jueves, 30 de marzo de 2023

Sobrepoblada, con candados y sin protocolos de emergencia, así es la estación migratoria de Ciudad Juárez donde murieron 39 personas

Desde 2013 organizaciones advertían que los incendios provocados por migrantes suponían una amenaza para su seguridad, ante la falta de protocolos de emergencia y de preparación del personal.

El dormitorio de la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua −donde fallecieron al menos 39 personas tras un incendio−, es un cuarto con apenas algunas ventanas y colchonetas en el suelo, una reja cerrada con candado por las noches, con rondines de personal armado de seguridad pública y privada, y cámaras de seguridad.

Entró en operaciones en 1995 con una capacidad para 60 migrantes, de acuerdo con un informe especial de 2019 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y es una de las 42 estaciones migratorias (30 fijas y 12 provisionales) que administra el Instituto Nacional de Migración (INM) en México.

En teoría, brindan alojamiento temporal a extranjeros con permanencia irregular en el país, pero en los hechos funcionan más como cárceles que castigan la migración, como han señalado instancias oficiales y organizaciones de la sociedad civil.

La permanencia de al menos 83 personas extranjeras (68 hombres y 15 mujeres) al momento del incendio que ocurrió la noche del 27 de marzo exhibe las condiciones de sobrepoblación de un sitio que, a pesar del aumento del flujo migratorio, en 28 años nunca aumentó su tamaño para alojamiento.

Para Sonja Wolf, coordinadora de la investigación de Insyde, el incendio en el centro de detención muestra el poco interés que ha tenido el INM en mejorar las condiciones de alojamiento en sus instalaciones.

“Los migrantes están no solamente encerrados en los centros, sino también en áreas cerradas con llave, cuando los entrevistamos esa fue justamente una de las preocupaciones porque decían que en el caso de emergencias no había salidas. El Instituto no ha tomado en serio las investigaciones que a lo largo de los años se han presentado, la problemática es conocida”, dijo Wolf en entrevista.

Desde hace 10 años, Insyde señaló la falta de protocolos de protección civil, el riesgo que implicaba para los migrantes que se cerraran con candado los dormitorios y la existencia de áreas de aislamiento como medidas que no respetaban los derechos humanos de las personas en situación de movilidad, un hallazgo que coincide con el de la CNDH.

Falta de protocolos advertía una amenaza a la seguridad

Entre las 19:00 y las 21:00 horas, las celdas –dormitorios– de las estaciones migratorias se cierran con aldabas o candados que se quitan al día siguiente, entre las 7:00 y las 8:00 horas, relató el estudio de Insyde.

Además, el documento advertía desde 2013 sobre cómo los incendios provocados por migrantes suponían una amenaza para su seguridad, ante la falta de protocolos de emergencia y de preparación del personal.

“En repetidas ocasiones se han dado incendios en algunas estaciones migratorias, por lo general, provocados por migrantes que están frustrados por el encierro y quieren llamar la atención del personal del INM, pero poco se sabe de las acciones que toman los agentes en ese tipo de situaciones”, refiere el documento.

La investigación de Insyde reveló, por ejemplo, que en las estaciones migratorias hay espacios para aislamiento en el que los migrantes pueden estar hasta 10 días, “esta medida … tampoco tiene razón de ser más que el simple hecho de castigar”.

El jefe de la delegación del INM, informó Insyde, se erige como la máxima autoridad de la estancia y es quien determina la vida interna del lugar, sin que haya criterios públicos que expliquen las decisiones.

Por ejemplo, no está definida la distribución del espacio en la estación migratoria, ni cuántas personas ocupan un mismo espacio; tampoco qué criterios se usan para clasificar a las personas detenidas en esos lugares.

Versiones recabadas por La Verdad indican que antes del incendio, los migrantes protestaban por la falta de agua para beber; el estudio de Insyde encontró que no había directrices sobre la calidad y cantidad de alimentos y bebidas que el INM tiene que dar a las personas detenidas en sus instalaciones, por lo que es una decisión que se toma en cada estación. A diferencia de otras estaciones migratorias, la de Juárez no tiene un espacio específico para ingerir alimentos ni instalaciones accesibles para personas con discapacidad, determinó la supervisión de la CNDH.

Responsabilizar a los migrantes

Wolf indicó que la postura que han sostenido algunas autoridades de responsabilizar a los propios migrantes de los fallecimientos es una muestra del desconocimiento de las condiciones en las que se vive dentro de una estación del INM

En el discurso oficial vemos que los funcionarios quieren deslindarse de los sucesos, se habla de protestas, de que los migrantes iniciaron el incendio pero hay que entender que se trata de personas que se enfrentan a incertidumbre, que se sienten desesperados, afectados psicológicamente y que además no tienen muchas posibilidades de reclamar sus derechos. Las protestas no deberían ser una excusa para las autoridades”, sentenció la especialista.

A estas condiciones, hay que sumar el trato que recibe la población migrante de parte del personal del INM.

Aunque conforme a la Ley de Migración, las personas extranjeras en situación irregular no pueden estar detenidos más de 15 días hábiles, esta estancia puede extenderse a 60 días hábiles en algunas condiciones.

Si es el caso, el Estado mexicano está obligado a otorgar a esa persona condición de visitante con permiso para trabajar, por lo que generalmente el INM transporta antes a los migrantes, aunque a veces de una estación a otra.

En un día, indicó la CNDH en su informe especial, México puede tener en detención a cerca de cuatro mil 276 personas migrantes en los distintos centros habilitados para ello.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ITZEL RAMÍREZ.

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