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Los registros del Panteón: la tarea independiente que posibilita la recuperación de personas desaparecidas

La apertura de la fosa común más grande de México es posible gracias al trabajo anónimo de un trabajador del Panteón quien, encargado de su gestión hace veinte años, registró a mano dónde está cada uno de los cuerpos que allí fue inhumado. Hoy, esa tarea cobra un papel central en la posible recuperación de personas desaparecidas en la Ciudad de México y el país.

El señor Israel Cancino es un hombre septuagenario, de tupido bigote zapatista y la piel del cuello curtida por el sol de trabajar a la intemperie. Su trabajo consiste en darle mantenimiento a una extensa área que ocupa la fosa común del Panteón Dolores, en la capital, que en realidad es un sistema de fosas, alimentado desde el siglo pasado.

En la última etapa de este largo proceso, cuando la fosa común quedó a su cargo en el año 2005, se han utilizado entre 70 y 80 fosas, de dos por tres metros de diámetro y casi cuatro metros de profundidad, dónde se han enterrado en cada una entre 130 y 150 cuerpos no reclamados, enviados allí por fiscalías, institutos forenses y escuelas de medicina.

“Cuando inicié aquí en el área, después que el compañero anterior se jubiló, mi pensamiento fue: como el compañero no llevaba un registro, yo sí lo voy a llevar”, contó don Israel, en entrevista con Desinformémonos.

Su registro fue sencillo, pero es hoy la única herramienta con que cuenta la autoridad para hacer frente a la dolorosa tarea de exhumar esos cuerpos, entre los cuales puede haber un sinnúmero de personas que, en todo el país, estén siendo buscadas como desaparecidas.

“Tomé número de expedientes y número de placas en el cuerpo. Apunté el número de fosa donde se deposita el cuerpo y el nivel, cada fosa tienen niveles según el momento en que llega el cuerpo y se inhuma. Llenándose la fosa, se cierra y se inicia otra”, explicó el experto. Por cada fosa, don Israel tiene un fólder, donde registra cada cuerpo.

Su convicción y su responsabilidad colectiva son una herramienta imprescindible para que hoy se tenga acceso a los cuerpos que llevan años en custodia estatal: “el día que vengan a solicitar una exhumación, tengo que saber exactamente dónde está el cuerpo que andan buscando”, reflexionó.

Irresponsabilidad institucional

La crisis de personas desaparecidas en México, que ha alcanzado las 133 mil 591 personas desaparecidas al momento de publicar esta nota, tiene mucho que ver con una pobre labor forense y una nula capacidad e interés de parte de las fiscalías para ubicar a las familias de las personas que llegan fallecidas, sin identificar, a su custodia.

Así, hay casos como el de Braulio Basilio Caballero, un adolescente que pasó casi seis años desaparecido tras haber sido enviado a la fosa común de Dolores sin que su familia fuese notificada de su muerte, que ha cambiado la percepción sobre la responsabilidad estatal en esta crisis.

Al cumplirse tres años de su restitución a su familia, en agosto de este año, la Comisión local de Derechos Humanos catalogó su caso como una “desaparición institucional”, el primero en reconocerse así, la cual fue causada por una pobre labor forense que lo registró como un hombre de 21 años, cuando el niño tenía 13 al morir, horas después de ser arrollado por un camión de transporte colectivo en el paradero de Pantitlán.

“Estoy contenta porque en la Comisión de Derechos Humanos analizaron bien la carpeta de mi hijo y encontraron omisiones, gracias a las cuales se va a proceder contra la Fiscalía (de la Ciudad de México) y el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), que fue donde vino el registro erróneo de la edad que se le puso a mi hijo”, expresó a Desinformémonos Fernanda Caballero, madre de Braulio, tras el primer acto de disculpa pública a cargo de la Comisión.

Sin embargo, la familia Basilio Caballero está aún a la espera de la colocación de dos placas conmemorativas en los edificios de la Fiscalía y el Incifo que, junto a un retrato del adolescente, den cuenta del caso, como una forma de reparar el daño que causó a su familia la mala gestión institucional. “Es una placa que permita recordarles a los que trabajan allí que tengan en cuenta que no deben cometer los errores y violaciones que nos hicieron a nosotros”, puntualizó.

