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Fiscalía de la CDMX acusa a familia por delitos que no cometió y después la despoja de su casa

Acusados falsamente de robo de autopartes, Guadalupe y su hijo enfrentan antecedentes penales mientras el inmueble, heredado por generaciones, ya tiene un nuevo dueño y una construcción en su lugar.

La familia Lozada cumple un año de haber sido expulsada arbitrariamente de su hogar, en la alcaldía Venustiano Carranza, a causa de un operativo policial que usó contra ellos una orden de cateo por un supuesto robo de vehículos. Así se apropiaron del edificio. Mientras la madre y el hijo menor de la familia enfrentaban el proceso penal amañado, el lugar fue entregado a una tercera persona y demolido con las pertenencias de la familia dentro. 

El recuerdo es removedor pese al tiempo transcurrido porque el impacto ha sido fuerte: “Perdimos la casa y todas nuestras pertenencias, perdí mi trabajo y como nos sentenciaron por ese delito falso, ahora tengo antecedentes penales y todo es más complicado”, cuenta en entrevista Guadalupe Ramírez Valdés, la madre de la familia, quien fue presentada ante los medios de comunicación como responsable de un delito que no cometió.

“Mi hijo siempre ha sido callado, pero desde ese día prácticamente le cortaron sus alas. Él había juntado con mucho esfuerzo para su pasaje para viajar fuera del país y tampoco pudo hacerlo. No quiere recordar el tema y lo entiendo, porque a mí también me duele todavía”, explica. 

La criminalización que vivió esta mujer y su hijo de 23 años sólo cobran sentido frente al año y medio previos de hostigamientos, amenazas, intentos de desalojo e invasión que la familia padeció desde mayo de 2023 para que abandonara la vivienda familiar (que compró su bisabuela y habían habitado por generaciones) argumentando que había “un nuevo dueño”. Pese a que acudieron a denunciar todos estos hechos a la fiscalía territorial de Venustiano Carranza, no le dieron andamiento a ninguna de sus denuncias, reclamándoles las escrituras de la casa para atenderlas. La familia resistió hasta que llegó el operativo policial el 9 de julio de 2024. 

Fabricación de delitos

Guadalupe y su hijo estaban solos ese mediodía del operativo porque Daniel, el padre, había salido a comprar refacciones para las bicicletas que repara, cuando llegó una vecina a traerle su compra de leche Conasupo. Entonces vio que llegaban las patrullas. 

“Como anteriormente nos habían ido a hostigar, cerré la puerta y le grité a mi hijo que se querían volver a meter”, recuerda. Según los documentos a los que Proceso pudo acceder sobre el caso, para el operativo se dispusieron 11 agentes del Ministerio Público adscritos a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, 11 peritos en criminalística, 11 peritos de fotografía, seis peritos en mecánica forense y 14 policías de la Ciudad de México. Es decir: un megaoperativo. 

En total, utilizaron 20 vehículos para su traslado, y una vez desplegados frente a la casa, comenzaron a golpear la puerta de chapa de una sola hoja, que vibraba su decoración con pintura de colores, acusando el golpe del ariete. “Primero me dijeron que venían por un tal Julio y yo les gritaba que ahí no vivía ningún Julio. Les exigí la orden, y me dijeron que tenían que entrar porque traían una orden de cateo”, relata la madre.

Cuando finalmente rompieron la chapa y entraron por la fuerza, le ordenaron que se sentara y al ver que el hijo grababa, los policías se fueron contra él y le quitaron su teléfono. Los separaron. “Yo les decía que nos dejaran salir, en mi nerviosismo, mi estupidez, pensaba ahora ¿qué va a pasar?, y ellos nomás se me quedaban viendo y se empezaban a reír. Fue cuando una policía me dijo: ´Ya no les alegue nada, haga lo que le digan´. Entonces, escuché que mi hijo gritaba y me les eché a correr. Fue cuando me di cuenta que lo estaban golpeando, y él gritaba ¿cuáles armas? ¡nosotros no tenemos armas!”

