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¿Qué es el ISAI y cómo este impuesto podría ayudar a controlar la gentrificación?

Un estudio revela que el ISAI podría garantizar el derecho a la vivienda y contener la gentrificación. Hoy se cobra con criterios dispares y sin transparencia. Expertos proponen destinarlo a programas de vivienda social y ordenamiento.

Aunque se trata de una contribución de la cual se habla poco, el Impuesto sobre Adquisición de Inmuebles (ISAI) es un gravamen que todas las personas físicas y morales deben pagar al adquirir una vivienda, inmueble o propiedad. En algunos casos es una de las principales fuentes de ingreso de los municipios de México, sin embargo, la falta de uniformidad en las legislaciones ha hecho que sea cobrado de forma desigual y sin mecanismos de transparencia.

“Investigamos cuánto recaudaron 54 ciudades del país por este impuesto del 2021 al 2023 y lo primero que nos llamó la atención es que este diseño del impuesto es muy diferente en las ciudades (…) por ejemplo, en Guadalajara por una vivienda de 1.5 millones pagas 40 mil pesos; en Mérida, 44 mil; en la Ciudad de México, 60 mil; y en Querétaro, 82 mil”, explicó Luis Javier Moreno, uno de los autores del estudio ISAI Una herramienta fiscal para financiar nuestro derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad.

Cada municipio establece en su Ley de Ingresos y reglamentos fiscales cómo se cobrará este impuesto tomando en cuenta tres elementos: los rangos de valor de los inmuebles, una cuota fija asociada al rango y una tasa o factor que se aplica al excedente del valor mínimo del rango.

A nivel municipal las capacidades recaudatorias son muy diferentes. Hay ciudades como Apodaca, General Escobedo, Querétaro, San Luis Potosí y Tijuana que entre 2021 y 2023 recaudaron, en promedio, más por ISAI que por Impuesto Predial.

Una primera aproximación a los datos de 2024, apunta a que Querétaro y Tijuana volvieron a registrar mayores ingresos por ISAI que por predial.

Otra de las desigualdades que se presentan con el cobro es que en estados como Querétaro las personas que heredan una vivienda o terreno deben pagar ISAI. Caso contrario a Mérida, en donde si una persona hereda uno o 100 predios, no paga este impuesto.

En tanto, en Guadalajara se aplica una tasa cero cuando los predios son heredados entre cónyuges o familiares en línea recta ascendente o descendente hasta el segundo grado, siempre que el valor de cada predio no supere los 1.7 millones de pesos y que el total del patrimonio heredado dentro del municipio no exceda los 5 millones.

“No es posible que haya municipios donde heredes un emporio inmobiliario y no pagues nada y municipios donde heredes una pequeña casa de interés social y aunque vayas a vivir ahí y sea parte fundamental de tu patrimonio, tengas que pagar”, reprochó Moreno.

Aunque las ciudades podrían cobrar mejor para evitar la acumulación de bienes y frenar el fenómeno de la gentrificación en distintas ciudades, muchas veces no lo hacen por temor a las consecuencias en su popularidad y a los efectos electorales.

“La diversidad con la que se está regulando este impuesto en los municipios llama mucho la atención y pone el foco para que se regule de manera adecuada. Apostamos a que se regule de manera progresiva”, explicó Moreno.

“Es decir, que el impuesto sea mucho más costoso para las personas que tienen muchas viviendas, que están acaparando vivienda, y que genere incentivos a las personas que no tenemos ninguna casa y que algún día nos imaginamos adquiriendo una”, agregó.

Pero no solo eso, pues durante el trabajo hecho por Política Colectiva e Indesign los investigadores advirtieron que hay cuatro estados que además del ISAI te cobran un porcentaje si tú vendes tu propiedad. Un recurso que entra directamente a las tesorerías estatales.

“Identificamos Chihuahua, Guanajuato y Quintana Roo en donde si tú vendes una casa debes pagar 5 % de la venta al estado; y en San Luis Potosí pagas el 3 % de la venta. Es un impuesto que solo aplica si eres persona física, porque si eres persona moral no pagas”, advirtió Moreno.

Buscando respuestas a esta situación, el grupo de investigadores encontró que por los 2000 se suscitó un debate en el Congreso de la Unión en el que se excluyó a las personas morales de esta obligación para que no pagaran un doble impuesto.

“Nos parece bastante ilógico porque las personas físicas también están pagando una doble tributación”, subrayó.

“Proponemos que todas las personas físicas y morales paguen este impuesto del 5 o el 3 % por la venta y que después tenga un margen de deducibilidad en los impuestos federales”.

El ISAI, contra la gentrificación

Dada la poca homogeneidad que hay en el país para cobrar el ISAI, los autores del estudio proponen una serie de medidas que ayudarían a que esta recaudación sea más justa, los ingresos sean aplicados en beneficio de la comunidad y que se convierta en una herramienta contra la gentrificación que viven algunas ciudades.

La propuesta radica en el establecimiento de tasas diferenciadas en zonas de gentrificación, es decir, que lo que se cobre sea mayor y con ello evitar que las personas sean expulsadas de sus colonias.

Los recursos adicionales generados por estas tasas diferenciadas podrían destinarse a programas que protejan el derecho a la vivienda de los residentes originales, como exenciones para vivienda social en zonas céntricas con acceso a servicios y empleo.

“El ISAI, con un diseño adecuado y progresivo, puede ser utilizado para desincentivar la especulación inmobiliaria en zonas vulnerables a la gentrificación y para generar recursos que financien políticas de acceso a la vivienda y protección de los residentes originales”, se lee en el documento.

De acuerdo con el estudio elaborado por especialistas del Colegio de Urbanistas de México (ECUM) denominado “La crisis silenciada de la vivienda en la CDMX: causas y consecuencias de la gentrificación”, la gentrificación en la CDMX que comenzó desplazando a las clases bajas y medias bajas, ahora también alcanza a sectores medios.

Colonias como la Roma Norte, Condesa, Juárez y Narvarte se convirtieron en territorios inaccesibles en donde las rentas alcanzan los 44 mil pesos mensuales, mientras la construcción de vivienda cae en picada: de 20 mil unidades en 2018 a apenas 2 mil en 2025.

“La demanda real es de 70 mil viviendas al año en la capital y 350 mil en la zona metropolitana, pero hoy se cubre apenas el 1 %”, se expone.

Impuestos transparentes

Los recursos obtenidos por concepto de ISAI entran de forma directa a las tesorerías estatales, por lo que no es posible saber su destino final y aunque las autoridades argumentan que se destinan a la mejora de los servicios públicos, no hay forma de confirmarlo.

Así, se propone que una parte de lo recaudado por el ISAI sea etiquetado obligatoriamente para financiar programas integrales de acceso a la vivienda, así como inversiones en ordenamiento territorial, servicios públicos urbanos y movilidad.