“Sabemos que todavía falta por caminar y por luchar, pero debe haber un castigo a las autoridades, porque ellos cometieron el error. Fue una desaparición institucional, ellos mismos lo desaparecieron al darle un registro de edad que no correspondía. Incluso, cuando nosotros acudimos al Incifo, se nos dijo que allí no había noticias de él. Después de casi seis años, se nos dijo que hubo una carpeta extraviada, que era la de mi hijo”, insistió su madre.

La primera exhumación

Braulio fue el primer desaparecido que logró ser exhumado de la fosa común de Dolores, tras pasar cinco años sin ser localizado, gracias a la lucha y perseverancia de su familia, que nunca se dio por vencida, incluso, contra la insistencia estatal de que abandonaran su búsqueda. “Tengo sentimientos encontrados porque hace tres años se nos entregó el cuerpo de mi hijo, y le dimos santa sepultura. Siento que esto marca una fecha muy importante, no nada más para mi Braulio, sino para toda la sociedad y los demás compañeros que están en búsqueda”, agregó.

La señora Fernanda dice que esa fecha nunca se le va a olvidar, cuando acudieron a Dolores para la exhumación el 15 de mayo de 2022. “Fuimos al Incifo, de allí nos llevaron al Panteón María Dolores. Nos subieron a la camioneta para hacer un tramo bastante largo, y supuestamente nosotros, como familia, íbamos a ver la exhumación, cómo lo iban a sacar. Pero cierto reglamento se rompió, porque nunca la vimos. Nos pusieron una trabe con camionetas que nos impedía ver qué sucedía. Para ese entonces, me acuerdo que la Fiscalía llevó una carpa, nos llevó mucha comida, como si fuéramos a un día de campo, sin saber del dolor que estaban causando, porque nosotros queríamos ver dónde estaba nuestro hijo”, recordó en diálogo con este medio.

Esa falta de participación en la exhumación fue una espina que quedó clavada en la familia y que aumentó la distancia con las autoridades, que ya era mucha. “Al momento de que sacan a mi hijo, lo ingresaron en la camioneta del Incifo y no nos avisaron. Yo le dije a mi esposo que le dijera al de la Fiscalía que yo quería ir a ver a dónde lo iban a dejar, por eso hicimos el recorrido de regreso al Incifo de Niños Héroes, y por un pequeño momento lo alcancé a ver, cuando lo bajaron de la camioneta y luego luego lo ingresaron a las instalaciones”, narró.

Luego, la familia tuvo que esperar casi un año hasta que se hiciera un nuevo peritaje forense multidisciplinario, que fue único en su tipo, ya que reunió a los cinco expertos que mandatan los protocolos para que, juntos, analizaran nuevamente el cuerpo y confirmaran revisando las marcas individualizantes ante mortem que se trataba de Braulio, y brindarle así la certeza que la familia requería. Este trabajo fue monitoreado por la antropóloga Albertina Ortega, quien fungió como perito independiente y observadora para su familia.

“A la antropóloga Albertina la buscamos, nos la recomendó otra familia porque nosotros ya no creíamos en las instituciones. ¿Qué tal si nos daban un dato mal, o si no era mi hijo? Gracias a ella y a los estudios que fiscalizó, confirmamos que sí era mi hijo. Ella es quien se dio cuenta de que era un menor de edad porque los huesos no estaban totalmente desarrollados, y todavía tenía dos dientes de leche que no se le caían. Ella nos regresó la confianza en que sí era mi hijo”, apuntó Caballero.

A tres años de ese suceso, la familia de Braulio sabe con certeza que su caso fue un parteaguas para la comprensión de la desaparición en la Ciudad de México, y que abrió la puerta a las exhumaciones que esta semana comenzaron con una única fosa del sistema común, en Dolores. “Es algo que no queremos que se vuelva a repetir con los demás jóvenes allá afuera. A mi niño le violaron sus derechos y no queremos que esto quede inconcluso, que se sepa que Braulio va a velar por ellos también”, sentenció su madre.

