jueves, 3 de junio de 2021

Médicos del IMSS confirman el primer caso de “hongo negro”

México registró su primer caso de “hongo negro” en un hombre con diabetes de 34 años. Mauricio Ruiz, investigador de la Universidad de Chile, explicó que la infección es producida por hongos, generalmente de tipo “mucor” y se suele dar en pacientes inmunodeprimidos o con diabetes graves y se adquiere por inhalación.

Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) confirmaron este jueves el primer caso de murcomicosis, infección conocida como “hongo negro”, en México. Se trata de Gregorio Avendaño Jiménez, un joven de 34 años, quien no presentó síntomas graves de la COVID-19, pero días después ingresó al Hospital General de Zona 71 en Chalco, Estado de México.

De acuerdo con información de Lauro Galicia y Zuleyma García, del diario Milenio, Gregorio dio positivo a COVID el 10 de mayo y se recuperó en casa. Sin embargo, el 26 de mayo volvió a tener síntomas y esta vez reportó una parálisis facial, por lo que fue internado en la Clínica 71 del IMSS, en Chalco.

Luego, según relató su hermano Ángel, Gregorio desarrolló un moretón en el ojo izquierdo que se expandió en su rostro. Un médico otorrinolaringólo le diagnosticó la mucormicosis u “hongo negro”, y de ahí en adelante la salud del joven ha empeorado.

Por esta razón, este jueves el joven fue traslado al Hospital de La Raza, en la capital del país, donde recibe atención especializada. Sin embargo se le reporta grave, narró el familiar.

¿QUÉ ES EL HONGO NEGRO?

Los llamados “hongos negros” son microorganismos que producen una infección potencialmente mortal. La enfermedad que producen estos hongos se llama mucormicosis y se ha presentado como una coinfección en cientos de enfermos con SARS-CoV-2 en la India y, hasta ahora, en tres personas en Latinoamérica, una en un apciente con COVID-19 en Chile , otra en Uruguay, ambos confirmados la pasada semana, y el caso de Gregorio, en México.
“Se trata de una infección rara producida por hongos, generalmente de tipo ‘mucor’ que se suele dar en pacientes inmunodeprimidos o con diabetes graves y se adquiere por inhalación”, explicó a Efe el doctor de la Universidad de Chile, Mauricio Ruiz.
Este hongo no contagioso, agregó el académico, se ha asociado al SARS-CoV-2 puesto que lo han desarrollado algunos pacientes con cuadros muy graves del virus, “normalmente personas que han estado ingresados en unidades de cuidados intensivos o tomando corticoides durante largos períodos de tiempo”.

“La tasa de incidencia es muy baja pero si se contrae, la infección es letal”, agregó.

Dentro del organismo, este hongo se multiplica pudiendo destruir vasos sanguíneos, el tejido pulmonar o los globos oculares y es mortal en un 50 por ciento de los casos, según diversos estudios.

OTROS PATÓGENOS, LOS “HONGOS VERDES”

Sólo hay un caso confirmado entre los casi 1.4 millones contagios por COVID-19 en Chile, sin embargo un reciente estudio publicado por la Universidad de Valparaíso que alerta sobre la aparición de más pacientes infectados con otro hongo similar ha generado inquietud entre la comunidad médica.

El Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la institución alertó sobre cinco casos de una infección con “hongos verdes” (por su color), en concreto Aspergillus fumigatus, todos ellos en pacientes con COVID-19.
“Ambos hongos son de sintomatología similar, aunque los negros son más letales porque suelen ser de crecimiento más rápido, necrosan e invaden los tejidos en poco tiempo”, alertó a Efe el director de la investigación, el infectólogo Rodrigo Cruz.
Estos hongos están presentes en el ambiente, los respiramos diariamente pero nuestro sistema inmunológico es capaz de hacerles frente en condiciones de salud normales, aclaró el experto.

“La población no tiene que alarmarse porque son muy pocos los casos, pero tienen que entender que tener la COVID-19 no es gratis, el riesgo está ahí”, añadió Cruz.

LA CALIDAD DEL AIRE

Según varios estudios, la tasa de incidencia de este tipo de enfermedades es proporcional a la calidad del aire, agregó Ruiz, y se presenta con mayor frecuencia en aquellos lugares donde con mucho material particulado como lugares cercanos a construcciones o lugares con muchas deposiciones de paloma.
“El manejo ambiental y el control la calidad del aire en los hospitales, así como la búsqueda activa de estos gérmenes son buenas maneras de prevenir que los pacientes más graves contraigan el cuadro infeccioso”, explicó el académico.
Chile vive un repunte de contagios de COVID-19 y desde hace semanas mantiene una tasa de ocupación nacional de las camas UCI por encima del 95 por ciento -casi del 99 por ciento en la capital-, pese al rápido proceso de vacunación que ha llevado a inocular con dos dosis a más del 53 por ciento de la población objetivo.

FUENTE: SIN EMBARGO/EFE.

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