lunes, 24 de enero de 2022

En la trama Fertinal, el terreno de Banco Azteca para el Tren Maya

Fue un jugoso negocio que Ricardo Salinas Pliego hizo con el gobierno de López Obrador: Banco Azteca vendió a Fonatur un terreno de 179 hectáreas contiguo al aeropuerto de Cancún para construir un centro logístico para el Tren Maya. El precio: mil 300 millones de dólares, ocho veces más que el monto en que lo compró. Ese terreno estuvo vinculado a las estructuras offshore que el magnate utilizó para controlar acciones de Grupo Fertinal, la empresa de fertilizantes que Pemex adquirió a sobreprecio en una operación irregular que la propia petrolera denunció ante la FGR.

El terreno de 179 hectáreas colindante con el aeropuerto de Cancún, que Banco Azteca vendió por mil 300 millones de pesos al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para construir un centro logístico del Tren Maya, estuvo vinculado a la estructura offshore que el multimillonario Ricardo Salinas Pliego utilizó para controlar acciones de Grupo Fertinal, la empresa de fertilizantes vendida a Pemex con sobreprecio durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

La venta del terreno al Fonatur representó un nuevo negocio jugoso de Salinas Pliego con el gobierno de la llamada Cuarta Transformación: en mayo de 2009 una empresa llamada Surmaq lo había comprado por alrededor de 43 mil 300 dólares por hectárea, y Fonatur lo adquirió por un precio ocho veces superior: cerca de 363 mil dólares por hectárea, según el monto revelado el pasado 18 de enero en Reforma.

En mayo de 2010, un año después de comprar el terreno, Surmaq recibió un crédito de más de 9 millones de dólares de NPK Chemical Holdings, una sociedad de papel creada en Bélgica que en ese entonces controlaba 471 millones 595 mil acciones de Fertinal.

A raíz del crédito se creó el fideicomiso F/659 en Banco Azteca, en el cual Surmaq era fideicomitente. Un acta de ese fideicomiso, firmado ante Francisco Xavier Borrego Hinojosa Linaje –notario en Tlanepantla y a la vez consejero de Grupo Salinas–, revela que al menos en junio de 2018 los representantes de Surmaq eran José Luis Riera Kinkel, director general de finanzas corporativas de Grupo Salinas, y Alejandro Ramírez Sánchez, quien en 2013 fue representante legal de NPK Chemical Holdings y tuvo poderes legales en Fertinal.

Esta relación, plasmada en el acta del fideicomiso en poder de Proceso, desmiente una vez más las afirmaciones de Salinas Pliego, sus voceros y sus empresas, de que éste no tuvo relación alguna con la estructura offshore que tenía acciones de Fertinal. El magnate y Banco Azteca incluso demandaron a Proceso y tres de sus trabajadores por daño moral, en reacción a un reportaje que documentaba su rol en las sociedades de papel.

El diario Reforma reveló el pasado 18 de enero que el Fonatur reservó toda la información relativa a la compra del terreno –“del cual fue propietario Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple”–, bajo el pretexto de que su divulgación “podría poner en riesgo la conducción de las negociaciones y relaciones interinstitucionales” y “podría obstaculizar las estrategias comerciales que pretenda ejecutar el Tren Maya”.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2360 del semanario Proceso

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.

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