarse en la vecina ciudad, porque lo buscaban para matarlo hasta que finalmente lograron ubicarlo: un pistolero solitario burló la caseta de vigilancia, saltó la barda y cumplió su cometido.

Ya en dos ocasiones habían ido a buscarlo a su domicilio en San Luis Río Colorado, y al no encontrarlo le rociaban de balas la casa.

Él mismo compartió en Facebook el video de las cámaras de seguridad donde se ve al grupo fuertemente armado, en 3 camionetas con estrobos, y en la publicación le reclamó al jefe de la Policía Municipal si necesitaba ayuda para sacarlos.

El sábado 17 de octubre, sobre la carretera Mexicali-San Luis Río Colorado, Everardo Cota y Fernando Márquez Tamayo, hermano mayor de Marco Polo, fueron asesinados, en un ataque que se investiga hasta el momento.

A la lucha por la plaza de San Luis Río Colorado, se suma la supuesta llegada al Valle de Mexicali de un narcotraficante conocido como “El Ruso”, exintegrante del Cartel del Pacifico y quien se encuentra peleado con los hijos de “El Chapo”, lo que a su vez generó un nuevo episodio de violencia entre éste personaje y los sonorenses.

La tarde-noche del pasado 12 de agosto de este año una nutrida balacera que se registró en céntrico domicilio puso en alerta a los sanluisinos.

Videos que circulan en redes sociales dan cuenta del prolongado uso de armas largas, ráfagas y de repetición.

Fuentes federales presumen que la casa de seguridad era de la gente de El Ruso, quien a su vez están tratando de apoderarse de las operaciones criminales que se realizan en San Luis Río Colorado.

Extraoficialmente se sabe que gente de los sonorenses, quienes se percataron de la presencia de operadores de “El Ruso”, fueron recibidos a balazos cuando acudieron a dicho domicilio.

Al día siguiente, elementos de la Fiscalía General de la República catearon el domicilio de avenida Guadalupe Victoria 20 y 21 donde encontraron un arsenal, cartuchos para rifles de asalto R-15 y AK-47, chalecos antibalas.

También, los federales aseguraron dos vehículos de modelo reciente, un Jeep y una Expedition, ambos con reporte de robo en Estados Unidos, y en su interior varios cargadores para arma larga.

Se presume que la división en el cártel de Sinaloa, a raíz de la sentencia a cadena perpetua del Chapo Guzmán, quien fue hundido por las delaciones de Vicente Zambada, está provocando una guerra entre los que antes eran aliados, la cual inició en Culiacán y se está extendiendo a la frontera entre Sonora y Baja California.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: HUMBERTO MELGOZA VEGA.

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