miércoles, 13 de enero de 2021

Las inconsistencias con Mancera; la Línea 12 con Ebrard. La ASF dijo muchas cosas antes del incendio

El Metro de la Ciudad de México es un caos. A la par que algunos trabajadores contradicen al Gobierno capitalino diciendo que el sistema de transporte está abandonado y que es presa de la corrupción, las cifras oficiales indican recortes presupuestarios continuos y una serie de irregularidades no solventadas que lo único que garantizan es el uso ineficiente e improductivo de recursos públicos.

El cierre temporal de seis líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro por un incendio registrado el sábado pasado afectó al 53 por ciento de los usuarios del subterráneo capitalino. El siniestro sucedió en un contexto de recortes presupuestarios en los últimos cinco años, a los que se suman irregularidades no solventadas del periodo 2015-2018 por al menos 29 millones 314 mil 112.35 pesos, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En los últimos tres años, especialistas en infraestructura y fuentes del STC Metro han denunciado a SinEmbargo que el subterráneo de la Ciudad de México es un sistema que funciona “siempre a pérdida” porque tiene escasos ingresos para cubrir sus costos reales siendo que, aunque “a lo primero que se le echa mano es al mantenimiento”, su calidad decrece.
De acuerdo con datos del Gobierno capitalino, entre 2015 y 2020 los ingresos del STC Metro –como proporción del presupuesto neto de la Ciudad de México– cayeron 29.3 por ciento real. El impacto de los recortes se agrava si se considera que en los últimos siete años, de acuerdo con información de la ASF, uno de cada 68 pesos invertidos y auditados del STC Metro fue irregular.
En la lista de probables daños a la Hacienda Pública Federal detectados en el manejo de los recursos del Metro están pagos excesivos, duplicados o injustificados, así como erogaciones indebidas y/o montos pendientes de recuperar por las tesorerías estatal o federal, además de bienes que aunque fueron adquiridos no fueron encontrados.

Una buena parte de las irregularidades no solventadas durante las administraciones de Joel Ortega Cuevas (2012-2015), Jorge Gaviño Ambriz (2015-2018), Jorge Jiménez Alcaraz (2018) y la actual directora del STC Metro, Florencia Serranía Soto, tiene que ver con las obras de ampliación de la Línea 12 que corre de Tláhuac a Mixcoac.

La Línea 12 fue construida durante el mandato (2006-2012) del exjefe de Gobierno capitalino Marcelo Ebrard Casaubón, siendo inaugurada en octubre de 2012. Sin embargo, debido a errores de diseño, planeación y construcción, el servicio de las estaciones entre Tláhuac y Culhuacán de la Línea 12 fue suspendido en marzo de 2014 y restaurado en su totalidad más de 1.8 años después, en noviembre de 2015.
Debido al alcance del problema, pues se trata de un hecho de tracto sucesivo o con efectos continuos, las irregularidades en la Línea 12 figuraron en las auditorías del Gobierno federal que corresponden a los ejercicios fiscales 2015, 2016 y 2018.
En ese periodo, la ASF reportó 17 millones 965 mil 802.35 pesos pendientes de aclaración, tal y como consta en las auditorías 15-A-09000-04-0743743-DS-GF, 16-A-09000-04-0717 717-DS-GF y 2018-A-09000-22-0691-2019 691-DS-GF.

RECURSOS BAJO TIERRA

Hace dos años, la ASF determinó un probable daño al erario público por 130 mil 499.72 pesos en las obras de ampliación de la Línea 12 del STC Metro, ya que el Gobierno de la Ciudad de México autorizó “pagos en demasía” con cargo a un contrato de obra pública ligado a tres empresas: Promotora y Desarrolladora Mexicana, Proacon México y Desarrollo de Terracerías.