Al etiquetar estos fondos, se generaría un incentivo directo para que los municipios mejoren su eficiencia recaudatoria y asegurar que esos recursos regresen a la ciudadanía en forma de infraestructura y políticas de vivienda.

Y es que la falta de transparencia, la discrecionalidad y la ineficacia del gasto son críticas recurrentes sobre el mal uso del dinero público.

“El llamado a los gobiernos locales es identificar muy bien cuánto ingreso están teniendo las ciudades por concepto de viviendas, dígase predial e ISAI, y cuánto en realidad se está invirtiendo para promover la vivienda social o para promover el derecho a la ciudad entendido como servicios públicos para todas las colonias, para todas las personas”, planteó Moreno.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: DALILA SARABIA.

El Mundial 2026 agita los conflictos por vivienda digna en la Ciudad de México

Apenas veinte días antes de que la marcha contra la gentrificación sorprendiera a las colonias Roma y Condesa con su reclamo de responsabilidad a los turistas y migrantes del norte global, por la expulsión de la población originaria y el encarecimiento de las vida en el Ciudad de México, la empresa Airbnb había anunciado su maridaje con la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) como la “plataforma oficial de reservas de alojamiento alternativo y experiencias”.

Asumido desde entonces como un “promotor” del evento, el acuerdo colocó a Airbnb en una posición de superioridad frente al gremio hotelero que se ha sumado a las exigencias de regulación de la plataforma, que proyecta generar un ingreso de 35 millones de dólares por el cobro de al menos 60 dólares por persona y por noche (unos mil 200 pesos mexicanos) a las 90 mil personas que usarían la plataforma para alojarse, según la información publicada en un informe de la empresa titulado “El papel de Airbnb en la Copa Mundial de la FIFA 2026”.

“Mucha gente está en proceso de búsqueda de espacios para rentar y no encuentra, porque todo está carísimo”, explicó en entrevista uno de los convocantes a la manifestación anti-gentrificación, que gestiona la página “Gentrificación en tu idioma”, quien prefirió que no se publique su identidad en este reportaje. “Eso provocó que la convocatoria a la marcha del 4 de julio se extendiera tanto, porque estamos en la punta de la crisis: el encarecimiento está provocando el desplazamiento por no poder pagar, hay gente que tiene que elegir entre pagar la renta o pagar los servicios, porque no le alcanza. Esto, junto al choque geopolítico que hay actualmente con Trump (por las políticas de persecución de migrantes en Estados Unidos) y la llegada de estadounidenses a las zonas centrales de la ciudad, amplificó el reclamo contra ellos”, explicó.

La fuente insistió en que, si bien es necesario diferenciar que “los gringos” no son la causa de la situación, “sí son un reflejo del problema, y se aprovechan de la crisis de vivienda que aquí existe. Aunque tenemos problemas más grandes, como la falta de una política clara, la especulación inmobiliaria, el encarecimiento de la renta, los desalojos ilegales, Airbnb y por supuesto, ahora un punto importante es el Mundial”, destacó.

Impacto en Ciudad de México

La relación entre el gobierno de la capital mexicana y la empresa trasnacional símbolo de los alquileres de corta estancia tiene varios años de recorrido. Cuando en la Jefatura de Gobierno estaba todavía la actual presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, se conoció la firma de un primer acercamiento formal entre ambos.

El 26 de octubre de 2022, el gobierno de la Ciudad de México firmó un acuerdo de entendimiento con Airbnb por medio de la Coordinación general de asesores y asuntos internacionales, referido como “una carta de intención y de buena fe, que no crea derechos u obligaciones vinculantes o exigibles”, destinada sin embargo a identificar “áreas de cooperación” entre ellas y a la creación de “una campaña de promoción de los atractivos de la Ciudad de México” para convertir a la capital mexicana en “la alternativa preferida por turistas nacionales y extranjeros”, en la cual “se incluirá a los nómadas digitales como uno de los principales objetivos”.

En el documento —al que Desinformémonos tuvo acceso— se reconoce que Airbnb hizo una donación previa, en 2021, a la Secretaría de las Mujeres capitalina de 52 mil 500 dólares (cerca del millón de pesos mexicanos) para pagar el “alojamiento temporal a mujeres víctimas por razones de género”. Es decir, Airbnb donó a Semujeres un monto equivalente a la inversión de un año de su presupuesto en ese rubro (según información oficial, en 2023, Semujeres dedicó el 0.36 por ciento de su presupuesto total, equivalente a 935 mil pesos mexicanos, a la “atención integral en espacios de refugio a mujeres, hijas e hijos en situación de violencia extrema”) para que la Secretaría “gestione el proceso de reserva para las víctimas” y cubra los gastos de su alojamiento temporal en la plataforma ¡con el mismo dinero donado por Airbnb!

Ese fue el puntapié público para una relación compleja, que ha tenido a la plataforma de ambos lados del mostrador y que hizo que, cuando la presión pública creció sobre ella, la empresa aceptara que se le apliquen restricciones a su funcionamiento. “Es normal que se negocie con la plataforma, pero esta regulación parece ser algo que ellos propusieron, porque la tanda de legislaciones que ha avanzado en todas las ciudades es muy similar. Hay una estrategia de su parte”, dijo en entrevista con Desinformémonos Silvia Emanuelli, coordinadora regional en América Latina de Habitat International Coalition (HIC), una organización no gubernamental que ha investigado y acompañado este proceso.

El registro de las viviendas y “anfitriones” es el elemento articulador de la regulación —que pretende limitar la oferta de cada espacio al 50 por ciento de las noches del año— pero, hasta el momento, ese registro no existe: “por lo tanto, es una legislación que no está operando”, apuntó la fuente. Mientras tanto, grupos de propietarios han comenzado a reclamar que se diferencie entre los “pequeños anfitriones” que tienen una sola vivienda en la plataforma, de los “grandes” tenedores que tienen “hoteles casi ilegales” con edificios en los que todos sus departamentos están dedicados a Airbnb, para que el gobierno ponga el límite de noches sólo a estos últimos.

“A mayor densidad de rentas temporales, mayor es el aumento de los precios de la vivienda en los alrededores donde están ubicadas, y en la ciudad misma. Hay una sustracción de la vivienda que podrías ofertar a través de la renta clásica, que es trasladada al mercado de la renta breve, el cual se ha comprobado que es mucho más atractivo porque una persona que renta una vivienda por Airbnb, puede ganar hasta tres veces lo que obtiene de un alquiler clásico. O sea, no sólo quita vivienda sino que también participa en el incremento de los precios. El problema es que en México no tenemos estudios sobre esto”, explicó Emanuelli.

Según datos sistematizados por HIC en su informe de enero de este año, puede verse cómo las viviendas enteras para renta temporal en la capital mexicana representan el 65.31 por ciento de los espacios ofrecidos, mientras que la renta de cuartos dentro de casas habitadas son el 32.7 por ciento de la oferta. El ritmo de aumento del ofrecimiento de viviendas enteras frente a cuartos es mayor: entre 2023 y 2024 se agregaron 166 casas enteras para renta temporal frente a 27 nuevos cuartos.

Las gráficas elaboradas por HIC, que reproducimos en este reportaje, muestran la predominancia territorial de la oferta de renta temporal en Airbnb en cuatro alcaldías —Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Coyoacán—, las cuales concentran el 84.62 por ciento de la ciudad, que ronda las 26 mil unidades en total.


La otra propuesta que ha estado en debate, según comentó Emanuelli, es excluir momentos del año dónde la reglamentación no opere, como por ejemplo, durante el tiempo en que se jueguen los partidos del Mundial en la Ciudad de México. “Esto fue sólo una propuesta que no ha pasado todavía, pero hacia ahí quieren ir”, sentenció.

Precarios y precarizados

La aparición de estas plataformas vino a exacerbar una situación económica en declive durante los últimos 30 años, donde el encarecimiento de la vivienda operó también. “El problema con la gentrificación y el encarecimiento de la vivienda es que este es uno de los servicios, la renta o la adquisición, que causa mayores problemas a los trabajadores para poder cubrirlo”, dijo a Desinformémono David Lozano, economista del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM.

El experto explicó que del total del ingreso de las familias mexicanas, el 56 por ciento se gasta en alimentos, mientras que el 30 por ciento se dedica a la renta o servicios de renta, es decir, el 86 por ciento de su gasto se dedica en comida y casa. “Antes no sucedía así, pero a finales de los años 90 el gasto en vivienda rondaba el 20 por ciento y comenzó a subir, aumentando la precarización de las personas. Este fenómeno también comenzó a verse en los países desarrollados”, explicó.

El encarecimiento volcó a más cantidad de población a buscar una vivienda subisdiada o de interés social, popular, y a otro sector, a compartir gastos, vivir con otras familias y a hacinarse. Lozano explicó que ésta es la verdadera característica de este proceso, el hacinamiento que tiene a 36 millones de mexicanos viviendo en espacios menores del que necesitan. La disminución del tamaño de las familias también impactó en su capacidad para costear el gasto en vivienda, como muestra la gráfica realizada por el CAM para este reportaje.


El Mundial, explicó Lozano, viene a jugar un papel de encarecimiento en estos ya altos costos de vida, que aumentará aún más los precios de la vivienda aunque, para el experto, ese impacto será temporal: “la llegada de extranjeros va a subir los costos durante ese mes, las rentas van a estar enfocadas en ellos, sobre todo aquellas ubicadas en las principales avenidas que llevan a los estadios de las tres ciudades donde habrá partido (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey) y a zonas comerciales y seguras. Eso es lo que reclaman los que vienen al Mundial, que sea seguro y de fácil acceso”, apuntó.

Vivienda vs. Copa

Además de exacerbar la tensión económica, el Mundial también llegó para agitar el conflicto social. Para Lágrimas lagrimógenas, quien integra el Frente Anti-Gentrificación de la Ciudad de México, denunciar los impactos del Mundial en este complejo proceso fue parte de sus motivaciones para alzar la voz colectiva: “personalmente sí me impulsó, ese día durante el micrófono abierto lo mencioné. Y poco a poco, cuando vas rascándole al asunto, encuentras esta relación no sólo entre la FIFA y Airbnb, sino que también hay otras plataformas digitales y la vivienda turística. Creo que el tema se va a volver más importante en este tiempo”, reflexionó en entrevista con este medio.

En las manifestaciones los carteles que vinculan a la Copa del Mundo y a la FIFA, como “la FIFA no es Antifa” o “Queremos vivienda, tu Copa nos vale”, reflejan cómo el evento para el que se han puesto todas las baterías de promoción turística de la ciudad es una piedra en el zapato en las discusiones sobre desplazamiento.

“Se le dice neo-colonización a este proceso para marcar que es parte de lo mismo, pero con nuevas formas de extender las injusticias espaciales y la desigualdad a través de modelos de colonización, con este control que tienen sobre el territorio y la vida de las personas. Estas dinámicas dictan cómo debe ser vivida, habitada, transitada la ciudad, a partir de modelos que apelan a cosas que no son locales y que no son adecuadas para el territorio, incluso con la diversidad de situaciones que tenemos aquí”, analizó.

Explicó que han buscado que el tinte nacionalista que se le dio a la primera marcha en la difusión mediática sea dejado de lado, profundizando la discusión sobre la vivienda y el derecho a la ciudad, planeteando la necesidad de una ley inquilinaria y la consolidación de la regulación de la renta por plataformas. “Por parte del Frente Antigentrificación estamos pensando acciones para plantear cómo los mexicanos también gentrifican. Es importante darle la vuelta a esa narrativa, que aprovecharon los medios tradicionales y hegemónicos, e hicieron lo que quisieron con ella”, relató.

Pero el malestar ampliamente reflejado en las marchas anti-gentrificación por mucha gente que no acostumbraba a volcarse a las calles es el alto costo de la renta en la Ciudad de México: “es importante aprovechar estos espacios para la crítica de la financiarización de la vivienda, del papel de los desarrolladores nacionales, no sólo internacionales, en este proceso. Creemos que responde a las necesidades de este sector que padece el encarecimiento de la vivienda y la precarización de lo laboral también, aprovechar la virtualidad para ello”, explicó.

El uso de “memes como herramienta política” y de la comunicación por medio de redes sociales han pautado el proceso de organización del Frente Antigentrificación y su forma de promover la discusión sobre la vivienda digna, con una perspectiva generacional nueva: “vemos un área de oportunidad increíble en este contexto, también para hacer cosas divertidas, muy creativas desde lo cultural y podemos impulsar discursos interesantes”.

La respuesta gubernamental a las marchas anti -gentrificación ha sido el despliegue de un nuevo tipo de encapsulamiento policial para estas y otras manifestaciones capitalinas, el cual agrega una capa de complejidad y desafío al proceso organizativo: “sus protocolos entorpecen la forma de planeación de los eventos, siguen molestando a la gente y nos recuerdan que es la única forma que el Estado conoce. Pero también nos obliga a la creatividad, a salirnos del cerco, literal. Algo que es muy desafiante, pero ahí estaremos”, concluyó.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: ELIANA GILET.

“Comemos o seguimos pagando rentas”: jóvenes enfrentan desplazamiento a periferias por altos costos de alquiler en CDMX

Jóvenes de CDMX se organizan desde hace años para protestar en contra de la gentrificación, pero también para generar propuestas y asesorar jurídicamente a personas que hayan sufrido un desalojo violento o injustificado.

