El mandatario fue visto cerca de la comunidad de Tierra Colorada, sobre la Autopista del Sol, donde tuvo que detenerse debido al bloqueo de la vialidad como parte de la destrucción que dejó el huracán “Otis”.
Medios nacionales reportan que aproximadamente al mediodía salió de Palacio Nacional a bordo de una camioneta Suburban con el fin de llegar hacia la costa guerrerense. En el trayecto viene acompañado por Luis Cresencio Sandoval, Rafael Ojeda Durán y Rosa Icela Rodríguez, titulares de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de la Marina (Semar), de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), respectivamente; así como de Laura Velázquez Alzúa, Coordinadora Nacional de Protección Civil (CNPC).
Sin embargo, al llegar al kilómetro 320 de la Autopista del Sol, en la comunidad de Tierra Colorada, el Presidente recibió el reporte sobre las afectaciones en dicha vía que conecta el Puerto de Acapulco con Chilpancingo, y los estados de Morelos y la Ciudad de México.
HURACÁN OTIS CATEGORÍA 5 con vientos de 330 km/h tocó tierra y arrasó con Acapulco, ambas vías hacia el puerto se encuentran bloqueadas, en la carretera federal a la altura de Tierra Colorada y en la Autopista del Sol en varios puntos hay deslaves. No hay paso, ni luz ni señal. pic.twitter.com/Kv7stuqeWn
— Jon Tapia Pro (@JonTapiaSS) October 25, 2023
Un video difundido por el medio local Central de Noticias Mx muestra al Presidente abordo de la camioneta en cuestión mientras revise los reportes más recientes por parte de funcionarios que se encontraban supervisando los alrededores de la Autopista del Sol.
Al respecto, señaló al reportero de dicho medio que elementos del Ejército mexicano se aproximan para dejar la maquinaria necesaria para despejar el paso por la Autopista del Sol; además de que confirmó que la por la Carretera Federal sí hay paso.
Al ser cuestionado sobre el número de posibles víctimas formales, afirmó que por el momento no cuenta con datos al respecto.
“Vamos allá ahora [a Acapulco], eso es lo que puedo decir”, añadió el Presidente.
Durante la noche del martes y madrugada del miércoles, “Otis” tocó tierra como categoría 5 y rápido fue perdiendo fuerza hasta convertirse en una tormenta tropical, pero dejó a su paso destrucción, inundaciones y el corte de todas las comunicaciones, lo que despertó el recuerdo de una letal tormenta que ocasionó decenas de muertos en 1997.
En una de las entradas a la ciudad, en plena autopista cortada por los deslaves, familias enteras y mujeres cargando niños se quitaban los zapatos para meterse en el lodazal que atravesaban con el barro por encima de la rodilla y miedo en sus rostros. Equipos de emergencias ayudaban en la lenta evacuación.
En un reporte inicial el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el huracán “pegó muy fuerte” en las regiones de Costa Grande, Acapulco y Técpan y que, de momento, no había reportes de fallecidos, pero admitió que se habían perdido las comunicaciones “por completo” con las zonas más afectadas.
Horas antes, a través de sus redes sociales, reportó que ante la emergencia existente fue activado el plan DN-III-E y el Plan Marina en coordinación con el Gobierno del estado de Guerrero.
AUTOR: REDACCIÓN.
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