Los operativos se llevaron a cabo en la unidad habitacional Villa Frontera, al norte de la ciudad, muy cerca de donde Gallardo fue asesinada de siete balazos la madrugada del 4 de octubre cuando esperaba el transporte para ir a trabajar.
De acuerdo a medios locales, en uno de los operativos sí hubo detenido, pero en el segundo cateo dos hombres, que también habrían participado en el crimen, lograron huir. Las fuentes policíacas agregan que estas tres también estarían involucrados en la desaparición de Betzabé.
Desde enero de 2021, Esmeralda buscaba a su hija Betzabé y a la amiga de ésta de nombre Fabiola, quienes desaparecieron después de salir de su domicilio a bordo de una motocicleta Italika para ir al banco a hacer un trámite.
Unos días antes de su asesinato, Gallardo había denunciado a un presunto narcomenudista como responsable de la desaparición de su hija, a la cual buscaba casi a diario. La madre contó a Proceso que cada que sabía de la existencia de una fosa clandestina o del rescate de un grupo de víctimas de trata acudía con la esperanza dar con el paradero de su hija.
En todo ese trayecto la acompañaba siempre su hijo de 12 años de edad, quien ahora se ha quedado huérfano, pues su padre murió víctima de covid 19.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA HERNÁNDEZ.
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