Identificación pendiente

Consultado al respecto por este medio, el comisionado de Búsqueda de la Ciudad de México, Luis Gómez, quien ha fungido públicamente como el promotor institucional y vocero del proceso de exhumación, dijo que durante una semana, desde el 18 hasta el 22 de noviembre, se realizará “un proceso de recuperaciones controladas” de una fosa, en la cual se espera recuperar 27 cuerpos inhumados allí hace una década.

“Hemos identificado a partir de la documentación existente que hay personas que pudieron fallecer en su momento y que tendrían características que son similares a personas que estamos buscando. De manera que vamos a ir hacia atrás para poder recuperar a estas personas del Panteón Civil de Dolores, que hoy están en calidad de desconocidas, y poder verificar su identidad y, en su caso, entregarlas a sus familiares”, afirmó.

Explicó que, aunque la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México fungió como responsable de la planeación de la exhumación, así como de permitirles la entrada a las familias en búsqueda interesadas —y también a la prensa, para su registro—, “la intervención como tal corresponde a la Fiscalía de la Ciudad de México y al Instituto de Ciencias Forenses, que son los peritos que están encargados y tienen la responsabilidad de llevar a cabo una diligencia como esa. La intervención propiamente de la recuperación va a ser por parte de ellos”.

A partir de la exhumación se abre un nuevo proceso que —según se informó a las familias de personas desaparecidas— puede llevar hasta tres meses a partir de la recuperación de los cuerpos, que es la importante tarea de la identificación de estas personas: “la intención es que, más allá del procesamiento forense de los elementos humanos que se puedan recuperar del Panteón, pueda llevarse a cabo una identificación. Por eso razón, esto es parte de las tareas de búsqueda”, anunció el Comisionado.

La identificación será otro momento clave de atención para las familias, ya que se ha denunciado reiteradamente la falta de respeto y las violaciones a los cuerpos en su custodia, que practicó la dirigencia del Incifo, en especial, el subdirector de Tanatología, Andrés Oriol Morales. La otra señalada por el maltrato a cadáveres dentro de la institución fue la ex directora del Incifo, Patricia Crespo —quien fungió como perito en el malogrado “Caso Wallace”—, pero ella fue removida a inicios de julio de 2025 por decisión del Consejo de la Judicatura, de quien depende institucionalmente el Instituto Forense. Oriol Morales, en cambio, continúa en su puesto, a pesar de los varios pedidos de remoción de funcionarios y familias en búsqueda.

FUENTE: DESINFORMÉONOS.
AUTOR: ELIANA GILET.

Hay una verdad oculta en 'crematorio' con restos hallado en CDMX: Ceci Flores

"No buscamos culpables, queremos que no revictimicen a las víctimas", señaló la madre buscadora al solicitar la aplicación de un examen a los restos hallados.

La activista Ceci Flores exigió a las autoridades de la Ciudad de México a realizar un examen por servicios periciales a los restos hallados en el supuesto “crematorio clandestino” y fosas clandestinas, halladas en la zona limítrofe de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac.

“Las autoridades quieren ocultar una verdad que duele (…) No buscamos culpables, queremos que no revictimicen a las víctimas y que no quieran desaparecer una verdad que está oculta en este lugar”, señaló la madre buscadora.

Impulsan base de datos de fosas comunes en Jalisco

Acompañadas de la Comisión Nacional de Búsqueda del Gobierno federal, familias de personas desaparecidas inspeccionan registros de inhumaciones en panteones.

Familias de mexicanos desaparecidos impulsan una base de datos de fosas comunes con las pistas que han encontrado en cementerios para hallar a sus seres queridos y armar el rompecabezas del problema en el país, que suma más de 112,000 casos.

Acompañadas de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) del Gobierno federal, familias de Jalisco, estado del oeste del país con la mayor cantidad de desapariciones, inspeccionan registros de inhumaciones en panteones para formar la base de datos del Módulo de Fosas Comunes.