Las irregularidades se debieron a las “diferencias de volúmenes” entre lo pagado por el Gobierno capitalino y lo “cuantificado en planos y generadores por la ASF”, con respecto a los servicios de suministro, fabricación y colocación de concreto lanzado y de fibras de acero.
Ese mismo año, en 2018, la ASF determinó que además de los problemas de construcción de la Línea 12 por falta de cumplimiento del proyecto ejecutivo, el Gobierno capitalino había estado abonando a los sobrecostos de las reparaciones por errores propios, de modo que no estaba administrando los recursos de la Línea 12 “conforme a criterios de eficiencia, eficacia y economía, puesto que no se han cumplido los objetivos para los que se destinaron”.
Años antes, entre 2015 y 2016, el órgano fiscalizador encontró irregularidades no solventadas por 17 millones 835 mil 302.63 pesos, sin considerar la suman de pérdidas por los “rendimientos financieros generados desde la fecha de pago hasta la de su recuperación”.

Entre las anomalías detectadas figuraron “pagos duplicados”, pagos de conceptos innecesarios y “pagos indebidos” en los procesos de planeación y construcción de obra pública, además de irregularidades por falta de acreditación de servicios supuestamente pagados y diferencias entre los recursos recibidos y reportados como ejercidos.
Aparte de la Línea 12, en 2017, la ASF determinó irregularidades no solventadas por 11 millones 348 mil 310 pesos relacionados con los fondos de Capitalidad y para el Fortalecimiento Financiero del STC Metro.
Los manejos inadecuados incluyeron el uso de una cuenta bancaria “que no fue específica” y que ameritó la solicitud de una Promoción de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria en contra de los responsables, además de falta de reintegro de recursos a la Tesorería de la Federación y bienes adquiridos no localizados en los talleres del Metro, como lo fueron 158 lámparas de 11 watts y 8 mil 217 lámparas de 22 watts.

En la siguiente tabla es posible consultar todos los datos utilizados en este texto.

De acuerdo con personal del STC Metro entrevistado por SinEmbargo, “el sistema desde hace 10 años ha estado muy mal, todo por la corrupción, porque se han dedicado a saquear el sistema”.

Uno de los trabajadores adscritos a la Línea B dijo que es común que “la compra de bienes y materiales como cables y lámparas incluya sobreprecios o la desaparición de los recursos”, ya que “se los donan al Gobierno capitalino sin respeto alguno por la ley o los usuarios”.
Un elemento de mantenimiento de baja tensión también refirió que desde hace más de 15 años “no hay recursos suficientes para que desarrollemos nuestro trabajo con calidad”. También dijo que las autoridades del Metro “vienen, se roban el dinero y dicen que el sistema está bien. Lo que hacen es dejar que la infraestructura se desgaste, no ven a futuro y cuando hay un problema buscan chivos expiatorios”.
Incluso, de acuerdo con algunos de los trabajadores del STC Metro, la situación de carencia y corrupción se ha venido agravando con la actual directora general, Florencia Serranía Soto.

“Si el sistema no ha colapsado es porque hay gente que se pone el uniforme. Si estaba mal, esa señora [Serranía Soto] vino a desgraciar más al sistema, porque ella puede decir que sabe cómo funciona después de dos años de trabajo, pero no conoce la entraña, no conoce la infraestructura. Conocer el sistema toma al menos siete años de experiencia”, abundó uno de los entrevistados.

INCENDIO Y CONSECUENCIAS
Poco antes de las 6:00 horas del sábado 9 de enero, un incendio consumió un transformador de la subestación “Buen Tono” del STC Metro, ubicada en la Alcaldía Cuauhtémoc. En el proceso de contención del siniestro fueron rescatadas 32 personas: trabajadores del Metro, policías y un bombero que resultó intoxicado. Pese a los esfuerzos, lamentablemente fue reportado el fallecimiento de una mujer policía de 20 años que cayó del inmueble.
Al día de hoy, las autoridades capitalinas realizan un peritaje técnico para conocer las causas del incendio y detectar si hubo responsabilidades atribuibles a funcionarios públicos.