Nicole Reyes recuerda cuando su familia vivía en un departamento en la colonia Villa Panamericana, alcaldía Coyoacán, y pagaba 6 mil pesos de renta. Desarrollarse junto con sus hermanas en un espacio cercano a su escuela les permitió gastar poco en transporte público, tener más seguridad y realizar actividades deportivas dentro de su unidad habitacional, pero han pasado varios años de eso.

El alquiler para la familia Reyes aumentó hasta volverse insostenible, una situación que enfrentan cientos de familias en la CDMX que han tenido que dejar sus viviendas ante un proceso identificado como “gentrificación”.

Por ejemplo, en febrero de 2025 la empresa Inmuebles24 dio a conocer que la renta promedio de un departamento de dos recámaras es de 19 mil 826 pesos; en tanto que en abril de 2018 el costo era de 14 mil 228. Esto representa un incremento de 39.3% en menos de 7 años.

“Conforme iba pasando el tiempo, (el costo de la renta) fue incrementando e incrementando, y llegó un momento en que nosotros no pudimos mantener esa vida que habíamos desarrollado ahí porque ya realmente era muy costoso”, comparte la joven en entrevista. 

“No solamente subió el costo de la renta, sino en sí el costo de vida, porque ya la tienda tenía precios más elevados, incluso el estacionamiento y los servicios elevaron su costo”.

Uno de cada 10 inmuebles está desocupado en alcaldías del centro de CDMX

Previo a su mudanza, Nicole Reyes y sus familiares platicaron con sus vecinos sobre el costo del alquiler y se percataron de que no eran los únicos que estaban enfrentando dificultades para pagar su vivienda. El porcentaje del ingreso familiar que destinaban a la renta incrementó de 30% hasta 50%, por lo que tuvieron que mudarse cerca del Estadio Azteca a una vivienda compartida con otra familia.

“Prácticamente fue: o comemos, o seguimos aquí pagando la renta”, señala la joven.

A diferencia del departamento en Villa Panamericana, en su nuevo hogar no contaban con seguridad privada, y los trayectos en transporte público tomaban más tiempo. “El espacio de aquí, realmente es inseguro a comparación del otro lugar donde vivía”, señala Nicole. “Aquí han suscitado muchísimas cosas, como robos, asaltos, etcétera. Incluso yo sufrí de un asalto”.

En algunas alcaldías céntricas uno de cada 10 inmuebles está desocupado, mientras que en demarcaciones más alejadas de los principales centros de trabajo y estudio la proporción es menor.

De acuerdo con el Inventario Nacional de Vivienda del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), actualizado a 2020, el porcentaje de vivienda particular no habitada en la alcaldía Benito Juárez fue de 11.9% de un total de 199 mil 871 viviendas; mientras que en Iztapalapa –que tiene poco más de medio millón de viviendas particulares– fue de 6.1%.

Sólo el 50% es dueño de su vivienda

Además del incremento en el precio de las rentas, la crisis de vivienda significa que menos personas tienen la posibilidad de hacerse de un patrimonio en el que puedan vivir, en vez de renovar contratos de alquiler cada año.

En las alcaldías más céntricas de la Ciudad de México –Cuauhtémoc, Benito Juárez y Miguel Hidalgo–, el porcentaje de personas que son dueñas de la vivienda que habitan no rebasa el 50.6%. Estas demarcaciones están entre las más cercanas al Centro Histórico, sedes de dependencias federales y centros de trabajo.

En cambio, hacia el sur de la capital y en espacios donde el transporte público es más limitado, este porcentaje incrementa hasta el 77.4%, como es el caso de la alcaldía Milpa Alta.

Para Nicole, que tiene 26 años, esto es parte de un contexto “muy difícil” al que se enfrenta la juventud mexicana que busca adquirir una vivienda propia.

“Nuestros abuelitos, nuestros papás, tuvieron tal vez terrenos, o pudieron realizar una vida a los 20, 22, 25 (…). Pero las actuales condiciones de los jóvenes, yo me preocupo, porque hay bajos ingresos de los jóvenes y altos precios en la vivienda, lo que no nos permite –si nosotros queremos– tener una vivienda a través de un préstamo de banco, o de una hipoteca”.

Crean colectivos para denunciar desplazamiento y aumento de rentas en CDMX 

En tanto que los jóvenes han vivido y observado la necesidad de que el Estado regule el acceso a la vivienda, han creado colectivos y movimientos que buscan posicionar sus demandas frente a los gobiernos locales.

Nicole Reyes es parte del Movimiento “Sin Vivienda No Hay Bienestar”, en el cual participa junto con otros jóvenes como Toño Figueroa, quien, aunque no ha vivido una situación de desplazamiento o despojo, ha visto a sus familiares y compañeros enfrentar esta problemática.

Desde hace tres años, empezaron a organizarse en la alcaldía Coyoacán para posicionar el tema de la gentrificación y el derecho a la vivienda en sus comunidades, así como ante el gobierno de la capital. Además, ofrecen asesoría jurídica para personas que hayan sufrido un desalojo violento o injustificado.

“El tema ha aumentado más de lo que pensábamos, la verdad es que va muy acelerado –y nosotros lo estamos viviendo– por el tema del Mundial en Coyoacán”, señala Figueroa, en referencia a que el Estadio Azteca será sede de cinco partidos de la copa del mundo de futbol en 2026.

“Hay causas estructurales”

Ellos, como varios ciudadanos de diversas edades, han decidido asistir a los foros que el Gobierno capitalino de Clara Brugada ha organizado a través de la Secretaría de Vivienda local, encabezada por Inti Muñoz, para dialogar sobre su plan contra la gentrificación, llamado “Bando 1”.

La propuesta, que fue presentada a mediados de julio y en el contexto de varias marchas anti-gentrificación en las que han protestado cientos de capitalinos, contempla regular el aumento de las rentas y crear un Observatorio de Suelo y Vivienda, entre otros puntos.

Uriel Martínez es un profesor de Geografía que ha investigado desalojos de vivienda en la Ciudad de México e integrante de la colectiva Comuna Hogar. Para él, hablar abiertamente sobre la problemática permite dimensionar que no es un tema individual, sino que está afectando a miles de personas en la Ciudad de México.

“Se está identificando que hay causas estructurales, que incluso se venían alimentando del hecho de que no existían medidas adecuadas por parte de las políticas públicas”, remarca Martínez.

En ese sentido, el profesor dice que la propuesta del Gobierno capitalino y los foros son fruto de las demandas históricas de organizaciones sociales, que en los 80 y 90 comenzaron a hablar de la necesidad de una ley inquilinaria que proteja a las personas que rentan.

