viernes, 15 de septiembre de 2023

Para fuerzas armadas e instituciones dirigidas por militares,uno de cada cinco pesos del presupuesto

Guardia Nacional, seguridad pública, aduanas, puertos, aeropuertos, una aerolínea, Tren Maya... Desde el arranque de su sexenio, López Obrador ha dado cada vez más responsabilidades y presupuesto a las Fuerzas Armadas, en especial a la Sedena.

Para su último año en el poder, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prevé entregar más de 405 mil millones a las fuerzas armadas y a instituciones dirigidas por militares, cifra similar a la inversión prevista para financiar todo el sistema de educación pública, desde preescolares hasta universidades, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).

El PPEF 2024, presentado en días recientes por el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O a la Cámara de Diputados, prevé destinar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) 259 mil millones de pesos –una cantidad jamás alcanzada–; a la Secretaría de Marina (Semar), 72 mil millones de pesos; a la Guardia Nacional (GN), 70 mil millones de pesos, y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), casi 3 mil millones de pesos.
Como nunca, las instituciones castrenses serán administradoras de recursos públicos; el monto inédito que López Obrador les otorgará equivale a 20% del gasto del Ejecutivo Federal. Esto quiere decir que los militares administrarán uno de cada cinco pesos que el gobierno inyectará a las Secretarías de Estado bajo la tutela del mandatario.
Las fuerzas armadas se convierten así en unas de las principales receptoras de dinero público, un nivel más abajo que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y sus 425 mil millones de pesos de presupuesto, y no muy lejos de la Secretaría de Bienestar, cuyo presupuesto de 544 mil millones de pesos está destinado al reparto de programas sociales.

Los mandos castrenses tendrán cinco veces más recursos que todo el Poder Judicial de la Federación, cuatro veces más que la Secretaría de Salud (SSA) –en parte porque ésta cedió una parte sustancial de su presupuesto al IMSS– y un poco menos que todo el IMSS y que Pemex.

Presupuesto verde olivo

Desde el arranque de su sexenio, López Obrador ha dado cada vez más responsabilidades y presupuesto a las Fuerzas Armadas, principalmente a la Sedena. Además de controlar, en los hechos, la Guardia Nacional y la seguridad pública, los militares administran ahora las aduanas –y con ellas el fideicomiso multimillonario que concentra las recetas aduanales–, los puertos, aeropuertos públicos, una aerolínea y el Tren Maya.

Según el PPEF 2024, la Sedena tendrá un aumento brutal de su presupuesto, sobre todo porque López Obrador pasó en definitiva el Tren Maya del giro del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a la dependencia castrense, con todo y un presupuesto extra de 126 mil millones de pesos. En los hechos, la Sedena ya estaba a cargo del megaproyecto emblemático del sexenio, cuyo costo se quintuplicó en los últimos cuatro años.

López Obrador adelantó que en diciembre próximo inaugurará el Tren Maya, pese a que las obras aún están lejos de concluirse y pese a que su gobierno todavía destinará a ese proyecto 120 mil millones de pesos en 2024, monto equivalente a una quinta parte del presupuesto total estimado de la obra. En otras palabras, cuando el mandatario dé el banderazo al Tren Maya, faltará concluir por lo menos 20% de las obras.

El gobierno de López Obrador también prevé entregar mil 500 millones de pesos a la Sedena para que opere el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), otro megaproyecto del sexenio –cuyo costo se elevó a 90 mil millones de pesos–, que sigue funcionando gracias a que 90% de sus ingresos los recibe vía subsidios del gobierno federal.

Semar, Guardia Nacional y CNI

Aunque no recibió un trato tan grato como la Sedena, la Semar también amplió sus facultades durante el sexenio de López Obrador, quien entregó a esa dependencia la gestión de los puertos, de algunos aeropuertos –incluido el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)– y del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, proyecto este último para el que en 2024 tendrá 21 mil 193 millones del presupuesto federal.

En otro rubro, aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) suspendió el decreto que entregaba a la Sedena el control administrativo y operativo de la Guardia Nacional –control que debió regresar a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC)–, el cuerpo militar creado en el actual sexenio sigue, en los hechos, bajo el manto de la institución castrense. Para el próximo año, el PPEF 2024 prevé 70 mil 767 millones de pesos para la Guardia Nacional, que incluyen 16 mil 772 millones de pesos de inversión.

Además, el PPEF 2024 comprende casi 3 mil millones de pesos para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), a cargo del general Audomaro Martínez Zapata. El CNI forma parte de la SSPC, pero en gran parte de sus operaciones sigue las órdenes de la Sedena.

De hecho, el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (Cenfi), entidad que concentra toda la información de inteligencia civil generada en el país, lo dirige Luis Rubén Sandoval Medina, hijo del general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.

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