lunes, 24 de enero de 2022

¿Qué ocultó la FGR en el expediente público de Odebrecht?: Exoneraciones, pagos y hasta notas periodísticas

Aunque la Fiscalía publicó los primeros cinco tomos del expediente de Odebrecht, ocultó todos los datos relacionados con declaraciones, peritajes y, en general, cualquier resultado de la indagatoria.

Detalles de los acuerdos firmados por México para no proceder en contra de los directivos de Odebrecht a cambio de sus declaraciones; las narraciones de los sobornos y pagos a nivel federal y en los estados, cientos de páginas con datos de las transferencias bancarias; los nombres de las compañías involucradas; las entradas y salidas del país de los sospechosos; los nombres y cargos de los responsables de investigarlos; las  direcciones de oficinas; y hasta conferencias de prensa y notas periodísticas…

En los primeros cinco tomos de la carpeta de investigación del caso Odebrecht publicados en versiones públicas, la Fiscalía General de la República (FGR) decidió ocultar la mayor parte de la información que permitiría entender – sobre todo para quien no conoce el tema – qué hechos son los que se investigan en este caso, quiénes son los probables implicados, y quiénes están a cargo de indagarlos.

Aunque por orden del INAI la FGR comenzó a desclasificar la indagatoria en su página web, al inicio de cada tomo la institución precisa que decidió mantener como información reservada o confidencial los datos del personal que participa en las indagatorias, el contenido de la información recibida por otros países y todo aquello relacionado con las líneas de investigación vigente. También los datos de probables responsables, probables victimas, testigos y en general cualquier persona. 

Como resultado la mayor parte de las páginas de los tomos “transparentados” tienen amplias porciones cubiertas en negro (testadas). En algunos casos como el Tomo IV o V hay más de 400 páginas totalmente oscurecidas, donde no es posible ver nada.

Lo que la información descubierta permite ver es, básicamente, qué tipo de actos de investigación se han realizado. Es decir, qué solicitudes se han enviado a otras dependencias o al extranjero, cuándo se han ordenado peritajes o se ha citado a testigos, cuándo se ha pedido a la policía que verifique sitios de internet, etc. Pero sin que se revelen los resultados de estas acciones.

Se advierte que, al menos durante el primer año de la indagatoria (2017), mucha de la información que las autoridades de la PGR buscaban recabar era la que previamente se publicaba en amplios reportajes periodísticos. Sobre todo lo relacionado con la información de los directos de Odebrecht.

Para identificar la información que se ocultó, Animal Político y Quinto Elemento compararon los tomos I, IV y V publicados por la FGR con una copia de los mismos tomos pero sin información cubierta, a la que estos medios tuvieron acceso. A continuación, se detallan algunos ejemplos de los hallazgos encontrados:

La “exoneración” de México a Odebrecht

Entre la página 505 a 509 de Tomo IV de la carpeta de investigación transparentada se pública la copia de un documento firmado ante el Ministerio Público de Brasil en el que México se compromete a no utilizar las pruebas y declaraciones en contra de ciertas personas. Sin embargo, en el documento se cubren los nombres de los beneficiarios de esta “protección”.

En el mismo oficio firmado por un funcionario mexicano, cuyo nombre también se oculta, nuestro país se compromete a no proceder en contra de esas personas ni a compartir los datos recibidos con otras autoridades.

Los nombres que la FGR cubrió y que fueron beneficiarios de esta “exoneración” son los de Luis Alberto de Meneses Weyll e Hidelberto Mascarenhas Alves Da Silva Filho, ambos exdirectivos de la constructora brasileña y que participaron en los sobornos presuntamente entregados a Lozoya. Quien asume el compromiso para no proceder en contra de estas personas fue el entonces subprocurador de Delitos Federales de la PGR, Felipe Muñoz.

Esta situación vuelve a repetirse entre las fojas 6 y 46 del tomo V donde, ahora de manera separada, la FGR firma los compromisos de no proceder en contra de los dos directivos mencionados, pero también se extiende este beneficio a Marcelo Bahia Odebrecht, exdirector de la constructora. Quien firma este “perdón” adelantado fue el entonces encargado de despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán.

Las confesiones de Odebrecht

En el tomo IV hay 150 páginas totalmente testadas de negro, de la foja 205 a la 355. La información oculta corresponde a todo el contenido del acuerdo que la constructora Odebrecht alcanzó con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos para declararse culpable a cambio de obtener penas y multas reducidas para sus directivos y de reparar el daño con un pago de hasta 2 mil 600 millones de dólares.

En dichos documentos la empresa reconocer haber implementado entre el 2001 y 2016, un esquema de corrupción internacional bien organizado a través del cual pagó sobornos y dádivas a gobernantes, servidores públicos y funcionarios de partidos políticos para ganar ventaja en el mercado y obtener, a cambio, contratos. La empresa reconoce haber pagado sobornos por más de 788 millones de dólares en doce países, y haber ganado, en retribución, contratos por más de 3 mil 336 millones de dólares.