Este martes fue restaurado el servicio de las líneas 4, 5 y 6, aunque siguen suspendidas las líneas 1, 2 y 3. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha trabajado de la mano con el Metro para revisar el estado de los transformadores. Las autoridades estiman que el servicio de la Línea 1 sea restablecido de manera escalonada y que cuente con 10 trenes en operación para el día 25 de enero, con una normalización operativa en febrero, cuando entrarán en operación subsecuente las líneas 3 y 2, informó la directora del STC Metro, Florencia Serranía Soto.
El cierre de seis líneas del Metro afectó a un 1 millón 377 mil 149 usuarios diarios o el equivalente al 53 por ciento de los usuarios del subterráneo capitalino, de acuerdo con un análisis de la Unidad de Datos de SinEmbargo con base en las cifras oficiales de la afluencia de personas por estación de Metro durante los primeros nueve meses de 2020.
Para electricistas de baja tensión del STC Metro, “la causa por lo cual se dio el incendio es muy complicada determinarla porque hay muchos factores que pudieron influir, pero sí se puede asegurar que esto pasó porque los transformadores ya cumplieron con su vida útil y no se han cambiado por la ignorancia e ineptitud de la actual directora”.
Las fuentes consultadas también refirieron que “un dispositivo eléctrico por lo regular tiene una vida de 30 a 40 años. Si a la falta de sustitución de equipos incluimos que en los últimos años no se les ha dado el mantenimiento suficiente por falta de materiales, herramientas y aparatos adecuados para hacerlo, claro que hay responsabilidades administrativas”.
Además de lo dicho por los trabajadores, obreros sindicalizados del STC Metro han compartido un “atento llamado” en redes sociales para advertir que el inicio de labores en las líneas 4, 5 y 6 ocurrió sin tableros de control, lo que implica que “no hay sistema de protección ante choques de trenes”; una situación que podría ocasionar accidentes como el choque de trenes de la Línea 2, hace 40 años.

El pasado fin de semana, la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México habilitó unidades vehiculares –del Metrobús, Trolebús, Tren Ligero y de la Red de Transporte de Pasajeros– para cubrir la demanda de 1.4 millones de viajes realizados en las seis líneas averiadas del Metro.

La directora Serranía Soto dijo en rueda de prensa el domingo que ante la alerta de incendio se siguieron todos los procesos de Protección Civil. Asimismo, la funcionaria estatal aseguró que desde el inicio de su Administración (2018) comenzó el proceso de sustitución integral de las instalaciones eléctricas que tienen 52 años de antigüedad.

“La renovación de la Línea 1 y el proyecto ‘Buen Tono’ de modernización de las instalaciones eléctricas ha estado supervisado por la Comisión Federal de Electricidad y la Oficina de Proyectos y Servicio de la Organización de las Naciones Unidas”, detalló Serranía.
Por su parte, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha reiterado que desde el inicio de su Administración, uno de los proyectos prioritarios fue la sustitución y la modernización de la instalación eléctrica de las líneas 1, 2 y 3 del Metro, que son las más antiguas. El primer paso, detalló, fue el desarrollo del proyecto “Buen Tono” que se hizo con la CFE durante 2019. La segunda parte ocurrió en 2020 con la construcción de un túnel para la reubicación de los transformadores, y la tercera parte –que será realizada en 2021– implica la adquisición de los transformadores sustitutos y su conexión.
“Son instalaciones que tienen desde 1967 y uno de los proyectos prioritarios que anunciamos, inclusive con los 50 años del Metro, es precisamente la modernización de todo este sistema. Hay los recursos y es parte del programa de Renovación Integral del Metro”, afirmó el domingo en rueda de prensa. “Es importante que la ciudadanía conozca que hay inversión para todos estos proyectos y que ya estaba siendo planeado”, abundó.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: EFRÉN FLORES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario