miércoles, 29 de junio de 2022

A 27 años de la masacre de Aguas Blancas, exgobernador sigue sin castigo: OCSS

A 27 años de la masacre que dejó 17 campesinos asesinados en la comunidad de Aguas Blancas, Guerrero, el exgobenador Rubén Figueroa Alcocer sigue sin castigo y el caso continúa en la impunidad, denunció la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS).

En el marco del aniversario de la masacre, perpetrada por elementos de la policía estatal motorizada el 28 de junio de 1995 contra integrantes de la OCSS, la organización acusó que la situación de violencia contra las comunidades y pueblos de México continúa en la administración actual a través de los megaproyectos, las minas, la militarización y la presencia de grupos delincuenciales y paramilitares. «Se decreta el fin del neoliberalismo y siguen los despojos», aseguró la OCSS en un comunicado.

«En nuestro México, mientras se da por terminada la guerra contra el narco, se continua con la militarización, que seguramente en la próxima campaña electoral presidencial se volverá a prometer su finalización», destacó.

Añadió que la guerra actual contra los pueblos es «una guerra civil legal», que mientras provee de seguridad y estado de derecho para el capital, a las comunidades les deja inseguridad e injusticia.

«Hablan de política, pero es la continuidad de la guerra por otros medios. Es una guerra civil legal. También le llaman inversión extranjera directa, tratados de libre comercio, ayuda humanitaria, rescate financiero, inversión, ayuda. El lenguaje busca encubrir la realidad de violencia. Un velo discursivo sobre cada hecho de guerra. Un discurso que trata de habituarnos con las agresiones y muertes de ciudadanos, mujeres, periodistas, luchadores sociales», criticó la OCSS.

Además de castigo para Rubén Figueroa por la masacre de Aguas Blancas, la organización también exigió un alto a las agresiones contra la autonomía de los pueblos y la destrucción ambiental y de los territorios, que se traducen en desplazamientos forzados, como en los estados de Chiapas, Michoacán y Guerrero; imposición de proyectos, como las minas en Morelos; y la desaparición de personas, como la de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Comunicado:

AL EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL

AL CONGRESO NACIONAL INDIGENA

AL CONSEJO INDIGENA DE GOBIERNO

A LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL

A LAS REDES DE RESITENCIA Y REBELDIA

A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN LIBRES Y DIGNOS

A LAS ORGANISACIONES DE LUCHAS DIGNAS

AL PUEBLO DE MEXICO

 28-6-22

¡¡27 años sin justicia!!

A veintisiete años de la masacre de Aguas Blancas, el exgobernador Rubén Figueroa sigue sin castigo. Nosotros ni perdonamos ni olvidamos. Seguiremos exigiendo justicia mientras estemos vivos. El tiempo nos sigue encontrando decididos y combativos.

Este tiempo mundial, el de un imperio decadente, el estadounidense, que dijo que regresaría a Afganistán a la edad de piedra y después de 20 años de invasión, salió con la cola entre las patas. Que sigue siendo el más poderoso del mundo, pero pierde fuerza. Que impulsa guerras económicas como la de la red móvil 5G, el aluminio, el boicot a las mercancías chinas e hindúes, los alimentos, los energéticos. Guerras intervencionistas como las de Irak, Afganistán, Siria. Y guerras indirectas como la de Ucrania, con la que espera, entre otros objetivos, dominar el mercado de gas y petróleo de Europa.

Tiempo en el que se perfila un reacomodo en donde el imperio fallido de Rusia trata de proteger sus áreas de influencia mientras europeos y norteamericanos la van cercando. Y otro imperio, China, avanza y en silencio se fortalece y crece sus estructuras económicas.

Veremos que depara el reacomodo. Por lo pronto se acercan la escasez de granos, la carestía de alimentos, de gas, de gasolina. Y la causa no es solo la guerra, pero el encarecimiento y la escasez ya se sienten en nuestro entorno.

Este sistema que no sale de su crisis crónica de excedentes de capital que no pueden combinarse de forma provechosa con los excedentes de fuerza de trabajo, recurre crecientemente a la acumulación de ganancias usando el despojo. El saqueo de agua, tierras, bosques, minerales, biodiversidad, saberes, fuerza de trabajo, expulsión forzada de comunidades, etc.

En nuestro México, mientras se da por terminada la guerra contra el narco se continua con la militarización, que seguramente en la próxima campaña electoral presidencial se volverá a prometer su finalización. Se decreta el fin del neoliberalismo y siguen los despojos. En nombre del combate al huachicol y a la delincuencia, se ejerce y trata de legitimar el control social y político.