Mientras la madre gritaba a su vez para detener la golpiza, fue empujada contra el clóset del cuarto, y los policías le señalaron una bolsa que dentro tenía una pistola. También colocaron entre las pertenencias de su hijo “un fierro largo, como en cruz dónde él tenía su ropa. Ahí teníamos una Biblia y la tiraron al piso. Yo les dije que eso no estaba en mi casa, que lo habían puesto. Y se empezaron a reír. ¿Cómo cree señora? Esto es muy caro tenerlo. Precisamente, les dije, ¿no ves cómo vivo? ¡Voy al día! ¡Mi esposo arregla bicicletas! ¿Por qué me están haciendo esto? O sea, ¡esto tú me lo fincaste, tú lo pusiste!”, relata la mujer. 

Los policías tomaron control de la casa, entraron y salieron a gusto de las habitaciones mientras la familia permaneció retenida en el patio, privada de su libertad en su propio espacio durante una hora. “Vi a la perito que traía unas bolsas de color rosa con varias placas, así sueltas, ni emplayadas ni nada. Y le reclamé que no estaban en mi casa. Ellos insistían en que les dijera dónde estaba la moto, que venían por una moto Yamaha, que nunca estuvo allí”

La mujer fue amenazada con una golpiza si no se callaba, hasta que una de las uniformadas se acercó y por lo bajo, reconoció: “yo sé que usted no lo hizo, pero es mi trabajo” 

A la una de la tarde, los sacaron de la casa a ambos, madre e hijo, en patrullas, y los presentaron ante la Agencia 50 de la Fiscalía, en el Búnker de la Doctores. Antes de irse los agentes ministeriales pusieron sellos en las puertas de la casa, y grafitearon la fachada exterior: “Inmueble asegurado FGJCDMX”

Cambio de manos

Seis días después, el 15 de julio de 2024, un grupo de agentes ministeriales volvió al predio a pegar en la puerta un “citatorio al propietario” del inmueble, incitándolo a que se presentara ante la Fiscalía de Investigación Estratégica del delito de robo de vehículos y transporte, ubicada en la sede central de la Fiscalía, en el búnker de la colonia Doctores. El oficio fue firmado por el agente del MP Herminio Reyes Pérez, quien llevó el mando del cateo antes descrito. Él fue el único de los ministeriales que tenía su rostro descubierto, ya que el resto de los policías de investigación usaba pasamontañas negros. 

En ese oficio se confirma que la carpeta fue abierta en junio de 2024 por lo que el operativo se gestó y cumplió en tiempo récord, ya que la orden judicial está fechada un día antes de ejecutarse, el 8 de julio. 

Según consta en los documentos, la denuncia fue recibida de manera “anónima” por una persona no identificada, quien tampoco atestiguó ante la justicia, pero el policía de investigación dice que ese anónimo le dijo que en la casa en cuestión se ocultaban autopartes robadas. Eso, en los papeles, fue suficiente para la apertura por una investigación por el delito de “encubrimiento por receptación”

Con el cateo y la siembra de las placas para inculparlos –que la familia denuncia públicamente en este texto por primera vez desde los hechos–, fue suficiente para que los procesaran y que, en diciembre de 2024, condenaran a la madre y al hijo a tres años y ocho meses de pena en libertad condicional por un delito que no cometieron. El arma que los policías metieron en su casa no fue presentada. Una vez detenidos, fueron recibidos en el Búnker por el Ministerio Público, Óscar Fuentes Chávez, quien se encargó de su entrevista, limitándose a pedirles sus datos personales, sus “generales”, sin referirse nunca a lo sucedido en la casa, ni a la acusación que estaban tejiendo en su contra. Cuando acudieron luego a reclamar por su legitimidad para recuperar la casa familiar, la respuesta fue igualmente indignante: “Mi familia fue a la Fiscalía y les dijeron, ¿qué pelean? Si ya tus familiares están afuera, ya están libres, ya para qué peleas. Fue feo”, recordó Guadalupe. 