En la lista de países donde se pagaron dichos sobornos se encuentra México, en el que Odebrecht afirma haber pagado sobornos por más de diez millones de dólares, que le permitieron obtener beneficios por casi 40 millones. Se cita como ejemplo el pago a un alto directivo de una compañía estatal petrolera (Lozoya).

La constructora explica como funcionaba el esquema; reconoce la existencia del denominado Departamento de Operaciones Estructuradas que se encargaba de gestionaron los pagos que quedaban fuera de los registros de contabilidad. Es decir, el brazo de la compañía responsable de los sobornos.

En la confesión (totalmente oculta en el expediente publicado) se detalla que se usaban complejas transferencias bancarias para esconder el origen de los recursos a veces de hasta cuatro etapas o niveles, con la finalidad de que tampoco se identificara fácilmente a los beneficiarios finales. Para ello se contaba con un sistema informático denominado “Drousys” y otro llamado “MyWebPay” que permitían llevar un registro de las transferencias a las cuentas de compañías fachada abiertas en paraísos fiscales. Se usaban seudónimos para identificar en el sistema de qué asunto se trataba.

El acuerdo con el Departamento de Justicia de los EU también obligaba a Odebrecht (y a sus filiales como Braskem) a renunciar a cualquier posibilidad de defensa y a no contradecirse en declaraciones vertidas en otros países sobre lo que había confesado.

En esos documentos totalmente testados también se encuentra la transcripción de la audiencia ante el juez de Nueva York donde los fiscales del Departamento de Justicia y los abogados de la constructora brasileña expusieron el caso. En palabras del juez se trataba de un “acuerdo inusual”, pero que terminó dando por válido.

La FGR también ocultó por completo, en diversos momentos del expediente, los resúmenes hechos de caso en los que pedía colaboraciones internacionales, así como el contenido de las declaraciones de los altos funcionarios de la compañía brasileña.

Por ejemplo, en el tomo V del expediente publicado se encuentran totalmente en negro las fojas 731 a 746, que contienen las transcripciones de las declaraciones de Marcelo Odebrecht, Luis Weyll e Hidelberto Mascarenhas.

En estas confesiones, como ya ha trascendido en numerosos reportajes y notas periodísticas, los directivos confirman que hubo diversos pagos de sobornos en México bajo el concepto de “pagos extraordinarios”. Detallan, por ejemplo, que en 2010 se inyectaron recursos en Veracruz o Michoacán para apoyar campañas electorales del PRI a través de terceros y que eso les valió obtener, posteriormente, contratos a nivel local.

Los brasileños abundan en la asesoría que les brindó Lozoya para ganar terreno en dichas entidades, y en los compromisos que luego se alcanzaron con el para beneficiar al candidato del PRI (Enrique Peña Nieto) en su aspiración presidencial. Detallan que llegaron a invertir hasta cuatro millones de dólares en su campaña, y que a Lozoya le transfirieron seis millones de dólares como retribución por su respaldado en las gestiones en Pemex para que obtuvieran contratos.

Cabe señalar que, en ningún momento, los directivos de la constructora brasileña señalan que hubieran repartido recursos con la finalidad de agilizar la aprobación de la reforma energética en México, como ha sostenido la actual FGR en nuevas líneas de investigación.

Los datos bancarios

Los tomos de la carpeta de investigación transparentados por la FGR ocultan todos los datos bancarios reunidos como parte de las indagatorias, tanto los relacionados con Emilio Lozoya y su familia, así como los pagos y transferencias realizados a empresas fantasma.

Por ejemplo, en el tomo IV hay casi 170 páginas (de la foja 648 a 817) cubiertas totalmente en negro. La comparación con el tomo sin testar permite identificar que se trata de todos los datos relacionados con las cuentas de Lozoya en Citibanamex, donde se ven reflejados sus ingresos como servidor público principalmente,  y las transferencias de una parte importante de los recursos a otras cuentas o su salida a través de cheques.

En las fojas 162 a 182 del Tomo V, también testadas por completo, se encuentran los comprobantes de las transferencias realizadas a las cuentas en bancos suizos de las compañías fachada Latin American SA y Zecapan SA, ambas receptoras de los presuntos sobornos pagados a Emilio Lozoya.

En las fojas 298 a 300 están ocultos los comprobantes de las transferencias a la empresa Blunderbuss, otra compañía fachada pero constituida en Veracruz, y que estaría implicada en la trama de sobornos relacionados con ese estado y con el gobierno de Javier Duarte de Ochoa.

Mientras que en la foja 667 la FGR ocultó los datos entregados por Suiza en donde se confirma que Emilio Lozoya y Gilda Susana Austin Lozoya son los beneficiarios de las cuentas bancarias abiertas a nombre de las empresas Latin American y Tochos Holding LTD.

En el Tomo V la Fiscalía testó caso 40 páginas consecutivas que corresponden a los estados de cuenta bancarios de Luis Weyll, exdirector de Odebrecht, y en los que se aprecian múltiples pagos con su tarjeta American Express en restaurantes, licorerías, hoteles, entre otros.