La ONU llama a garantizar el respeto y la gestión de las fosas comunes

La relatora especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, Agnès Callamard, lamentó que las fosas comunes no son reconocidas, permanecen desprotegidas, sin preservar y son profanados o destruidos.

La relatora especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, Agnès Callamard, llamó a los gobiernos a garantizar el respeto y la gestión de las fosas comunes con un enfoque de derechos humanos.

Al presentar su informe anual, Callamard señaló que dichos lugares no son reconocidos, permanecen desprotegidos, sin preservar, y cuando no están cubiertos son profanados o destruidos.

Astudillo evade demanda de exhumar cuerpos de fosa irregular en Acapulco

CHILPANCINGO, Gro: En un encuentro privado con integrantes de colectivos de familiares de personas desaparecidas, el gobernador Héctor Astudillo Flores evadió el tema sobre la demanda para exhumar cerca de 800 cuerpos que las autoridades ministeriales depositaron de manera irregular en un panteón municipal de Acapulco.


En dicha reunión –realizada la tarde de ayer en la residencia oficial Casa Guerrero–, el mandatario estatal asumió el compromiso de “analizar” la entrega de becas y proyectos productivos para mujeres viudas y niños que han quedado huérfanos en el contexto de la violencia que se vive en la entidad.

También dio un espaldarazo al presidente de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV), José Luis Gallegos Peralta, quien asumirá el control total del organismo tras el conflicto interno que se generó por el manejo del presupuesto, pese a que el comisionado Javier Morlet Macho lo demandó ante la Fiscalía General del estado (FGE) por amenazas de muerte.

Depositan otros 19 cuerpos sin identificar en fosa común de Guerrero

CHILPANCINGO: Autoridades ministeriales y de salud depositaron 19 cuerpos más en el “cementerio de botellas” de Chilpancingo donde el gobierno estatal va a inhumar casi 500 cadáveres que permanecen sin identificar desde 2014 en las unidades del Servicio Médico Forense (Semefo).


Con este hecho, suman 58 los cuerpos inhumados en este lugar denominado Cementerio Forense Estatal, que se ubica al interior del panteón privado La Paz, propiedad de Heriberto Huicochea Vázquez, un compadre del gobernador Héctor Astudillo Flores que actualmente se desempeña como coordinado do programa Seguro Popular, indican reportes oficiales.

Los 19 cuerpos inhumados este martes provienen de la unidad del Semefo de Iguala y corresponden a víctimas encontradas en esa ciudad, así como en Cocula y Taxco, informaron fuentes oficiales.

La semana pasada, autoridades ministeriales inhumaron en primera instancia 20 cuerpos encontrados en la región Centro y luego 19 procedentes de Acapulco.

De esta forma, serán depositados en el panteón forense los casi 500 cuerpos sin identificar que permanecen almacenados desde 2014 en las unidades del Semefo de Chilpancingo, Iguala y Acapulco.

La inhumación de cuerpos en “el cementerio de botellas” de Chilpancingo, se dio luego de que Apro reveló que los cuerpos en el Semefo simplemente ya no caben.

De acuerdo a reportes oficiales, la incidencia delictiva de este año se compara con la estadística registrada en 2012, donde la cifra de homicidios dolosos rebasó los 2 mil 300 asesinatos.


Apenas este domingo, el gobernador Astudillo afirmó, sin presentar pruebas, que la mayoría de personas asesinadas este año, estuvieron involucrados en el narco.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS.
LINK: http://www.proceso.com.mx/466164/depositan-otros-19-cuerpos-sin-identificar-en-fosa-comun-guerrero

Inhuman en fosa común 20 cuerpos sin identificar que permanecían en Semefo de Chilpancingo

CHILPANCINGO, Gro: Al menos 20 cuerpos que permanecen sin identificar en la unidad del Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo fueron inhumados esta tarde en una fosa común ubicada al interior del panteón privado Parque Cementerio La Paz, al poniente de esta capital.

