jueves, 25 de noviembre de 2021

Suman 227 miembros de SNI que piden revisar faltas y presunto plagio de Gertz Manero

Más de 220 investigadores de distintas instituciones académicas firmaron el documento en el que pidieron investigar la “falta de ética” y presuntos plagios hechos por el fiscal General de la República.

Lo que inició como una carta firmada por 77 integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), ahora cuenta con el apoyo de 227 investigadoras e investigadores que solicitan a la Junta de Honor del SNI que revise posibles faltas del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.

Hasta el 23 de noviembre, investigadores de distintas instituciones académicas firmaron el documento en el que señalan al fiscal por violar “las reglas y guías de conducta aceptadas en el área de su campo profesional”.

De los 227 apoyos, solo 220 accedieron a hacer pública su identidad. Entre los firmantes, se encuentra el escritor y académico del CIDE, José Antonio Aguilar Rivera, el entomólogo Martín Ramón Aluja Schuneman Hofer, el antropólogo Roger Bartra Muria; el economista y político Enrique Cárdenas Sánchez, la historiadora y socióloga Rosalba Casas Guerrero, la lingüista Concepción Company Company y la antropóloga Angela Renée de la Torre Castellanos. 

El 28 de octubre, a través de un formato digital, los integrantes del SNI llamaron a la directora del Conacyt, a la titular de la Dirección Adjunta de Desarrollo Científico, a la de Vocaciones Científicas y a la presidenta de la Junta de Honor que investiguen la “falta de ética” de Gertz Manero.

También solicitaron que se indaguen presuntos plagios realizados por el fiscal General de la República en dos libros que presentó como pruebas de su desempeño académico.

“El Dr. Alejandro Gertz Manero, miembro del SNI nivel III, mostró como documentos probatorios de su trabajo académico al menos dos libros con abundantes plagios, entendidos estos como la acción de presentar un texto ajeno como propio, sin ningún tipo de signo o de aviso que remita a la obra del autor original”, señalaron los investigadores.

Indicaron que es una conducta que “avería la ética consustancial al trabajo académico, pues además de quebrantar el sistema mismo del conocimiento y su transmisión, viola los derechos morales y patrimoniales del verdadero autor y, al erradicar su mérito, lo hace sujeto de discriminación, lo mismo que al lector que desea engañar”.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.

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