Ella, entonces, había comenzado el laberinto que la tiene presa hasta hoy, que incluyó estar siete horas desaparecida, desde las nueve de la mañana en la que fue ingresada al Penal de Santa Martha, en el oriente de la ciudad y las cuatro de la tarde, cuando se dio aviso a sus familiares de dónde estaba. Su hijo igualmente fue injustamente procesado y encarcelado. “Pasamos una noche en el Búnker, otra en Santa Martha y a las cuatro de la mañana del tercer día me forman en el patio y me llevan a los Juzgados. Bueno, me dejaron en un túnel todo feo hasta las nueve de la mañana que me tocó mi audiencia”, recordó.

Su defensa estuvo a cargo de un abogado de oficio, que le presentaron en el Búnker, poco después de haber sido exhibidos como detenidos ante la prensa, que replicó la versión oficial sin miramientos, ni protección de su identidad. Asombrado al notar el operativo que había motivado la detención de su defendida, Guadalupe recuerda que el hombre exclamó: “¡No manches¡, ¡qué poca madre, ¡te trataron como si fueras narcotraficante! Obviamente salimos en todos los medios de comunicación”, recordó. El defensor de oficio hizo una tarea pobre, insistiendo a la madre que no se preocupara porque él estaba a cargo de todo, pero abandonó el caso a una condena segura. “En las últimas audiencias ya ni llegó”, recordó Guadalupe. 

Mientras la familia intentaba defenderse de la prisión y recuperar sin éxito la casa, la Fiscalía entregó el lugar a una tercera persona que, el 14 de agosto 2024, comenzó a demolerlo. Las vecinas registraron cómo una retroexcavadora se lleva en sus uñas la pared, y un sofá verde es tratado como basura. 

Al cumplirse un año de su expulsión arbitraria, el lugar tiene un edificio nuevo de tres pisos, en las etapas finales de construcción, que acumula sus bolsas de cascajo sobre el único árbol que no tumbaron del frente de la casa durante la demolición. 

Aunque el operativo haya estado en manos de una fiscalía distinta, la de robo a vehículos y no la Ambiental, cuyo accionar se ha publicado en este medio su mecanismo es semejante: por medio de la criminalización de gente inocente, a quien se acusa de delitos inventados, “aseguran” viejos edificios, ocultando su desalojo tras el eufemismo. 

Esta medida de fuerza y violencia institucional sucede en etapas iniciales de la investigación penal y, por supuesto, el efecto también es el mismo: las víctimas son desplazadas sin miramientos, privadas de sus cosas, de su casa y de la posibilidad de defenderse antes de ser atropelladas por esta maquinaria veloz que, en este caso, en apenas un mes hizo cambiar el suelo de manos, algo imprescindible para poder construir un edificio nuevo, en un lugar que ya estaba habitado.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ELIANA GILET.

En Chiapas, 5 defensores de la tierra son acusados del supuesto homicidio de un policía, sin pruebas de que fuera asesinado

Los indígenas tseltales detenidos por el supuesto crimen lideran la resistencia en contra de una carretera que uniría el Tren Maya y el Corredor Transístmico. Este lunes será la audiencia en la que se definirá si son procesados o no.

Ya había pasado la medianoche del sábado 28 de mayo, cuando los habitantes del barrio C’ani’ de la cabecera municipal de San Juan Cancuc, en Chiapas, salieron a la calle para ver qué estaba pasando. Alguien gritaba desde el fondo de un barranco y no los dejaba dormir en paz. 

Al asomarse al acantilado, descubrieron con estupor que el hombre borracho de posh que estaba causando tanto escándalo era un policía municipal de San Juan Cancuc. Los vecinos del barrio decidieron organizarse para rescatarlo y entregarlo a sus colegas. Fue poco más tarde que el policía municipal Antonio Aguilar Pérez falleció.   

Agentes de la FGR siembran un arma a un padre de familia en Naucalpan

Un video muestra el momento en que agentes de la FGR siembran un arma a un padre de familia que viajaba en su auto con sus dos hijas en Naucalpan; además de inventarle un delito, la víctima fue golpeada y asfixiada.