“Me parece que es, de alguna u otra forma, sí es un logro [de los movimientos sociales] que ha generado que se instale, por lo menos, en la agenda del debate público”.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: TAMARA MARES.

CDMX organiza foro sobre arraigo local; ciudadanos denuncian que están siendo desplazados

Asistieron integrantes de la comunidad otomí que reside en la colonia Roma, así como integrantes de barrios y pueblos originarios de Iztacalco, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco, quienes pidieron que se detenga el “crecimiento disfrazado de pobreza”.

En el primer "Foro Temático sobre Arraigo Local: Identidad, Memoria, Cultura y Vida Comunitaria", integrantes de pueblos y barrios originarios recordaron a las autoridades capitalinas que la gentrificación afecta más allá de las denominadas “zonas de tensión inmobiliaria”, entre las que se encuentran las colonias Condesa, Roma y Juárez, de la alcaldía Cuauhtémoc.  

El evento, celebrado en el Museo de la Ciudad de México, fue anunciado por la Secretaría de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana (METROPOLIS) como parte del Bando Uno, presentado el pasado 16 de julio, por la jefa de Gobierno, Clara Brugada.

Aunque estuvo organizado por la dependencia encabezada por Alejandro Encinas, el funcionario no se presentó y la mesa de diálogo fue presidida por la titular de la Secretaría de Cultura, Ana Francis López Bayghen, y la secretaria de los Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI) de la Ciudad de México, Nelly Antonia Juárez, quien tomó la palabra para recordar los 14 puntos del Bando Uno, entre ellas la regulación de las rentas en la ciudad.  

Entonces, tomaron la palabra los habitantes, que poco a poco comenzaron a levantar la mano. Hubo integrantes de la comunidad otomí que reside en la colonia Roma, así como integrantes de barrios y pueblos originarios de Iztacalco, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco.  

Los inconformes utilizaron la plataforma para pedir al Gobierno de la Ciudad de México que se detenga el “crecimiento disfrazado de pobreza”, y que se tome en cuenta todo el territorio en la capital mexicana para desarrollar medidas que combatan el fenómeno de gentrificación, que se caracteriza por el aumento de las rentas y la especulación inmobiliaria.  

También preguntaron qué sucederá con las propiedades de los programas sociales para garantizar el acceso a la vivienda, entonces, defendieron su derecho a acceder a este tipo de apoyos 

Una representante de los pueblos originarios de Xochimilco, quien no reveló su identidad, compartió frente a todos que los canales de la alcaldía ya sufren gentrificación, además, dijo que las costumbres originarias están siendo desplazadas por extranjeros que promueven ceremonias con medicinas tradicionales que no son oriundas de la zona, como la Ayahuasca.  

Una representante de los pueblos originarios de Iztacalco, quien también conservó el anonimato, declaró: “Aquí hemos sido desplazados de nuestros propios pueblos, querían acabar con nuestro arraigo, con nuestra identidad, haciendo edificios y edificios. Todos los pueblos originarios de la ciudad de México tenemos un arraigo por nuestra tierra. Iztacalco lleva más de 700 años de resistencia”.  

Y agregó: “Nos han quitado la vivienda, nuestros padres tenían casas, desde mis tatarabuelos teníamos tierras, pero la necesidad obliga a vender”.  

Eusebia Moreno inició su participación presentándose en Náhuatl; ella cuestionó con firmeza a las autoridades sobre las acciones que el Gobierno capitalino tomará para garantizar el abasto de agua a todos los habitantes:  

“Sin agua de que sirve tener viviendas, en vez de quejarnos de que si ya invadieron, que llegaron extranjeros, somos miles y miles, no es que uno llegue a invadir a uno. Ya han dicho que no hay más tierra, preocupémonos por el agua, si no hay no vamos a poder hacer más viviendas”.  

En tanto, un guía turístico que promueve eventos en Iztapalapa intervino para hablar sobre la descentralización de la capital: “Todo el mundo habla de Roma, Condesa, Juárez, porque no nos damos cuenta de que el turismo genera derrama económica y lo sacamos de la Cuauhtémoc”.  

Habitantes otomíes del mercado de La Merced, en Venustiano Carranza, dijeron que está a punto de colapsar la zona: “Habemos un mundo de indígenas que nos abrazó el mercado cuando llegamos, porque con una caja de chicle que yo venda ya tuve para comer. Es muy noble ese barrio y nadie en el gobierno le pone atención”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: XIMENA AROCHI.

Calzada Flotante en Tlalpan, ¿un proyecto que acelerará la gentrificación? Esto alerta un experto

El urbanista Pablo Gaytán expone los riesgos del proyecto de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, para recibir el Mundial de Futbol, y recuerda que en 1982 se inició el patrón de la transformación territorial en la Ciudad de México, cuando inversionistas y autoridades comenzaron a urbanizar Santa Fe.

De acuerdo con el sociólogo y urbanista Pablo Gaytán, el proyecto de la Calzada Flotante de Tlalpan que impulsa la jefa de Gobierno, Clara Brugada, como parte de la infraestructura para recibir la Copa Mundial FIFA 2026, promoverá un proceso de reconfiguración urbana que profundiza la lógica de despojo relacionada con el fenómeno de gentrificación en la capital mexicana. 

Lo que está en juego no es sólo la transformación de barrios, sino la implementación de un plan de negocios estructurado, orquestado por una alianza entre gobierno y sector privado que se ha mantenido intacta desde los ochenta, compartió en entrevista el especialista, quién este año publicó el libro Estado Inmobiliario en la Ciudad de México: Despojo, desalojo, desplazamiento y desarraigo 1982-2024.

Gaytán describió el fenómeno de gentrificación como “imparable” y ahora, en plena efervescencia de protestas contra la gentrificación, advirtió que la Ciudad de México parece avanzar sin pausa hacia un modelo urbano que privilegia a los grandes capitales inmobiliarios y turísticos. 

La expansión de la gentrificación ya no se limita a las zonas centrales, o de “tensión inmobiliaria”, como han sido calificadas por el gobierno local. El urbanista identifica un nuevo frente al sur, impulsado por la construcción de la llamada calzada flotante de Tlalpan, una obra que en su primera fase conectará Tlaxcoaque con el Metro Taxqueña y que, en su análisis, no busca mejorar la movilidad cotidiana, sino habilitar el traslado del capital inmobiliario hacia colonias como Portales, Campestre Churubusco, Xola, Villa de Cortés, donde cualquier peatón puede ubicar decenas de torres en construcción.

La segunda fase pretende conectar Periférico con el Centro Histórico, lo que incluso podría expandir el fenómeno a alcaldías donde era “impensable”, como Xochimilco. Tláhuac, Tlalpan y Magdalena Contreras. 