El vicefiscal de la Fiscalía General Estatal (FGE), José Antonio Bonilla Uribe, informó que esta semana depositarán en las gavetas de la fosa común denominada Cementerio Forense Estatal, 60 de 460 cuerpos que están almacenados desde 2014 en el Semefo de Acapulco, Iguala y Chilpancingo. La razón es que ya no caben los cadáveres.

Por su parte, el director del Semefo en la entidad, Ben Yehuda Martínez Villa, informó que los 20 restos humanos depositados hoy en la fosa común fueron encontrados en la región Centro de la entidad, principalmente en los municipios de Chilpancingo, Chilapa y Tixtla.

El funcionario agregó que todos los cadáveres tienen abierta una carpeta de investigación que precisa el lugar y la fecha donde fueron localizados, así como el perfil genético forense de las víctimas para que sea cotejado con los familiares que buscan a personas desaparecidas en Guerrero y el resto del país.

El panteón privado donde el gobierno estatal construyó esta fosa común es, presuntamente, propiedad del actual coordinador del Seguro Popular en la entidad, Heriberto Huicochea Vázquez, militante del PRI y compadre del gobernador Héctor Astudillo.

La inhumación se registró, luego de que la semana pasada Apro dio a conocer que decenas de cuerpos encontrados en distintos puntos de la región Centro permanecen tirados sobre el estacionamiento del Semefo, debido a que ya no caben en las cámaras frigoríficas.

En el Semefo de Chilpancingo, que depende de la Secretaría de Salud estatal, existen dos cámaras frigoríficas con capacidad para almacenar 100 cuerpos y ambas están sobresaturadas, informó una fuente oficial a esta agencia.

Por ello, los cadáveres encontrados recientemente permanecen tirados en el estacionamiento del Semefo de esta capital, ante la falta de espacio para garantizar un trato digno a las víctimas de la narcoguerra que tiene sumida a la entidad en una de las peores crisis de inseguridad y violencia similar a 2012, cuando la cifra de homicidios dolosos rebasó los dos mil crímenes durante el año.

La imagen de los cuerpos destrozados por las balas tirados sobre el concreto “se compara a la de una zona de guerra de Medio Oriente, pero es Guerrero y en esta capital los médicos legistas no se dan abasto con los trabajos forenses”, refirió la fuente consultada.

Apenas llegaron a esta unidad los 33 cuerpos y ocho cabezas cercenadas exhumados en el cementerio clandestino de Zitlala y prácticamente colapsó la capacidad del Semefo de Chilpancingo por el sobrecupo de cadáveres.


A finales de septiembre, Apro reportó que en medio de la opacidad, el gobierno de Héctor Astudillo Flores construía un proyecto denominado Cementerio Estatal Forense al poniente de esta capital, donde autoridades ministeriales y de Salud anunciaron que depositarían al menos 400 cadáveres que permanecen sin identificar en las unidades del Semefo de Iguala, Acapulco y Chilpancingo.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS.
LINK: http://www.proceso.com.mx/465320/inhuman-en-fosa-comun-20-cuerpos-sin-identificar-permanecian-en-semefo-chilpancingo-video

Rechazan plan de Astudillo de echar a fosa común más de 400 cuerpos sin identificar

CHILPANCINGO. Gro: Integrantes de un colectivo de familiares de personas desaparecidas de esta capital anunciaron que no van a permitir que los 450 cadáveres que se encuentran depositados en las unidades del Servicio Médico Forense de Iguala, Acapulco y Chilpancingo, sean inhumados en una fosa común que el gobierno de Héctor Astudillo Flores construye al poniente de esta capital.

Señalaron que este hecho exhibe que las autoridades ministeriales no han realizado los estudios de genética forense a las víctimas para contrastarlos con las pruebas que han dejado cientos de familiares que buscan a personas en Guerrero.