El miércoles 4 de mayo, Mario Oliver recogió a sus dos hijas de la escuela, pero cuando iba circulando por la avenida Circunvalación Poniente, en Naucalpan, Estado de México, vio un inusual retén que en el que parecían estar buscando a alguien. Jamás pensó que era a él, que iban a revisar su automóvil y le iban a “plantar” un arma de uso exclusivo del Ejército.

El retén fue instalado frente a la Escuela Greengates, ubicada en Avenida Circunvalación Poniente 102, Balcones de San Mateo, en Naucalpan, con muchos elementos policiacos vestidos de civil que traían armas largas, señaló en entrevista con Proceso.

Activista de Nayarit denuncia detención arbitraria, fabricación de delitos y además incendian su casa

Siria Dolores Zúñiga, acusada de negarse en entregar terrenos de los que afirma ser propietaria, fue detenida ayer y liberada hoy, sin embargo, se encontró con que la casa en que habitaba junto con sus dos hijas, fue incendiada. De ese hecho responsabiliza al fiscal de Nayarit Petronilo Díaz Ponce.

El jueves 31 de marzo, agentes de la Fiscalía del estado de Nayarit, por órdenes del fiscal Petronilo Díaz Ponce Medrano, detuvieron y golpearon a Siria Dolores Zúñiga, presidenta del Colectivo Frida de búsqueda de personas desaparecidas en Nayarit. Le iniciaron procesos penales por haberse negado a entregarles 14 hectáreas de terrenos en la playa de las Islitas, municipio de San Blas, de los cuales ella tiene la posesión y propiedad legal.

Siria Dolores Zúñiga, fue liberada este viernes 1 de abril, sin embargo, se encontró con que la casa en que habitaba junto con sus dos hijas menores de edad, fue incendiada. De ese hecho responsabilizan al fiscal Petronilo Díaz Ponce, quien –afirman-- se molestó por una queja que el mismo día de la detención interpusieron ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Dos años presa por un delito que no cometió contra una persona que no existe

“Sabía que todo era inventado, pero no cuándo iba a salir”, dice María Esther “R”, quien estuvo dos años y tres meses encarcelada en Tabasco por un delito que no cometió –extorsión con un arma– y, peor aún, contra una persona que no existe. En entrevista con este semanario, la mujer originaria de Tamaulipas habla de su caso, de la corrupción en la fiscalía general tabasqueña, del abogado que manipuló el sistema estatal de justicia para encarcelarla y, sobre todo, de cómo retomará su vida tras perderse el nacimiento de su nieta y de haber cerrado una escuela de canojate y una empresa que tenía.

“Señora, puede ir a ver a sus hijos…”, con esa frase una jueza terminó el jueves 3 con la injusticia que desde el 18 de octubre de 2019 María Esther padecía cuando fue detenida por hombres sin identificar, afuera de su domicilio en la ciudad de Tampico, Tamaulipas, y trasladada al Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco, en Villahermosa, donde permaneció dos años y tres meses en prisión preventiva oficiosa, acusada de extorsionar con un arma a una persona que no existe.

María Esther se perdió el nacimiento de su primera nieta y en Tampico tuvo que cerrar su escuela de canotaje para niños de escasos recursos y también una empresa de fabricación de equipo de bombeo para Petróleos Mexicanos.

Liberan a Jonathan Medina acusado injustamente por secuestro hace 10 años

Ayer, después de pasar 10 años recluido en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, finalmente fue puesto en libertad tras comprobarse su inocencia, luego de que sus supuestos cómplices reconocieron durante un careo que fueron coaccionados y torturados para involucrarlo de manera injusta.

Jonathan Medina fue detenido en 2011 por el presunto delito de secuestro, a pesar de las inconsistencias con que la entonces Procuraduría General de Justicia de la capital (hoy fiscalía general de Justicia) hizo la consignación.