Hablan de política, pero es la continuidad de la guerra por otros medios. Es una guerra civil legal. También le llaman inversión extranjera directa, tratados de libre comercio, ayuda humanitaria, rescate financiero, inversión, ayuda. El lenguaje busca encubrir la realidad de violencia. Un velo discursivo sobre cada hecho de guerra. Un discurso que trata de habituarnos con las agresiones y muertes de ciudadanos, mujeres, periodistas, luchadores sociales.

Un proceso bélico que incluye múltiples actores, gubernamentales y no gubernamentales (mercenarios, paramilitares, delincuentes comunes, traficantes), que hoy se dicen “morenistas” y mañana cambiaran de camiseta. Una máquina de guerra que no puede ser controlada totalmente.

Un ejército y una marina convertidos en formidables fuerzas políticas que crecen desproporcionadamente junto con sus presupuestos, en nombre de la seguridad.

Con una realidad que a diario nos dice que donde se reconcentran las fuerzas federales y estatales para “combatir a la delincuencia”, repuntan los homicidios y agresiones. Donde se asoma la tendencia de no ganar la guerra, sino de mantenerla.

El capitalismo crea el delincuente y el delito y estos se vuelven fundamentales para sustentar este orden social.

Aunque el discurso dice otra cosa las distintas corporaciones de seguridad federales, estatales o municipales, siguen significando la represión y en el mejor de los casos cómplices activos o pasivos, simples observadores. ¿No es común verlos conviviendo con la delincuencia o protegiéndolos? Con grupos como Paz y justicia, Los Chinchulines, Mascara Roja o el Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista (MIRA) en Chiapas o “Los Ardillos”, en Guerrero. El caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala es un claro ejemplo.

Hay seguridad y estado de derecho para el capital, y para las comunidades inseguridad e injusticia; eso atrae inversionistas. No basta con no dar más concesiones mineras. La minería a cielo abierto sigue depredando el territorio de los pueblos y devastando la naturaleza, mientras la delincuencia agrede a las comunidades en beneficio de las empresas. UN CLARO EJEMPLO DE RESISTENCIA QUE ESTAN PONIENDO COMPAÑEROS EN MORELOS DE LA” UNIFICACION DE PUEBLOS Y COLONIAS CONTRA LA MINERIA EN MORELOS”, QUE SON PARTE DEL CONGRESO NACIONAL INDIGENA QUE APENAS CELEBRARON SU PRIMER ASAMBLEA NAHUA EL 23 Y 24 DE ABRIL DONDE SE DECLARARON PUEBLOS Y COLONIAS LIBRE DE MINERIA, PONIENDO EN CLARO QUE NO ES BENEFICIO PARA SUS PUEBLOS Y COLONIAS Y SOLO LES DEJARA UN ECOCIDIO QUE ESTAN A TIEMPO DE EVITAR.

Y dentro de esta realidad la pandemia desnudó más las injusticias. Las políticas neoliberales desmantelaron el sistema de salud. Tratando de gastar lo menos posible y hacerlo más rentable.

En este México militarizado para garantizar las ganancias de las grandes empresas, una seguridad efectiva para los pueblos, solo pueden dársela los pueblos con su autodefensa colectiva. Decidida por la asamblea comunitaria compañeros de la montaña integrantes del CONSEJO INDIGENA POPULAR DE GUERRERO –EMILIANO ZAPATA SON CLARO EJEMPLO DE DAR UNA LUCHA DIGNA.

El tiempo de crisis es también de tiempo de organizarnos mejor, de avanzar, de fortalecer nuestra producción agrícola sembrando colectivamente. De reforzar y fortalecer el sistema de salud en los pueblos en que vivimos, dándole un carácter comunitario. De denunciar, de movilizarnos, de luchar. De desenmascarar a los que fueron ladrones ayer, y que son funcionarios hoy.

Castigo a Rubén Figueroa, responsable de la masacre de Aguas Blancas.

Alto a las agresiones a los compañeros de CIPOG-EZ en las comunidades de la región de la Montaña en Guerrero.

Alto a los desplazamientos de familias y comunidades por la delincuencia, en los estados de Guerrero, Michoacán y Chiapas.

No a la minera en México.

Libertad a Gilberto Aguirre Bahena.

Presentación con vida de Benito Bahena Maldonado

¡Presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa y castigo a los culpables! ¡Ni un muerto más en el país!¡La masacre de Aguas Blancas no se olvida!

POR LA UNIDAD DE OBREROS INDIGENAS Y CAMPESINOS

ORGANIZACIÓN CAMPESINA DE LA SIERRA DEL SUR

O.C.S.S.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.

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