AUTOR: JORGE CARRASCO ARAIZAGA Y JUAN ALBERTO CEDILLO.
Contra lo que afirma el gobierno de Peña Nieto, el vacío que deja la detención de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, sólo augura más violencia. Y aun cuando algunos sicarios de Los Zetas se apresuran a declarar al Z-42 –hermano del detenido– como nuevo jefe, no dejan de advertir la necesidad de mantener la unidad en la organización, sobre todo ahora que los cárteles rivales preparan la toma de la estratégica plaza de Nuevo Laredo.
Defender Nuevo Laredo será la principal prueba para Óscar Omar Treviño Morales, El Z-42, llamado a suceder a su hermano mayor en el liderazgo de la organización más violenta de la delincuencia organizada en el país y con presencia transnacional, al grado que Estados Unidos la incluyó en su lista de “terroristas”.