Ayer, después de pasar 10 años recluido en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, finalmente fue puesto en libertad tras comprobarse su inocencia, luego de que sus supuestos cómplices reconocieron durante un careo que fueron coaccionados y torturados para involucrarlo de manera injusta.

Fiscalía dice que incautó objetos peligrosos en domicilio de Polanco; colectivo denuncia que los sembraron

Brigada Marabunta dice que en el domicilio cateado colectivas ensayaban performance para marcha del 8M; Fiscalía señala que encontró dentro armas y droga.

Elementos de la Policía de Investigación de la Ciudad de México reportaron el cateo de un inmueble en Polanco, donde habrían localizado “objetos aptos para agredir que posiblemente serían utilizados en marchas”.

A través de redes sociales, la Fiscalía de la Ciudad de México informó que este operativo se realizó “a fin de proteger a la población y en respeto absoluto a la integridad de quienes participen en movilizaciones del Día Internacional de la Mujer” y señaló que no hay personas detenidas.

Fabrican delitos a corresponsal de La Jornada en Mexicali

Mexicali, BC. La Procuraduría General de justicia de Baja California armó seis expedientes por el delito de fraude en contra del periodista Antonio Heras, corresponsal de La Jornada, bajo el supuesto de ser propietario de una empresa importadora de vehículos en la frontera con Estados Unidos que ha afectado a varios clientes.

Se trata de un montaje burdo e infame, una fabricación de delitos, ya que nada tengo que ver con alguna empresa comercial pues mi única actividad es la periodística, eso lo sabe hasta Hacienda, señaló el reportero.

Heras es uno de los firmantes de una carta pública de las campañas negras que realiza el gobierno de Baja California en la que se denunció el acoso y hostigamiento de las periodistas Adela Navarro, codirectora del semanario Zeta, y Dora Elena Cortez, directora de la Agencia Fronteriza de Noticias.

Periodistas y medios de comunicación denunciaron que el coordinador de Imagen y Publicidad del gobierno estatal, Jorge Alberto Cornejo Manzo, instrumenta actos de presión al condicionar los contenidos editoriales, a través de la compra de publicidad institucional, además de vetar a
periodistas y diseñar campañas de desprestigio contra comunicadores.

Incluso, el propio Heras Sánchez fue víctima de la presión de Cornejo Manzo al condicionar el otorgamiento de la publicidad institucional del gobierno de Kiko Vega con la salida del reportero de un proyecto editorial de una cadena de radio nacional.

En este caso, Heras dijo desconocer a los supuestos ofendidos ni la persona que comercializó los vehículos pero en la investigación aparece como el responsable de fraude.

En las carpetas de investigación se detalla que un hombre identificado como Francisco Javier Sánchez advirtió a los supuestos compradores que si querían demandar lo hicieran a Antonio Heras Sánchez, propietario del negocio, porque él solo era el vendedor en el establecimiento.

Existen seis carpetas de investigación sobre este delito a partir del dicho de un hombre que desde la empresa JM Importaciones cobró las importaciones vehiculares de Estados Unidos a Mexicali, de acuerdo a las averiguaciones ministeriales contenidas entre otros en el Número Único de Caso 2016/17800.

Trascendió que los agentes ministeriales vigilaban las casas de los hijos del periodista ya que tiene esos domicilios en los padrones vehiculares, licencias de conducir y registro electoral con la intención de detenerlo para presentarlo ante la Agencia del Ministerio Público de Delitos contra el Patrimonio, la Sociedad, el Estado y la Administración de Justicia.

La organización Articulo 19, dijo el periodista, asumió la defensa jurídica de esta infamia que solo busca el descrédito por el ejercicio libre del periodismo, “una labor que realizo desde hace más de tres décadas”.

El Juzgado Cuarto de Distrito del Poder Judicial de la Federación, con sede en Mexicali, otorgó una suspensión temporal en juicio de amparo 674/2016.





Fuente: La Jornada
Autor: Redacción
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/12/03/fabrican-delitos-a-corresponsal-de-la-jornada-en-mexicali