Los 138 vuelos de Lozoya

En los tomos publicados en su página de internet la FGR también testó por completo los datos entregados por el Instituto Nacional de Migración (INM) sobre los ingresos y salidas del país del exdirector de Pemex y de los directivos de Odebrecht.

Por ejemplo, la información oculta en las fojas 692 a 695 del Tomo V corresponde al informe del INM que muestra que, entre 2010 y 2017, Emilio Lozoya registro 138 ingresos y salidas del país vía aérea a través de aerolíneas como Aeroméxico, Delta, Continental, American Airlines, United, Iberia, Lufhtansa, Latam, British Airlines, Air France, entre otras, y también en aeronaves privadas. El último registro corresponde a su salida del país el 1 de septiembre de 2017, dos semanas después de que la PGR cambiara su situación legal de testigo a imputado en el caso.

En el tomo IV la Fiscalía también testó las fojas 626 a 628 que corresponden a los ingresos y salidas del país del empresario Marcelo Bahía Odebrecht, máximo dirigente de la constructora, quien entre 2010 y 2015 viajó en nueve ocasiones a nuestro país. El INM también aportó datos de los viajes de Luis Alberto Weyll, quien fungió como director de Odebrecht en México, y quien registró más de 80 vueltos entre 2010 y 2017.

Empresas, personas y direcciones

La FGR decidió ocultar los nombres de todas las personas, incluidos imputados, testigos, funcionarios, etcétera, que aparecen en el expediente. También ocultó sus cargos y sus firmas. Incluso la Fiscalía decidió testar los nombres de instituciones y sus direcciones físicas, pese a que se trata de información que la ley de transparencia considera como información pública.

Por ejemplo, desde el tomo 1 se oculta el nombre de Silvia Nathalie García Ocampo, la fiscal responsable de la carpeta de investigación al menos durante ese primer año del caso. También se cubre en múltiples ocasiones la identidad y cargo de José Manuel Merino Madrid, director General de Procedimientos Internacionales de la PGR y responsable de solicitar todas las asistencias de colaboración a otros países. A ellos se suman los nombres y cargos de múltiples policías y peritos que en diversos momentos intervienen en el caso.

La Fiscalía también decidió cubrir cargos e identidades de servidores públicos de otras dependencias como los de Araceli Cortes Hernández, la apoderada legal de Petróleos Mexicanos en aquel momento; los de varios funcionarios de Pemex que participan en los contratos (y que previamente ya se habían dado a conocer por orden del INAI); y los de directivos del INAI o de la Secretaría de la Función Pública.

En un oficio que el gobierno de Veracruz envió al Congreso estatal para solicitar que se aprobara un proyecto (que a la larga beneficiaría a Odebrecht), la fiscalía también ocultó el nombre y cargo del gobernador Javier Duarte.

Incluso, a lo largo del expediente se encuentran testadas las direcciones de diversas oficinas y hasta cargos públicos, aunque no contengan nombres de pila. Por ejemplo, en la foja 9 dele Tomo IV que corresponde a un oficio donde se solicita a un perito, se oculta que la leyenda “Director General de Servicios Periciales de la PGR” y también la dirección del sitio donde se tiene que presentar el perito que es Paseo de la Reforma 211, y que corresponde al edificio sede de la dependencia.

En los cinco tomos publicados la FGR también decidió ocultar todos los nombres de las empresas que se mencionan, incluido el de Odebrecht y el de su filial Braskem. Incluso en las fojas 781 a 783 del tomo V que corresponde a un oficio donde la constructora brasileña ofrece a México su colaboración, la FGR decidió testar hasta los logos de la constructora en los oficios membretados.

A ello se suman el testado que se hizo de los nombres de todas las compañías fantasma implicadas en el caso y los nombres de los funcionarios de la constructora brasileña.

Y hasta notas y conferencias de prensa

En los tomos publicados por la FGR hay decenas de páginas cubiertas totalmente de negro que no corresponden a información recabada en investigaciones. La comparación con los tomos sin testar permite identificar que se trata, en realidad, de capturas de múltiples notas periodísticas.

Por ejemplo, las fojas 90 a 96 del Tomo IV (testadas en la versión pública) corresponden a un reportaje publicado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad relacionado con los presuntos sobornos que Odebrecht repartió a funcionarios locales en Michoacán, y sobre el uso de empresas fantasma.

Los mismo ocurre con 55 páginas testadas – de las fojas 389 a 444 – que corresponden a notas publicadas en medios como Proceso, El Universal, Animal Político, Quinto Elemento, Aristegui Noticias, entre otros, así como a columnas publicadas como la del periodista Salvador García Soto. En dichos artículos se hace referencia al financiamiento ilegal de la constructora brasileña a la campaña de Peña Nieto.

Incluso, y mas delante en ese mismo tomo, la FGR también ocultó varias páginas que corresponden a la cobertura de Televisa sobre la conferencia que dio Lozoya tras rendir una declaración, y la transcripción de todo lo que comentó.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ARTURO ANGEL.

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