Esta operación, apunta Gaytán, replica el patrón de transformación territorial que inició en 1982, cuando inversionistas como George Soros, en alianza con el Departamento del Distrito Federal encabezado por Carlos Hank González, comenzaron a urbanizar Santa Fe, bajo un modelo de expropiación para construir proyectos inmobiliarios. En consecuencia a lo anterior, en 1997 se colocó la primera piedra de la Torre Mayor sobre la avenida Reforma, con capital del empresario canadiense Paul Reichmann.
Esa torre marca la salida para la nueva oleada, entonces viene la conexión Santa Fe, Reforma, Avenida Juárez, Centro Histórico, se comienzan a desarrollar ahí proyectos inmobiliarios y los efectos que tiene cualquier proyecto inmobiliario en todos los sentidos es de cinco kilómetros a la redonda, la primera colonia que empieza a resentir los efectos es la colonia Juárez, de manera inmediata. 
De acuerdo con el especialista, el vínculo entre el sector público, financiero e inmobiliario se consolidó con las asociaciones público-privadas durante el gobierno de Andrés López Obrador como jefe de Gobierno, en particular con grupos empresariales como Carso y Danhos, que comenzaron a crear asociaciones público privadas para crear proyectos turísticos a través de un fideicomiso del Centro Histórico:

“Ya después de eso vienen los siguientes desarrollos y aumento de la influencia de los proyectos de gentrificación en los gobiernos, tanto de Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera, Claudia Sheinbaum y hoy día Brugada".

Se trata de un “caldo de cultivo de la gentrificación” que se puede identificar en el proyecto de la calzada flotante de Tlalpan, que además forma parte de un rediseño urbano vinculado al Mundial de Fútbol de 2026. 

Este nodo de obras no está aislado: se articula con otras infraestructuras –la modernización del Tren Ligero, una nueva línea del Trolebús de Ciudad Universitaria a Huipulco, así como nuevos tramos de Cablebús para conectar con el Ajusco– que confluyen en un epicentro: el Estadio Azteca, que se perfila como un futuro centro de espectáculos.

Doble discurso

El investigador señaló que, aunque el discurso oficial reconoce las afectaciones sociales causadas por la gentrificación, proyectos como la calzada flotante responden principalmente a una lógica de expansión territorial orientada al turismo y a la inversión privada: 
Pensado en Xochimilco, el Ajusco y el Estado Azteca como los nuevos yacimientos deportivos, del espectáculo, del turismo para que entren recursos para la industria turística, en particular en beneficio a plataformas de hospedajes a corto plazo. 
Además, considera que la construcción de vivienda social en las colonias Buenos Aires y Doctores, como plantea la actual administración, podría expandir dinámicas de gentrificación en zonas que la propia Brugada ha calificado de tensión inmobiliaria.

Y cuestiona la viabilidad del tope de rentas anunciado el 16 de julio último, como parte del Bando Uno que presentó la jefa de Gobierno para atender la gentrificación, al considerar que se trata de una medida reactiva y simbólica ante el descontento social que emergió en las protestas recientes contra la gentrificación –las cuales tuvieron lugar los pasados 4 y 20 de julio–, pero que carece de sustento legislativo y operativo.

En el análisis de Pablo Gaytán, la capital mexicana podría estar frente a un fenómeno de gentrificación masivo en el que participan todos los niveles de gobierno, pues mientras en la Ciudad de México se desarrollan megaproyectos urbanos orientados al turismo y a la inversión inmobiliaria, en la periferia se están diseñando las condiciones para absorber el desplazamiento que estos mismos proyectos generan.

En particular, señaló el caso de Chalco, donde ya se planea infraestructura urbana a gran escala, como una planta potabilizadora y un nuevo centro de transferencia de transporte, lo cual anticipa una nueva ola de expansión metropolitana. 

Explica, estas obras no están pensadas para mejorar las condiciones de vida de quienes ya habitan la zona, sino para facilitar la reubicación de población desplazada por procesos de gentrificación en la capital, reforzando así una lógica de segregación urbana impulsada desde el propio aparato gubernamental.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: XIMENA AROCHI.

El Frente por la Vivienda Joven reivindica la lucha radical contra la gentrificación en la CDMX

El Frente por la Vivienda Joven denuncia a Morena por favorecer intereses inmobiliarios. Rechazan el plan de Clara Brugada, tachándolo de insuficiente frente a la crisis habitacional. “Cuando no tienes nada que perder, sólo te queda ganar derechos”.

El Frente por la Vivienda Joven (FJV), integrado por disidencias de izquierda radical, se ha convertido en una voz crítica y activa contra el fenómeno de la gentrificación en la Ciudad de México. 

Este movimiento rechaza la izquierda institucional representada por Morena y culpa a la actual administración capitalina de impulsar una agenda de desarrollo urbano que favorece intereses particulares por encima de las necesidades sociales de los habitantes.

Representante del FVJ, Valentina Ramírez expone en entrevista que la crisis de la vivienda en la CDMX golpea con mayor fuerza a la juventud, especialmente a sectores vulnerables como la comunidad trans y estudiantes, quienes enfrentan rentas impagables y condiciones precarias.

También precisó que el colectivo en el que está, el cual se ha hecho presente en las dos marchas contra la gentrificación, surge el 24 de abril último (con 714 afiliados) en un contexto histórico donde la propiedad nunca fue realmente accesible para la mayoría de la población. “Ni nuestros abuelos ni nuestros padres fueron dueños de lo que tenían. La especulación y los créditos transformaron el mercado de la vivienda en un sistema en el que ya nadie es dueño de nada”. 

Asegura que la generación actual de jóvenes, que se manifiesta activamente contra la gentrificación, es la más radicalizada, pues “cuando no tienes nada que perder, sólo te queda ganar derechos”.

Ramírez refiere que el Frente está en favor de todos los “métodos de lucha”, incluyendo aquellos que utilizan la fuerza, “porque así es como se generan los cambios en la historia; no combates al narco dándole abrazos, por ejemplo”. 

 “El Frente por la Vivienda Joven –continúa– no incide en lo que el Gobierno llama disturbios, que se catalogaría mejor como iconoclasia. Si es cierto que tenemos una gran afinidad con los grupos del Bloque Negro, específicamente hay una organización llamada Frente Autodefensas que se encarga de proteger a nuestros contingentes, esta organización, si bien no acciona, intenta interactuar con los bloques negros para que, si van a accionar, tienen que hacerlo con responsabilidad”.

Rechazo al plan de Brugada

Valentina Ramírez expone otra realidad: los precios de arrendamiento en zonas cercanas a universidades alcanzan entre cinco mil y ocho mil pesos mensuales por espacios diminutos y compartidos con varias personas, en lugares con falta de servicios básicos y en algunas ocasiones sin garantías en el acceso a agua o en condiciones mínimas de salubridad. 
El salario mínimo es una tontería en comparación con las rentas, y la inflación reduce aún más el poder adquisitivo.
El movimiento que representa, explica, está conformado principalmente por exmilitantes de la izquierda radical, como el Partido Comunista de México y el Movimiento de Trabajadores Socialistas; sólo una minoría son exmilitantes De Morena.

Aunque el partido en el poder dice ser de izquierda, el Frente por la Vivienda Joven no lo respalda y cuestiona su autenticidad. Sobre ello, Ramírez recordó que el movimiento de la Cuarta Transformación está conformado en gran parte por cuadros de la vieja y nueva escuela del PRI, “un régimen totalitario con experiencia en mantener el poder a través de métodos autoritarios”. 

La integrante del FVJ denuncia que a “Morena le gusta hablar mucho del cártel inmobiliario”, el cual ha sido ligado al PAN. Sin embargo, a fin de cuentas todos esos permisos de construcción tienen que pasar por todos los niveles de gobierno. En ese sentido, desde el PAN, PRI, PRD, hasta Morena, PT y partidos satélites aliados son igual de culpables y se han beneficiado”. 

En ese contexto, la Ciudad de México ha sido escenario de dos manifestaciones contra la gentrificación, realizadas en las últimas semanas. La primera protesta se hizo el 4 de julio último, con una marcha que partió del Parque México hacia las colonias Roma Norte y Doctores en la alcaldía Cuauhtémoc, donde el contingente vandalizó comercios durante el recorrido.

La segunda ocurrió el 20 de julio pasado, partió desde la estación Fuentes Brotantes, del Metrobús, hacia el Monumento al Caminero y después se dirigió al Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), en Ciudad Universitaria, donde manifestantes también realizaron destrozos en la fachada del recinto.

Tras la primera protesta, el 16 de julio la jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentó un plan de 14 puntos en respuesta a las denuncias sobre el encarecimiento de la vivienda. 

Entre las medidas, anunció que propondrá ante el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa de ley de rentas justas, razonables y asequibles, con el objetivo de regular y estabilizar los precios de alquiler en la capital. 

Para el Frente por la Vivienda Joven estas propuestas no abordan de fondo la complicidad de los distintos niveles de gobierno con el modelo urbano que privilegia la especulación y el despojo.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: XIMENA AROCHI.

Pueblos del Istmo exigen cese a gentrificación, criminalización de defensores y despojo territorial

Pueblos del Istmo de Tehuantepec que este lunes instalaron cuatro bloqueos carreteros aseguraron que de no resolverse sus demandas contra la gentrificación, el despojo territorial, la criminalización de defensores comunitarios y las altas tarifas de luz en Oaxaca, protestarán durante la Guelaguetza en la región y se desplazarán a la capital para instalar un campamento.

Los cuatro bloqueos en Jalapa del Marqués, El Coyul, Puente Madera y Zanatepec fueron instalados «ante la falta de respuestas a nuestras legítimas demandas», entre las que se encuentran medidas contra la gentrificación y turistificación de los pueblos, barrios y colonias de Oaxaca, así como la revocación de la sentencia contra el defensor binnizá David Hernández Salazar, de la comunidad de Puente Madera, quien es víctima de una «persistente criminalización» a pesar de que existen dos sentencias que lo absuelven de los delitos fabricados desde 2022.

En conferencia de prensa, Hernández Salazar recordó las demandas de la Asamblea Comunitaria de Puente Madera, que exige el cumplimiento en la repartición equitativa y legal de los recursos provenientes de los Ramos 28 y 33, que por derecho corresponden a la agencia municipal como parte del municipio de San Blas Atempa.

«Está en todo su derecho de exigir esos recursos porque llevan años sin un avance, como las autoridades dicen que hay con el Corredor Interoeceánico […]. Con esa negatividad demuestran que es mentira lo que dicen del Corredor. No será desarrollo para esas comunidades indígenas, lo que representa es despojo a las comunidades», explicó David Hernández Salazar.

Por su parte, un representante de la comunidad chontal de El Coyul denunció que la situación que atraviesan es de «criminalización y despojo de las tierras», pues actualmente hay mil 452 hectáreas de las que personas ajenas al pueblo se han apropiado, además de que 21 habitantes criminalizados con sentencias de 15 años de prisión por defender su territorio.

Durante la protesta y los bloqueos, los pueblos también se opusieron a la destrucción y privatización del aguaje en Jalapa del Marqués, así como demandaron el cese de agresiones, hostigamientos y cortes de energía eléctrica por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a las familias en resistencia de la APIIDTT, entre otras demandas.

«No hay primavera oaxaqueña ni Guelaguetza sin justicia, paz y libertad para los pueblos», recalcaron los pueblos.

COMUNICADO:

A los pueblos de Oaxaca, a los medios libres, a la sociedad en general, al gobierno federal y estatal:

Hoy, desde las entrañas del Istmo de Tehuantepec, alzamos la voz con dignidad y rabia. Ante la falta de respuesta a nuestras legítimas demandas, actualmente sostenemos CUATRO BLOQUEOS CARRETEROS en Jalapa del Marqués, El Coyul, Puente Madera y Zanatepec.

Si no hay una respuesta clara y concreta a nuestras demandas, continuaremos con las movilizaciones durante la Guelaguetza en la región, y nos desplazaremos a la Ciudad de Oaxaca para instalar un campamento en los próximos días.

¡NADA ESTÁ RESUELTO!

¡NO HAY PRIMAVERA OAXAQUEÑA, NI GUELAGUETZA SIN JUSTICIA, PAZ Y LIBERTAD PARA LOS PUEBLOS!

¡SI NO NOS ESCUCHAN, GRITAREMOS!

NUESTRAS EXIGENCIAS SON CLARAS:

– NO a la gentrificación y turistificación de los pueblos, barrios y colonias de Oaxaca

– Revocación de sentencia para las 21 personas defensoras de El Coyul

– Alto al despojo en El Coyul por parte de Alfredo Manuel Mena Alonso, Rigoberto Cruz Cartas, Joel Ricardez López y su organización UNECACI

– Basta de criminalización contra Puente Madera

– Revocación de sentencia para David Hernández Salazar

– Repartición justa de los ramos 28 y 33 para Puente Madera

– Reconocimiento inmediato al comisariado electo de San Pedro Huamelula. Fuera UNECACI de nuestro pueblo

– No a la destrucción y privatización del aguaje en Jalapa del Marqués

– Reparación integral y garantías de no repetición para el pueblo Ikoots de San Mateo del Mar. Libertad a las personas presas injustamente y cancelación de órdenes de aprehensión

– Justicia para Eugui Roy y Obed Espinoza Ramos

– La energía eléctrica es un derecho humano. Reforma al artículo 4° ya

– Basta de agresiones, hostigamientos y cortes por parte de la CFE a las familias en resistencia de la APIIDTT

– ¡Alto a las guerras! ¡Palestina libre!

Los pueblos estamos de pie y organizados. No pedimos favores, exigimos derechos.

Mientras no haya justicia, no habrá descanso. Si no nos escuchan, haremos que se escuche nuestro grito.

Desde el Istmo en rebeldía,

pueblos en resistencia.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: 

Frente de pueblos y barrios del Anáhuac exige moratoria de proyectos inmobiliarios en Ciudad de México

En medio de la discusión centrada en los procesos de gentrificación vinculados al desplazamiento de la población originaria, motivados por la llegada de turistas y migrantes del norte global, el Frente de pueblos y barrios del Anáhuac busca ampliar la perspectiva de cómo se producen los cambios en la capital, poniendo el énfasis en la denuncia del despojo por el acaparamiento de recursos clave, como el suelo y el agua.

“La gentrificación es una consecuencia del proceso de acaparamiento y los procesos de despojo. Los pueblos y barrios originarios se han visto históricamente afectados por diversos proyectos de infraestructura, ya sean carreteras, ejes viales, líneas de metro o plazas comerciales. Todo eso que normalmente se le conoce como “urbanización” ha afectado los territorios de los pueblos”, dijo Alejandro Velázquez, uno de los integrantes del Frente, en diálogo con Desinformémonos.

El análisis compartido por el Frente, señala que las discusiones sobre la gentrificación han estado muy centradas en el ámbito urbano, y desde los pueblos y barrios se busca incluir también lo que sucede en el suelo de conservación de la capital, así como con “el territorio y los bosques, que también han sido afectados por estas dinámicas”, los cuales se han visto cercados por el crecimiento de complejos residenciales de lujo, como el caso del pueblo de Xoco y la torre Mítikah, o por la construcción de vialidades, como la lucha por la protección de los humedales de Xochimilco, frente a la construcción del puente vehicular Periférico – Cuemanco, que avivó el conflicto social en la zona sur de la ciudad.

“Nosotros pensamos que se tiene que replantear el modelo de ciudad por completo. Se siguen construyendo diversos proyectos urbanos inmobiliarios que están afectando el suministro de agua a los habitantes de pueblos y barrios. Aumentan los problemas de movilidad, también de calidad del aire, por eso decimos que debe establecerse una suspensión de trámites para nuevos megaproyectos inmobiliarios, mientras no se tenga una discusión a fondo del tipo de ciudad que queremos”, comentó Velázquez a este medio.

La propuesta fue lanzada a la par de la manifestación del domingo 20 de julio de 2025, en apoyo al pueblo de Santa Úrsula Xitla, en la alcaldía Tlalpan, que ha denunciado su rechazo a la construcción de 52 casas de lujo en Fuentes Brotantes 132, por parte de la empresa Graus. La movilización fue custodiada en todo su recorrido por centenas de granaderos y policías auxiliares y de tránsito de la ciudad de México, dando inicio al nuevo protocolo de control de manifestaciones, anunciado por la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, a inicios de julio, tras la realización de la marcha antigentrificación y como evidencia de la presión que el Mundial de fútbol, que comenzará en once meses, está aplicando sobre la gestión del conflicto social en la ciudad.

“Con el mundial, hay muchos alcaldes que están muy interesados en promover a los pueblos originarios como objeto turístico y eso, pues, es volver a la cultura de los pueblos una mercancía también”, criticó la fuente.

Sin reconocimiento ni consulta

El Frente de pueblos y barrios del Anahuac nació como una organización popular que nuclea a 66 pueblos originarios, dónde confluyen autoridades tradicionales y representantivas de los mismos, así como integrantes de los colectivos de cada pueblo. Velázquez dijo que la organización tiene presencia en prácticamente todas las alcaldías de la capital, y que sus ejes de trabajo son la defensa del territorio, la construcción de autonomía y la reivindicación y revitalización de la cultura de los pueblos de la capital mexicana.

“Somos una organización apartidista, independiente, anticapitalista según nuestro estatatuto, antripatriarcal y antirracista, que hemos participado en la defensa de los derechos de los pueblos y en la discusión de leyes que los afectan”, indicó.

Por esto, el Frente ha marcado su rechazo con la construcción de un sistema publico de registro de pueblos y barrios en la ciudad de México, que fue lanzado en 2022 por la Secretaría de Pueblos originarios y comunidades indígenas (SEPI) cuya convocatoria “anuló los derechos colectivos de más de 150 pueblos ya reconocidos, desde el punto de vista del Gobierno porque nosotros sabemos que los tenemos, que esos derechos existen”, contó.

Sin embargo, se condiciona actualmente el reconocimiento de pueblo originario a aquellos que cumplan con el registro establecido, lo que ha interferido en su capacidad para oponerse a proyectos inmobiliarios, como fue el caso de la resistencia a Fuentes Brotantes.

“Para ser reconocidos como pueblos, se establecieron una serie de requisitos, hacer censos, presentar actas de nacimiento, certificados de escolaridad y otros trámites que han llevado a que la Secretaría de Pueblos niegue el derecho a la consulta ante proyectos inmobiliarios privados, argumentando que los pueblos no están registrados como tales”, expresó.

Durante ese proceso, el Frente de Pueblos se manifestó públicamente y presentó también una demanda colectiva ante el Tribunal electoral de la Ciudad de México, quien se declaró incompetente en el asunto. Sin embargo, Velázquez comentó que “vinculamos estas problemáticas de registro y de la existencia misma de la Secretaría de Pueblos con estas problemáticas también, porque cuando se niegan los derechos a los pueblos, se niega una herramienta que se puede utilizar en la defensa del territorio, frente a los cambios de usos de suelo”.

Estos desarrollos incluyen también a los patrocinados por el Gobierno por medio del instituto de la vivienda, los cuales dada su magnitud y ubicación periférica también terminan afectando las zonas rurales y de conservación: “no queremos negar el derecho a la vivienda y sobre todo, a una vivienda social, pero sí vemos que muchos de estos proyectos de INVI son de carácter masivo y que, si no hay un proceso de diálogo o consulta previa, generan conflictos”, apuntó. Para el Frente, la clave está en el respeto a la consulta previa, libre e informada, como se establece en los convenios internacionales que regulan la materia.

Velázquez explicó que, aunque el Frente no forma parte de la organización de defensa de Fuentes Brotantes, comparten la preocupación de un pueblo que ha estado “desde hace mucho tiempo, muy asediado por la urbanización: en 2017 se terminó de construir una plaza comercial, Patio Tlalpan, y hay muchos desarrollos en la zona. Nosotros reivindicamos la consulta de los pueblos y la defensa de su derecho al territorio”, concluyó.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.