viernes, 30 de septiembre de 2022

“Abandonaron a uno de los suyos”: Gobierno difunde la historia de Julio César

El soldado López Patolzin llevaba cuando menos dos años infiltrado con los normalistas de Ayotzinapa que fueron desaparecidos y asesinados en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, de acuerdo con el informe presentado por la Comisión de la Verdad sobre este caso.

La madrugada del 26 de septiembre de 2014, entre los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa que fueron agredidos y posteriormente desaparecidos por autoridades de distintos niveles y miembros del crimen organizado, se encontraba un muchacho que, además, era parte del Ejército mexicano: José Luis López Patolzin.

“Su historia va más allá y da un giro clave a los hechos”, narra un nuevo video realizado por la Comisión Presidencial para la Verdad y acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa (CoVAJ) y publicado este viernes en la cuenta oficial del Gobierno de México.

Los detalles del joven López Patolzin no son novedad, pues su participación como miembros de las Fuerzas Armadas se reveló en agosto, cuando la comisión presentó su informe, pero el video se publica en medio de la polémica por la participación del Ejército en el caso Ayotzinapa y la cancelación de una parte de las órdenes de aprehensión contra militares.

“La autoridad militar tuvo conocimiento de lo que estaba pasando en Iguala. Los estudiantes eran vigilados en todo momento y además un miembro de las FFAA fue agredido y desaparecidos. ¿Por qué pasó lo que pasó? ¿Por qué no intervinieron sus supervisores para evitar los hechos? ¿Por qué no lo buscaron como marca su propio protocolo? Nunca realizaron ningún esfuerzo por ponerlo a salvo. Abandonaron a uno de los suyos.”, señala el video.

 

El soldado Julio César López Patolzin llevaba cuando menos dos años infiltrado con los normalistas de Ayotzinapa que fueron desaparecidos y asesinados en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, de acuerdo con el informe presentado por la Comisión de la Verdad sobre este caso.

El joven militar tenía como objetivo informar de lo que pasaba en las asambleas que se realizaban en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”; dar seguimiento a las marchas, mítines y cualquier movimiento que los estudiantes realizaban en el estado de Guerrero y fuera de la ciudad, según la misma información.
Además, según el informe, López Patolzin también tenía como tareas detectar vínculos con integrantes de grupos subversivos, grupos de la delincuencia organizada y “todo movimiento que pusiera en riesgo la seguridad interior y la seguridad nacional”.
No obstante, Julio César fue abandonado por la institución a la que le brindó servicio activo desde hacía por lo menos cinco años, a pesar de que era obligación de la Sedena protegerlo.

 

El informe detalla que el soldado se encontraba activo en el Ejército Mexicano “realizando funciones de informante” y que su superior jerárquico, el Teniente Marcos Macías Barbosa del 27 Batallón de Infantería, tenía conocimiento de que él se encontraba dentro del grupo de estudiantes que fueron atacados y privados de la libertad.
El Ejército, agrega el documento, teniendo conocimiento de lo que ocurría, “no realizó ninguna acción de protección a su integridad ni búsqueda de su persona, pese a que era su deber, como lo establece en el Protocolo para Militares Desaparecidos” que obliga a los mandos a implementar medidas contundentes a fin de coadyuvar en la búsqueda, localización y en su caso, rescate del personal militar desaparecido.
La infiltración de este elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue confirmada por el Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, al dar a conocer el informe de la Comisión de la Verdad para el Caso Ayotzinapa.

En la grabación de la CoVAJ también se hace énfasis en que los superiores de Patolzin nunca activaron el protocolo de soldados desaparecidos. “Fue una oportunidad desperdiciada ya que dar con Patolzin era dar con los otros estudiantes. Su reacción pronta para defender a uno de los suyos era vital, pero nunca ocurrió”, narra el video.

“Desde el poder, estoy se quiso ocultar. Se negó la participación de militares. Es así como en la oscuridad se perpetúan los ciclos de impunidad. Pero nunca más. hoy, la verdad, por más dolorosa que sea, es el único camino a la justicia”, finaliza.

 

Previamente, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) había revelado en su Tercer Informe, presentado en marzo de este año, que los estudiantes de la Escuela “Raúl Isidro Burgos” eran un blanco de inteligencia por parte de las autoridades militares, desde años anteriores de la desaparición.

El GIEI reveló que hubo dos operaciones de inteligencia por parte de dos batallones del Ejército Mexicano cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en la que ellos dieron un seguimiento “casi contrainsurgente” a los estudiantes. Esto incluía la infiltración de militares en el contingente de los normalistas que fungían como “agentes de inteligencia”.

En ese entonces, Claudia Paz, exfiscal de Guatemala e integrante del Grupo de Expertos, detalló que fueron operaciones de espionaje ordenadas por la Comandancia de la 35 zona militar dos días antes del 26 de septiembre. En ese momento también se afirmó que el Ejército tuvo conocimiento “minuto a minuto”, de la desaparición de los jóvenes.

“Un seguimiento que vamos a llamar histórico, casi contrainsurgente a las actividades de la escuela, un seguimiento a las actividades de los estudiantes. Hay una orden expresa por parte de autoridades militares de dar seguimiento a los movimientos de los estudiantes dos días antes del 26 de septiembre, es decir, que las autoridades en aquel momento contaban con información prácticamente minuto a minuto de lo que está ocurriendo”, indicó Claudia de la Paz y Paz, integrante del GIEI, en marzo pasado.

 

Ambos informes, el del GIEI y el de la Comisión de la Verdad, coinciden en que todas las corporaciones, Ejército, CISEN y Policía Federal y Estatal, hacían seguimiento y reporte en tiempo real de todas las actividades de los normalistas de Ayotzinapa.

Por su parte, el documento de la Comisión de la Verdad, precisa que Julio César López causó alta como soldado de infantería el 16 de enero de 2009 en el 50 batallón de infantería de Chilpancingo, es decir, que tenía 5 años y ocho meses como tiempo de servicio.
Otro de los aspectos que detalla el documento oficial es que los informes de Julio César daban cuenta del plan de acción de los estudiantes para el 2 de octubre de 2014. El último reporte que emitió el joven, fue precisamente el 26 de septiembre de 2014 cerca de las 10 de la noche.
El informe de la Comisión confirma las versiones que se habían dado a conocer desde años atrás: que el Ejército tenía un informante.

Apenas este viernes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ni la Fiscalía General de la República (FGR) ni la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se han opuesto a cumplir con el informe sobre el caso Ayotzinapa elaborado por la Comisión de la Verdad, un día después de que el GIEI alertara riesgos de cerrazón en ambas dependencias.

El Jefe del Ejecutivo, en cambio, sí se dijo consciente de que adentro de la Fiscalía de Alejandro Gertz Manero pueda haber funcionarios de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) que estuvo en manos de Jesús Murillo Karam, hoy preso por la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.

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