Al respecto, denunciaron que el subprocurador de la Fiscalía General del estado (FGE), José Antonio Bonilla Uribe, canceló una reunión pactada con anterioridad con el colectivo para analizar el tema de la falta de identificación de los cadáveres que pretenden inhumar en Chilpancingo, argumentando que se encontraba fuera del estado atendiendo “un asunto especial de trabajo”.

No obstante, a través de la agencia de Proceso se enteraron que durante esos días, el funcionario del gobierno de Astudillo decidió tomar unos días de descanso para vacacionar en la bahía de La Paz, en el estado de Baja California, y calificaron la actitud del funcionario como una muestra de la criminal indolencia gubernamental.

Por ello, advirtieron que no van a permitir que el gobierno de Astudillo decida inhumar de forma irregular en una fosa común a los más de 400 cuerpos que permanecen sin identificar en unidades del Semefo, como ocurrió en los estados de Morelos y Coahuila.

El 30 de septiembre, Apro dio a conocer que el gobierno de Héctor Astudillo construye en medio de la opacidad, un proyecto denominado Panteón Estatal Forense al poniente de esta capital.

Las autoridades se ha negado a informar sobre la inversión del proyecto, el proceso de adjudicación de contrato y el nombre de la empresa que ejecuta la obra; así como el motivo de la falta de identificación de los 400 cadáveres y la mecánica de los hechos para conocer la causa de muerte y el contexto, es decir, si se trata de cadáveres encontrados en fosas clandestinas o en otros sitios.

Mucho menos han especificado la temporalidad de la acumulación de cuerpos en las unidades del Semefo, sobre todo porque después del caso Ayotzinapa, familias enteras han salido a buscar en los cerros de diversos puntos de la entidad a cientos de personas desaparecidas.

En conferencia de prensa realizada esta mañana, los miembros del colectivo reprocharon las cuentas alegres del gobernador Héctor Astudillo Flores, quien afirmó que se ha reducido la incidencia delictiva en la entidad.

“Todos los días hay homicidios y desaparecidos”, expresó la señora María Guadalupe Rodríguez, madre de un joven desaparecido hace dos años en Chilpancingo y hasta el momento se desconoce su paradero.

Como ejemplo mencionaron el caso de la familia completa que permanece desaparecida desde el 18 de octubre, cuando se desplazaban de Zitlala a la cabecera municipal de Chilapa, en la región Centro de la entidad.

Ellos fueron identificadas como Florencia Capistrán Tecolapa, de 80 años; Mario García Capistrán, de 58; María Feliciano Diego, de 48; Félix García Feliciano, de 25; Santa García Feliciano, de 23, y Marco Antonio García Feliciano, de 18. Todos originarios del poblado indígena nahua de Ixcatla, municipio de Zitlala.

Al respecto, integrantes del colectivo de familiares de personas desaparecidas de Chilapa, denominado Siempre vivos, han emprendido una campaña de búsqueda ciudadana de las víctimas y exigieron la intervención de las autoridades de los tres niveles.

Ello debido a que señalaron que tienen indicios de que las víctimas fueron desaparecidas en el poblado indígena de Tlantempanapa, municipio de Zitlala donde opera un grupo armado al servicio de la organización denominada Paz y Justicia, vinculada a Los Ardillos y que dirige la familia del dirigente perredista Bernardo Ortega Jiménez.

Sobre este caso, el colectivo de Chilpancingo exigió al gobernador Astudillo que se enfoque en resolver la problemática de los desaparecidos en la entidad y en específico el caso de Zitlala, argumentando que las primeras horas y días son clave para localizar a las víctimas aún con vida.

Anunciaron que el frente común conformado por familiares de desaparecidos en la entidad, donde participan los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, así como familias de Acapulco, Chilpancingo, Chilapa, Iguala y la región de Tierra Cliente, condenan la omisión gubernamental frente a la extendida problemática que ha convertido a Guerrero en un gran cementerio clandestino y zona de terror y muerte a nivel nacional.

Además, afirmaron que la impunidad de las bandas delincuenciales que controlan territorios completos en la entidad, prácticamente es un reflejo del nivel de corrupción y contubernio de autoridades civiles y militares con el crimen organizado.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS.